domingo, 26 de junio de 2011

QUÉ FUE PRIMERO ¿EL HUEVO O LA GALLINA?

Hay preguntas que se repiten a lo largo de la historia y que son difíciles de contestar. Estas cuestiones nos recuerdan que no estamos tan lejos de nuestro querido mundo clásico, pues descubrimos que pese a la lejanía en el tiempo, la proximidad está patente al embargarnos las mismas dudas con respuestas complejas.

Así pues, qué fue primero ¿la gallina o el huevo? Ésta es, ha sido y será una cuestión universal que ya viene ya Macrobio en Sat, VII, 16 se la planteó.

Del escrito de Macrobio podemos extraer reflexiones muy curiosas. Veámoslas:

“Si vuestra sabiduría tiene callos, querría saber de vosotros quién fue primero ¿la gallina o el huevo?

Disario replica: te crees muy bromista, pero la cuestión que has planteado merece una investigación y una respuesta. Pero esta cuestión debe guardarse entre los más serios, y discutirse con mucho cuidado. Expondré los argumentos que me vienen a la mente a favor de una y otra tesis, dejando a tu criterio cuál de las dos te parece más acertada.

TESIS A: EL HUEVO FUE LO PRIMERO

[...] Si admitimos que todo lo que existe tuvo un origen un día, es justo admitir que la naturaleza creó primero el huevo. De hecho, siempre lo que está en sus principios es aún imperfecto e informe, y se va formando a través de sucesivos desarrollos aportados por el talento y por el tiempo, hasta alcanzar su perfección. Por tanto, para hacer al ave, la naturaleza comenzó por un rudimento informe y produjo el huevo, en el cual no existe aún la forma exterior del animal. De este huevo surgió el aspecto del ave en su plenitud, desarrollándose poco a poco el efecto de la madurez. Además todo lo que la naturaleza fue adornando empezó desde la sencillez. Pues bien, el huevo fue creado con apariencia simple y se fue transformando por todas partes, y a partir del huevo se consumó la variedad de ornamentos que constituyen el aspecto externo de un ave. […] De hecho en todo el género de los animales que nacen fruto de la unión sexual, encontrarás que el huevo es el principio de algunos de ellos. […] Para que no parezca que ensalzo en exceso el huevo elemento fundamental, consulta a los iniciados en los misterios del padre Líber, entre los cuales el huevo se venera con tal veneración que, por su forma redondeada y casi esférica, y cerrada por todas partes, y porque encierra vida en su interior, lo llaman símbolo del mundo; y el mundo es el principio del universo.

TESIS B: LA GALLINA FUE PRIMERO

[...]Ahora veamos los que apoyan que primero fue la gallina; y ahí tienes cómo intentaremos defenderla. El huevo no es ni el principio ni el final de nada, ya que su principio es el semen, su final es el pájaro desarrollado. Puesto que el semen procede el animal y el huevo del semen, no es posible que existiera el huevo antes que el animal, tal como no puede tener lugar la elaboración o digestión de la comida antes de que se coma. Decir que el huevo se hizo antes de la gallina, es como si se dijera que el útero se hizo antes de la mujer. El que pregunta cómo la gallina ha podido existir sin el huevo es similar al que preguntaría cómo el hombre ha podido ser creado antes que los órganos genitales que sirven para la procreación del hombre. Por eso, tal como nadie dirá con razón que el hombre procede del semen, sino el semen del hombre, del mismo modo nadie dirá que no es la gallina la que procede del huevo, sino el huevo de la gallina. […] Así, la naturaleza creó primero a cada uno de los animales en su forma definitiva, luego les dio una ley eterna, a fin de que la estirpe tuviera continuación merced a la procreación. En cuanto a la posibilidad de que fueran creados desde el principio en su forma definitiva, sirven de testimonio aún hoy no pocos animales que nacen de la tierra y del agua de la lluvia en su forma definitiva como los ratones en Egipto, las ranas, serpientes y animales similares. Los huevos, en cambio, nunca se generaron de la tierra, pues en ellos no hay ninguna perfección y la naturaleza genera formas perfectas.

Aquí tienes argumentos para sostener una u otra tesis.”

La respuesta está vuestras manos pues la cuestión sigue sin resolver desde la antigüedad.

Plurimam salutem!!


domingo, 19 de junio de 2011

ASPARAGI II

Retomamos el tema de la semana pasada: LOS ESPÁRRAGOS.

Esta vez comentaremos su papel en el mundo romano.

Sabemos que eran muy apreciados en la antigüedad, así nos lo indica Plutarco, que en la Vida de César, 17 comenta que le fue servido un plato de espárragos, hecho que indica su valor, pero qué ocurrió: “De su poco reparo en cuanto a comida se da también esta prueba: teníale dispuesta cena en Milán su huésped Valerio León, y habiéndole puesto espárragos, en lugar de aceite echaron ungüento; comió, no obstante, sin manifestar el menor disgusto, y a sus amigos que no lo pudieron aguantar les reprendió, diciéndoles: “Basta no comer lo que no agrada, y el que reprende esta rusticidad es el que se acredita de rústico”.

Si tuviéramos que concretar cuál de los dos tipos de espárragos gustaba más a los romanos, nos sería difícil de responder, pues ocurriría igual que hoy en día, habría gustos para todos.

Así Marcial, 13, 21 se decanta por los cultivados por su sabor menos fuerte: “El blando tallo que crece en la arenosa Rávena, será más agradable que los espárragos trigueros”.

La misma idea se extrae de la lectura de Juvenal, Sátira V, 82: “… Contempla la langosta que sirven al dueño: ¡cómo adorna la fuente con su dilatado cuerpo! ¡Cómo, rodeada de espárragos, desprecia con su cola a los convidados, cuando llega levantado por las manos de un esclavo gigantesco! Pero a ti te sirven, en un plato exiguo, un camarón pegado a medio huevo. ¡Una cena funeraria!”

En la cena saliar, caracterizada por ser muy abundante y por servir los alimentos más caros y exquisitos del mercado, que nos narró Macrobio, Saturnales, III, 10 vemos que los espárragos forman parte del menú acompañando a un ave: Como entrantes: erizos de mar, ostras crudas a voluntad, ostiones, cañadillas, tordo sobre fondos de espárragos”

No obstante en Juvenal, Sátira XI, 68-69 encontramos una inclinación hacia los espárragos silvestres como algo delicioso: “(...) Escucha ahora los platos, no comprados en ningún mercado. Del agro Tiburtino nos vendrá el cabritillo más rechoncho, el más tierno de todo el rebaño.(...) Tiene más leche que sangre. Habrá espárragos silvestres. (...)”

También el elevado el precio que adquirió en el mercado era señal de su valía, así leemos en el Edicto de Diocleciano, VI, 34 y 35 que los silvestres se pagaban tres veces más que los cultivados: 34. asparagi hortulan[i] fascis habes n. XXV sex.; 35. asparagi agreste[s] no. quinquaginta quattuor

Para conservarlos Columela, 12, 7, 1 recomienda lo siguiente: “El mejor método de conservación es dos partes de vinagre y el tercero de salmuera. […] tras haber sido rociados con sal se colocan durante dos días a la sombra hasta hayan producido suficiente líquido para que puedan ser lavados en su propio jugo”

Sobre sus beneficios y conveniencia para la salud vemos que Galeno, VI 642 afirma que es bueno para el estómago, amargo y diurético, pero perjudicial si su consumo es excesivo para el riñón, la vejiga y la vista, lo calificó como "limpiador y sano".

También Ateneo, II 62 comenta que:Dífilo dice que el espárrago de berza es más digestivo y más fácil de evacuar, pero dañino a la vista. Es por otra parte, acre y diurético, y perjudica a los riñones y a la vejiga. Son los áticos los que llaman hórmenos al tallo brotado de la berza.”

Dioscórides, II, 125 también habla de ellos:

“Los espárragos de roca, cuyo tallo cocido y comido molifica el vientre y provoca la orina. La decocción de sus raíces, bebida, socorre a los que padecen disuria, ictericia, ciática. Si la decocción se hace con vino, es conveniente contra las mordeduras de tarántulas; y si se mantiene la decocción en el diente que duele, lo es contra las odontalgias. Su simiente, bebida, es eficaz para las mismas cosas. Dicen también que, si los perros beben su decocción mueren. Algunos cuentan que, si se maceran los cuernos de un carnero y se meren bajo tierra, nacen espárragos”

Celso, II, 21 determina los problemas que provoca su jugo junto con el consumo de otros alimentos:Hace mal a la salud el jugo del mijo, la cebada, la carne muy magra de los animales domésticos y toda la carne con sal, todo el pescado en escabeche, salsa de pescado, queso viejo, el rábano, el nabo, los bulbos, el repollo y las coles, los espárragos, remolacha, pepino, puerro, rúcula, berro, tomillo, hierba gatera, ajedrea, hisopo, ruda, eneldo, hinojo, comino, anís, acedera, la mostaza, el ajo, la cebolla, …”

Al igual que en la actualidad, su principal uso era el culinario, así lo tenemos atestiguado en tres recetas que nos ha legado Apicio.

Sabemos que necesitan poco tiempo de cocción, idea de la que habla Suetonio, Vida de Augusto, 87:
“Por sus cartas autógrafas se ve que en la conversación familiar se valía de muchas locuciones notables. Por ejemplo, al hablar de los malos pagadores, decía: Pagarán en las calendas griegas. Cuando aconsejaba soportar el destino presente, fuese el que fuese, escribía: Contentémonos con ese Catón. Para expresar la celeridad con que se había hecho una cosa, decía: Antes que se cuecen los espárragos.”

Se podían servir durante la gustatio - entrante o como acompañamiento de aves en la prima mensa o plato fuerte.

He aquí las tres recetas de Apicio, De re coquinaria:
  • “Mojar unos espárragos, luego secarlos; volverlos a meter en agua caliente: de esta manera se pondrán más duros”(Apicio, III, 3)

  • Coger unos espárragos limpios, picarlos en un mortero, cubrirlos de agua y escurrir y pasar por el tamiz. Limpiar unas ficédulaso o papafigos y juntar con los espárragos. Picar en un mortero 10 gr. de pimienta, añadir garum, mezclar con un ciato de vino y uno de vino de pasas. Ponerlo en una marmita con 280 gr. de aceite y dejar que hierva. Engrasar una cacerola, echar 6 huevos con vino mezclado con garum y ponerla, con el jugo del espárrago, sobre las brasas. Añadir el preparado indicado y echar seguidamente las ficédulas o papafigos. Cocerlo, espolvorear pimienta y servir." (Apicio, IV, 2, 5)

  • Poner en un mortero los extremos desechables de los espárragos, rociar con vino y colar. Picar pimienta, ligústico (o bayas de enebro), coliandro fresco, ajedrea, cebolla y macerar con garum y aceite. Trasladar el puré a una cacerola engrasada, y si se quiere, se pueden batir unos huevos para que se ligue. Espolvorear pimienta” (Apicio, IV, 2, 6)
Se sabe que los espárragos eran considerados alimentos afrodisíacos, por lo que se servían en los banquetes de boda, se ofrendaban a la diosa de amor Afrodita - Venus e incluso se empleaban sus tallos para hacer guirnaldas y cestas.

Para terminar algunas curiosidades. En primer lugar la sugerida por Amparo, Hortus Hesperidum, de dónde vienen las expresiones “mandar a freír espárragos, anda a freír espárragos, estar más solo que un espárrago”. Parece que en latín existieron dos expresiones que pudieron dar lugar a las nuestras:

  • Citius quam asparagi coquantur, esta última era muy parecida a la mencionada anteriormente en Suetonio, Vida de Augusto.”En lo que se cuecen los espárragos”.

En segundo lugar, es curiosa la presencia de los espárragos en la mitología grecorromana, como es el caso de la leyenda de Teseo, Sinis y su hija Perigune que se escondió en una plantación de espárragos para huir de su malvado padre. Tras la muerte de su padre, se unió al héroe con el que tuvo Melanipo, desde ese momento todos los descendientes de esta familia mostraron una gran inclinación por este vegetal.


Confiando en que no enviéis a De Re Coquinaria a "freír espárragos", nos vemos la próxima semana.

Plurimam salutem!

domingo, 12 de junio de 2011

ASPARAGI I

Estas semanas nos centraremos en el papel de los espárragos para los antiguos, hoy hablaremos de su etimología, tipos y cultivo.




En la antigüedad encontramos el término asparagus como nombre genérico de nuestra palabra espárrago, diferenciando entre el OFFICINALIS o cultivado de los llamados ACUTIFOLIUS, TENUIFOLIUS, APHYLLUS o silvestres, pero también era utilizado para otras verduras como los brotes comestibles de las coles, los espárragos de roca (hórminos) o el asparagoides un tipo de espárrago cultivado de sabor agradable y más tierno.




La palabra en latín (asparagus) procede el griego aspharagos, como lo llama Cratino: aspháragos, con- ph-“(Ateneo II, 62) o asparagos, según Antífanes, aspáragos con –p” (Ateneo II, 62). Este término griego tendría su procedencia en el vocablo persa asparag con el significado de “tallo, brote”.



La explicación de su significado etimológico lo encontramos en Isidoro, XVII, 10, 19:El espárrago se llama así porque el tallo del que nace es espinoso y áspero



También Varrón, LL, V, 104 nos habla al respecto:”Los espárragos (asparagi) tienen su denominación porque se recogen de entre la maleza áspera (aspera) y sus tallos mismos son ásperos, no lisos. A no ser que sea un vocablo griego, pues allí también se dice asparagos”.



En Covarrubias, Tesoro de la lengua española, en la entrada del espárrago nos dice los espárragos trigueros se llaman así por crecer entre los trigos.







Muchas son las citas que nos hablan del espárrago, sus tipos, cómo cultivarlos, en qué mes del año, sus beneficios y perjuicios, etc., veamos qué nos cuentan las fuentes clásicas.




Comencemos por los tipos conocidos en la antigüedad:




Ateneo, II 62 d, e y f diferencia entre los queson “de pantano” y “de montaña”. Los mejores no se siembran, y curan todas las enfermedades internas. Los que se siembran llegan a ser realmente enormes. Cuentan que en Libia, en Getulia, alcanzan el grosor de la caña de Chipre y una longitud de doce pies; en la región montañosa y próxima al mar alcanzan el grosor de las cañahejas grandes y una longitud de alrededor de los veinte codos”.




Dioscórides, II, 125 habla de Los espárragos de roca, por su parte Teofrasto, I, 10, 6 comenta la existencia del bien conocido:”espárrago triguero que tendría sólo espinas, pero no hojas”. En el mismo sentido vemos en Teofrasto, VI, 1, 3:”de las plantas espinosas, unas tienen simplemente espinas, como el espárrago




Con respecto al cultivo de los espárragos, los autores clásicos nos informan sobre la época más conveniente para que crezcan bien, en qué terrenos e incluso que es recomendable cultivarlos junto a los cañaverales. Veamos qué nos cuentan las fuentes escritas.




En primer lugar acudamos a Catón, Agr. CLXI, 1 que fue el primero en comentar el cultivo del espárrago:




“Método de plantación de espárragos: es necesario es coger un suelo húmedo, o graso. Cuando se haya movido la tierra, haciendo surcos, de modo que sea posible trabajar con la azada y quitar las malezas en ambas direcciones sin pisotear los surcos. Cuando hagas los surcos, deja un espacio de medio pie entre los surcos de lado a lado. Planta a lo largo de una línea, dejando caer dos o tres semillas juntas en un agujero hecho con un palo, y cubre con la misma vara. Después de plantar, cubre el surco con estiércol, planta después del equinoccio de primavera. Cuando los brotes salgan hacia arriba, quita las malas hierbas a menudo, con cuidado de no arrancar de raíz los espárragos con la maleza. El año que se planta, cubre el surco de paja durante el invierno, para que no se congele. Luego, en la primavera descubre el surco, pásale la azada y quita las malas hierbas. El tercer año después de la siembra préndele fuego en primavera, después de esto lo trabajas hasta que los brotes aparezcan, a fin de no dañar las raíces. Al tercer o cuarto año saca los espárragos de raíz, porque si se rompen, los brotes nacerán de nuevo. La semilla madura en otoño, cuando la hayas recogido, quema la rama, y ​​cuando los espárragos comienzan a crecer, pasa la azada y pon estiércol. Después de ocho o nueve años, cuando ya está viejo, desenterrar, después de haber trabajado a fondo y abonado el terreno para que esté preparado para trasplante, haz pequeñas zanjas para recibir las raíces. El intervalo entre las raíces de los espárragos no deberá ser menor de un pie. En la excavación, aflojar la tierra alrededor de las raíces, para que se pueda cavar fácilmente, hay que tener cuidado de no romperlos. Cubrir con estiércol de oveja, pues el estiércol de otros animales produce malas hierbas”




También el naturalista Plinio, 19, 42 nos explica cómo cultivarlos tomando como punto de referencia a Catón: “De todas las plantas del jardín, el espárrago es el que requiere una atención más delicada en su cultivo. Hemos hablado de su origen, en el capítulo de las plantas silvestres, y hemos mencionado que Catón recomienda su cultivo en cañaverales. Hay otro tipo de carácter más rudo que los espárragos cultivados. Crece en los montes de diferentes países y en las llanuras de la Germania Superior que están muy llenas de ellos, tanto es así que era fue comentado por Tiberio César como una mala hierba que crece allí y que tiene un parecido muy fuerte con los espárragos. Los que crecen espontáneamente en la isla de Nesis, en la costa de Campania, son vistos los mejores de todos.




Los espárragos de jardín se reproducen a partir de raíces, muy numerosas, y que penetran a una profundidad considerable. Cuando por primera vez brotan las ramas, son verdes. Luego crecen los tallos.




Catón no ha tratado ningún tema con mayor cuidado que éste, el último capítulo de su obra está dedicado a ello, del cual podemos concluir que era bastante nuevo para él, y un tema que hacía muy poco tiempo había ocupado su atención. Se recomienda que el terreno preparado para ello sea un suelo húmedo o denso, la semilla se ha de fijar en intervalos de medio pie, para evitar pisar la yema. Se deben poner, dice, dos o tres semillas en cada agujero. Los espárragos se cultivan exclusivamente a partir de semillas y esto se debe hacer sobre el equinoccio de primavera deben ser protegidas de la severidad del invierno con una cubierta de paja, teniendo cuidado al descubrirlas en la primavera. En la primavera del tercer año, las plantas deben ser incendiadas. A medida que crecen los juncos, también los espárragos lo hacen rápidamente, por ello se dice que es un cultivo muy adecuado para los juncos. El mismo autor recomienda, sin embargo, que el espárrago no debe ser cogido antes que las plantas han hecho su aparición sobre el suelo, por miedo a molestar a las raíces, y dice que en la recolección de las yemas, se deben cortar cerca de la raíz, y no cortarlas en la superficie. […] Después de ocho o nueve años, dice, cuando las plantas ya. Se requiere, añade, ser abonada en abundancia, y se cuidará de no arrancar las plantas jóvenes, junto con las malas hierbas. El primer año, dice, las plantas tienen edad, deben ser renovadas, después de cavar y abonar el terreno, mediante la replantación de las raíces, a intervalos de un pie, teniendo cuidado de emplear estiércol de oveja en particular pues otros tipos de estiércol tienden a producir malas hierbas.




Ningún método de cultivo de esta planta que desde entonces se ha intentado ha sido encontrado mejor que éste, con la única excepción de que la semilla ya está sembrada sobre los idus de febrero, colocándola en montones en zanjas pequeñas, después de empaparla un tiempo considerable en el estiércol. Después se plantan a intervalos de un pie después del equinoccio de otoño, las plantas continúan siendo productivas durante diez años. No hay suelo más favorable para el crecimiento del espárrago que el de los jardines de Rávena.




A los espárragos silvestres, los griegos llamaban "hórminos", o "myácanthos", así como por otros nombres. Se dice que si los cuernos de carnero se golpean y luego son enterrados en el suelo, salen espárragos”.




En Teofrasto, VI 4, 1-2 podemos encontrar las mismas ideas: Florece después del equinoccio de otoño. Emite junto a las espinas un pequeño abultamiento y de éste sale luego una pequeña flor. Arraiga profundamente y tiene numerosas y sólidas raíces. La parte superior de ellas constituye una sola pieza y de ésta emergen los tallos verdaderos. El tallo brota de la esparraguera en primavera y es comestible; luego en el transcurso de la estación, adquiere su ruda naturaleza y se cubre de espinas. La floración no sólo se da en este tallo, sino también en los de los años anuales, porque el tallo no es anual, tal es la naturaleza de las plantas enteramente espinosas”.




Paladio, IV, 9, 10 y ss: afirma los siguiente: En este mes, hacia principios de abril, sembraremos los espárragos en un sitio fértil, húmedo y labrado, de modo que, en hoyitos pequeños dispuestos en línea recta, pongamos dos o tres granos separados por un espacio de medio pie. Después se cubrirá el suelo con estiércol y se arrancarán a menudo las hierbas, o bien, durante el invierno se echará por encima una capa de paja que debe quitarse en la primavera. De aquí al cabo de un trienio nacerán los espárragos.




Ahora bien, es un método más expeditivo poner las raíces de espárrago para que den pronto fruto. Éstos se logran del siguiente modo: después de mediados de febrero, y en un lugar fértil y abonado, pones en cada hoyo las semillas de espárrago que puedas coger con tres dedos y las entierras un poco. Al unirse forman una raíz entrelazada que se llama esponja. Ahora bien, tarda en nacer porque durante dos años debe criarse en su semillero con estiércol y frecuentes escardas. Después, pasado el equinoccio de otoño, se plantará y, en primavera, dará espárragos. Será más útil comprarlas que cultivarlas, con tan larga espera. En todo caso. Las pondremos en surcos; si son lugares secos, en el centro de los surcos, se son húmedos, en su cresta.




El agua debe solamente regar a su paso las raíces de los espárragos y no quedar detenida. Los primeros espárragos que echen deben troncharse sin arrancarlos, para evitar mover la esponja, que es débil todavía; en los años siguientes hay que arrancarlos para abrir las yemas germinativas, porque, si en lo sucesivo se siguen tronchando, los lugares que solían ser fértiles dejarán de serlo, al quedar la raíz del espárrago. Darán fruto y se dejarán para el otoño los que se quieran para coger semillas en primavera, después, se prende fuego a los tallos, y, luego, hacia el invierno, se echará el estiércol y ceniza a las esponjas”.




Si unimos las ideas que nos dan los autores concluimos:






  • “En el mes de febrero se cultiva el espárrago” (Casiano Baso, Geopónica XII, 1); El mes de febrero, es el del espárrago, la cebolla y el puerro (Columela, 11, 2, 16)





  • Los espárragos se pueden sembrar entre los cañaverales para que nazcan mezclados, ya que los espárragos se cultivan y se les prenden fuego de la misma manera que a las cañas” (Paladio, III, 23, 1). Plinio, XVI, 67, 173, retoma la idea de Paladio sobre plantar espárragos entre los cañaverales: ”Catón recomienda plantarlos dejando un metro de ancho entre cada brote y entre las cañas





  • “Del mismo modo, debe sembrar algunos cultivos en lugares con sombra, como, por ejemplo, los espárragos silvestres, ya que los espárragos prefieren ese lugar, mientras que tierra con sol debe ser elegida para la plantación de violetas y jardines, ya que florecen en el sol”. (Varrón, I, 23)





  • ”En el mes de febrero, a partir de mediados, comenzaremos a preparar nuevas raíces de esparraguera por siembra, o bien a trasplantar las que ya hubiera. A mí me parece mejor y más sencillo reunir varias raíces de espárrago silvestre en un terreno inculto o, por lo menos, pedregoso para que en seguida fructifiquen en un lugar que no producía nada. Todos los años se prenderá fuego a los tallos para que el fruto salga en más cantidad y más fuerte. Por otra parte, esta variedad es de sabor más agradable”. (Paladio, III, 24, 8)




De momento, nos quedamos en esta primera parte de los espárragos. La semana próxima veremos el papel de los mismos en la medicina y en la cocina.





Plurimam salutem!




Imágenes propias



domingo, 5 de junio de 2011

RITÓN, ¿EL ORIGEN DE NUESTRO PORRÓN?

Retomando de nuevo la sección de utensilios vamos a centrarnos en el RITÓN.


En primer lugar veamos su etimología:


Su nombre procede del griego ῥυτόν, adjetivo verbal del verbo ῥέω que significa “fluir, manar”. Algunos filólogos consideran que su origen se encontraría en una palabra protoindoeuropea *sreu con el significado de “vertedor”


Si acudimos a las fuentes clásicas podemos leer por primera vez la palabra ῥυτόν en Demóstenes, Contra Mídias, 565, 29: “provisto de tres o cuatro acompañantes, él en persona anda fanfarroneando por la plaza, haciendo mención de vasijas, vasos de cuerno (ῥυτόν), copas planas, de forma que 1os que pasan al lado le oigan”.


Posteriormente será utilizado de nuevo por el autor Ateneo en el capítulo en el que describe los diferentes tipos de copas y vasijas. Se trata del Banquete de los eruditos, XI, 497 y ss donde afirma que los cuernos de animales se emplearon para beber y de ellos nació el ritón que a menudo se confundía con el cuerno de la abundancia (cornucopia). Veamos la cita: “Existe también el rhytum llamado primero κέρας … Anteriormente un cuerno llamado ῥυτόν era empleado para beber. Parece que fue utilizado por primera vez por el rey Ptolomeo Filadelfo (s. III), para servir de ornamento a las estatuas del templo de la reina Arsinoe que llevan un cuerno de este tipo en la mano izquierda, lleno de todo tipo de frutas de temporada; los artistas querían demostrar que este cuerno estaba mejor provisto que el de Amaltea. Théoclès habla así en su Ithyphalles:




"Todos los trabajadores nos han ofrecido sacrificios hoy para la salvación de nuestro amado rey, con los que me voy después de beber este cuerno lleno. "



[…] Pero parece que este tipo de ῥυτόν fue realizado por el ingeniero Ctesibio para el templo de Arsinoe. Se trataba de un cuerno doble


Según el texto de Ateneo se cree que este invento de Ctesibio era un mecanismo para verter vino por uno de los cuernos y por el otro era un instrumento musical a modo de órgano hidráulico: Dionisio de Sinope, como he dicho anteriormente, hizo mención del ritón, dando detalles de algunos vasos en su Sozuse. Hédyle habla, en sus Epigramas, del ritón hecho que había hecho el ingeniero Ctesibio:


"Tú que amas beber vino puro, ve al querido santuario de Zéphyre para ver el hermoso ritón de Arsinoe: […] llama a la danza mientras el líquido pasa como un hilo a través de un orificio reducido se oye un sonido agudo: la señal de la guerra se escucha también con cuerno de oro, que es el signo de los placeres de la mesa y como ha imaginado el Rey del Nilo, que es capaz de extraer de las aguas divinas una melodía propia de su país y es querido por los que se inician en los misterios sagrados. Sin embargo, honra a este ingenioso descubrimiento de Ctesibio. Lleva a los jóvenes al templo de Arsinoe. "


Si seguimos leyendo a Ateneo podemos ampliar nuestra investigación sobre el ritón: Pero Teofrasto, en su Tratado sobre La embriaguez, dice que la copa llamada rhytum se da a los héroes solo. Doroteo de Sidón, dice que los rhyta se asemejan a los cuernos, pero son perforados en ambos extremos, y los hombres beben de ellas por la parte inferior, por el que cae un suave chorro y su nombre viene de ese flujo: απὸ τῆς ῥύσεως, del fluir”.


De la lectura de las diferentes citas sobre el ritón concluimos:



- Solía confundirse con los cuernos (κέρας) o con el cuerno de la abundancia por presentar una forma parecida.


- Sirve para beber por su parte inferior.


- Se relacionaba con el mundo religioso.






A continuación para poder entender mejor la diferencia con el cuerno de animal veamos cuál era su función y forma.


Se trataba de una copa para beber durante los banquetes de lujo o para las libaciones, caracterizada por tener la forma de un cuerno con la representación de la cabeza de un animal, como por ejemplo, una cabra, un toro, un caballo, un jabalí, un perro, un ciervo, un cerdo,… También sabemos que eran vasos votivos, empleados en las ofrendas en los santuarios, o funerarios, en los ajuares de las tumbas de los muertos.


Como particulares podemos decir que presentaba dos orificios, uno en la parte superior más ancho para introducir el vino puro en el caso de realizar una libación a los dioses o de vino mezclado con agua si era para el consumo humano. Otro en la parte inferior, de dimensiones mucho más reducidas, por el que se bebía su contenido o se arrojaba al suelo. Este orificio solía estar ubicado en el hocico o en la nariz del animal representado. La presencia de esta abertura inferior era lo que le diferenciaría de cuerno (κέρας), pues con el cuerno se bebía por el agujero superior.


Se cree que en primer lugar se empleó el cuerno de animal para beber y con el tiempo se empezaron a fabricar los ritones metálicos o de cerámica, decorados incluso con piedras preciosas, tomando como modelo la forma que presentaba el cuerno. Para darle más relieve y personalidad a la copa se le dio forma de cabeza de animal. Así pues podemos pensar que el ritón sería la evolución del κέρας. En este sentido leemos en Nono de Panópolis, en su epopeya Dionisíacas, XII 359-362 al hablar sobre los sátiros dice: “Y entonces como las copas aún no existían, extrajeron la bebida con cuernos de buey; por eso después se tomó el divino nombre del cuerno para la mezcla del vino”.


Otra característica que mostraba era un asa para poder alzarlo al beber. La posición que tomaba cuando era utilizado lo asemeja bastante a la actual bota de vino, botijo o porrón.


Al visitar los museos son muchos los ejemplares que podemos encontrar en sus vitrinas, aunque también es frecuente verlos plasmados en frescos, en esculturas e incluso dibujados en vasijas de cerámica de figuras rojas sobre fondo negro. En estos casos los ritones suelen estar en manos de sátiros, hecho que les da un carácter obsceno.

Veamos cuál ha sido el simbolismo que se le ha dado a lo largo de la historia:




  • Al tener la forma de un cuerno, éste indicaría prosperidad, de ahí el cuerno de la abundancia (cornucopia) con el que se ha confundido más de una vez.


  • Al tratarse de la representación de animales, éstos encarnarían la naturaleza, el poder y la fertilidad por lo que se justificaría su forma zoomórfica.



Esta idea de prosperidad y fertilidad está unida a la religión y a las reuniones sociales en banquetes de lujo, e incluso a cuestiones supersticiosas como es el ahuyentar el mal de ojo por medio de símbolos fálicos, aspecto que nos recordaría el ritón con su forma de cuerno.


Pese a que se encuentran con más frecuencia en el mundo griego sabemos de su uso en los banquetes de los romanos, e incluso aparecen representados en los frescos de los lararios en la mano izquierda de los dioses protectores de la casa, Lares.


Para acabar acudamos a las fuentes clásicas romanas en las que podemos encontrar un curioso epigrama de Marcial, II, 35 dedicado a un patizambo en el que se hace una mención al ritón:



“Puesto que tú tienes unas piernas que parecen los cuernos de la luna, podrías, Febo, lavarte los pies en un ritón”




Plurimam salutem!





*Imágenes propias




ACTUALIZADO EL TÍTULO, gracias a la sugerencia de Pompilio