Con
la máxima: "Disfruta la vida mientras
puedas, puesto que el mañana es incierto”, Epicuro resume a la perfección la idea
del memento
mori, “recuerda que morirás”
que además de ser una filosofía de vida también solía formar parte de los
banquetes romanos.
En
los conuiuia se invitaba no sólo a
magníficos manjares sino a disfrutar de los sentidos y a aprovechar al máximo el
presente (carpe diem), recordando la fugacidad de la vida, como menciona
Luciano, Diálogo de
los muertos, I, 3:
”Y a los ricos, mi querido y pequeño Pólux, dales este recado de mi parte, ¿Por qué guardáis el oro, necios? ¿Por qué os atormentáis calculando intereses y amontonando talento sobre talento, cuando tendréis que ir en breve allá con un simple óbolo?”
”Y a los ricos, mi querido y pequeño Pólux, dales este recado de mi parte, ¿Por qué guardáis el oro, necios? ¿Por qué os atormentáis calculando intereses y amontonando talento sobre talento, cuando tendréis que ir en breve allá con un simple óbolo?”
En
el mismo sentido leemos en muchos autores una invitación a beber y gozar de la
brevedad de la vida, como por ejemplo, en el Apéndice Virgiliano, La tabernera, 35 y ss:
“¿Por qué guardas para la ingrata ceniza las perfumadas guirnaldas? ¿O prefieres que una lápida con corona cubra tus huesos? Trae vino y dados; que se muera quien se preocupa del mañana: La Muerte advierte agarrándote oreja: «¡Disfrutad, pronto vendré por vosotros!”.
“¿Por qué guardas para la ingrata ceniza las perfumadas guirnaldas? ¿O prefieres que una lápida con corona cubra tus huesos? Trae vino y dados; que se muera quien se preocupa del mañana: La Muerte advierte agarrándote oreja: «¡Disfrutad, pronto vendré por vosotros!”.
Marcial, II, LIX: “Me
llamo Mica aurea. Estás viendo lo que soy: un pequeño cenador. Fíjate que desde
aquí ves el mausoleo del César. Rompe los lechos, pide vino, corónate de rosas, perfúmate con nardo: un dios en persona te invita a que te acuerdes
de la muerte”
Marcial, V, LXIV: “Calisto,
échame dos dobles de falerno y tú, Alcimo, derrite sobre ellos las nieves
veraniegas. Que mi cabellera llegue a chorrear, empapada en amomo sin medida, y que las guirnaldas de rosas fatiguen
mis sienes. Los mausoleos tan cercanos nos
invitan a vivir, enseñándonos que hasta los dioses pueden morir”
En
los banquetes se promovía el recuerdo de esta idea, de manera que se han
encontrado diferentes elementos que tenían en común la presencia de un esqueleto que evocaba la
fragilidad del hombre:
- Bien en forma de mosaicos pavimentales, como el bien conocido de Pompeya que estaba en el suelo de un triclinium y que se encuentra en el museo de Nápoles. Representa al pocillator que servía en vino en los banquetes con dos jarras (askós) en sus manos.
- Bien con la exhibición de un esqueleto de plata o de madera que recibía el nombre de larua conuiuialis y de ella nos hablaba Petronio, Satiricón, 34:
“Mientras bebíamos,
pues, y nos extasiábamos ante tales magnificencias, un esclavo trajo un esqueleto de plata, tan bien armado, que sus articulaciones y vértebras móviles
podían girar en cualquier dirección. Después de dejar caer este esqueleto
varias veces sobre la mesa y hacerle tomar varias actitudes gracias a sus
articulaciones movibles, Trimalción añadió: ¡Ay! ¡Pobres de nosotros! ¡Qué poquita cosa es el
hombre! ¡He aquí en qué pararemos todos nosotros cuando el Orco se nos lleve!
¡A vivir, pues, mientras tengamos salud"
Esta costumbre fue tomada por los griegos
y por los romanos de los egipcios según afirmaba Heródoto, Hª, II, 78:
“Entre los egipcios, por lo menos en los banquetes de
los ricos, al terminar la comida, un hombre da la vuelta con una figurita de madera en un ataúd, pintada
y esculpida con mucho realismo […] muestra esta figura a cada uno de los
comensales, diciéndoles:” tal has de
verte tú después de muerto”.
Plutarco, Banquete de los siete sabios, 148 B justifica el por qué de su uso convivial:
“La momia, que los egipcios solían, con
buen juicio, colocar y mostrar a los
comensales en los banquetes para recordarles que pronto ellos serían como
ella, a pesar de que llega como un invitado desagradable e intempestivo, sin
embargo aporta alguna ventaja, si impulsa
a los comensales no a la bebida y al placer, sino a la amistad y al afecto
mutuo y los exhorta a no hacer una vida, que es muy corta por el tiempo,
larga por sus malas acciones”
- Bien en forma de copas talladas con relieves de las que hablaremos con más detenimiento la semana próxima.
Estas
copas llamadas modioli por recordar en su
forma a un tipo de recipiente que servía para medir el trigo (modius), se utilizaban en los brindis, seguramente
en la comissatio o bacanal. Estaban
hechas de plata o de cerámica.
La
mayoría de ellas presentaban tallados en sus relieves
diferentes elementos que hacían referencia al banquete:
Guirnaldas
de flores principalmente rosas, que solían decorar todo el
diámetro de la copa, recordando a los ornamentos festivos de un convite.
Alimentos
y ánforas de vino, se trataba primordialmente de carnes y
pescados por ser los productos consumidos por la élite. El vino no podía faltar
en estos banquetes por lo que es frecuente la imagen de ánforas, copas, …
Instrumentos
musicales, que recuerdan
el papel tan importante de la música en los banquetes.
Mesa
circular con tres patas. Según su función recibía el
nombre de cilliba, si en ella se colocaba el
servicio de alimentos y ocupaba la posición central en el triclinium, o cilibantum, si se ubicaba el vino, en ese caso se trataba de una
mesa auxiliar.
Leyendas,
que invitan a beber y olvidar del tipo “cógeme y úsame” o "dame de beber"
La semana próxima nos centraremos en las famosas copas de Boscoreale.
Plurimam salutem!
*Imágenes
propias, excepto esqueleto
7 comentarios:
Como siempre disfruto con la lectura de sus artículos y de vez en cuando los archivo en unas carpetas que tengo a su nombre y al de Amparo.
Hoy iba a poner al día mi archivo de sus artículos, el último archivado el de 17 de febrero y veo que les ha puesto la herramienta de no poder copiar y pegar, estoy de acuerdo con esta herramienta, hay muchos que tratan de beneficiarse del trabajo de otros y esta protección es muy útil.
Tengo archivados todos sus artículos desde que comenzó a publicarlos, si los tengo archivados es porque me resulta mucho más fácil consultarlos en un único archivo que ir saltado de pagina en pagina vía Internet.
Muchas gracias por su trabajo bien hecho.
Que pase buena semana a pesar del gobierno.
Saludos
Querido Apicius qué alegría saber de usted.
Me sabe mal haber puesto la herramienta de no copiar, pues sé que muchas personas archivan los post para leerlos con más calma, pero por desgracias no todo el mundo es tan honesto como usted y me he llevado la sorpresa de encontrar alguno/-s de mis trabajos en otras manos.
En cualquier caso si necesita alguno en concreto no tengo problemas en enviárselo personalmente.
Gracias por estar de nuevo al otro lado. Me he alegrado mucho.
Abrazos
Qué maravilla poder leer posts así. Gracias por acercar la cultura romana a todos los que nunca nos sentimos lo suficientemente cerca.
Buenos días Charo:
No tiene porque sentirse mal por haber activada esta herramienta contra el copia y pega, yo también la utilizo y desde que la puse han bajado las copias fraudulentas.
Gracias por su ofrecimiento, pero no es necesario, ya que todo lo sigue teniendo en la red, yo los archivaba para mi comodidad de consulta.
A pesar que no le hago muchos comentarios, sigo leyendo sus publicaciones, y si me he dado ahora de la modificación, es que solía archivar de cuando en cuando.
Muchas gracias por su desinteresada labor.
Que pase buen día a pesar del gobierno.
Saludos
Muchas gracias a usted por estar siempre ahí.
Me encanta saber que es uno de los lectores De Re Coquinaria.
Un saludo
Gracias por tu comentario. Los amantes del mundo clásico siempres son bienvenidos en este blog.
Saludos
Los banquetes existen desde hace mucho tiempo. Se encontraba muchos banquetes en la epoca romana.
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