domingo, 22 de octubre de 2023

ALIMENTOS PARA CUIDAR LA VOZ

 Con la llegada del otoño y los cambios de temperatura, vamos a investigar sobre un tema muy interesante y curioso. 


 Se trata de conocer qué técnicas y alimentos se empleaban en la antigüedad para cuidar la voz, no sólo de los cantantes y actores sino también de los oradores, maestros y políticos.

Sabemos que hoy en día aquellas personas cuya herramienta de trabajo es la voz, la cuidan con esmero: hidratándola, con ejercicios de calentamiento, con una alimentación adecuada, respetando los límites de su voz, no gritando, etc. Todas estas técnicas ya se empleaban en el mundo grecorromano. Así pues, veamos qué nos cuentan los autores clásicos al respecto.

 Lo primero que nos llama la atención es que, al igual que hoy en día, el cuidado de la voz suponía un gran esfuerzo como nos indica Platón, Leyes, 664 d: “Pero a los que han pasado esta edad --dado que ya no son capaces de soportar el esfuerzo que exige el canto- debemos dejarlos como narradores, divinamente inspirados, de leyendas acerca de los mismos caracteres típicos”

 Suetonio, Nerón, 20 y ss nos explica cómo cuidaba su voz el emperador antes de cantar: “La música era una de las artes en que le habían instruido desde su infancia; ya emperador, hizo venir al palacio a Terpno, al mejor arpista de la época, sentándole a su lado durante muchos días después, de la comida de la tarde, para oírle cantar hasta muy avanzada la noche. Poco a poco dióse a meditar sobre este arte y a ejercitarse en él, no omitiendo precaución alguna de las que emplean de ordinario los cantores para conservar la voz y para fortalecerla, como son, acostarse sobre la espalda con el pecho cubierto con una hoja de plomo; tomar lavativas y vomitivos y abstenerse de frutas y de alimentos reputados contrarios […] Cantó a menudo durante varios días, tomando luego algún descanso para recuperar la voz

Cómo se recomendaba calentar la voz.

Aristóteles, Problemas, 901 a y b, 22 nos habla sobre la importancia de ejercitar la voz en ayunas y al levantarse: “¿Por qué a los que gritan después de las comidas se les estropea la voz? Y podríamos ver que todos los que declaman, como actores, coristas y otros similares, hacen sus ejercicios al amanecer y en ayunas. […]Por eso ni los que tienen fiebre ni los que han padecido una fiebre fuerte pueden cantar inmediatamente después de la remisión de la fiebre: pues la faringe se les ha puesto áspera debido al calor. Después de las comidas, es probable que el aire interno sea abundante y caliente; un aire así es lógico que al salir hiera y deje áspera la tráquea: cuando sucede esto, es normal que la voz se estropee”.

De nuevo hace mención al calentamiento de la voz en ayunas y al amanecer en Problemas, 904 b, 46: “¿Por qué se rompe más la voz estando borrachos que sobrios? ¿Es porque al estar saturados se rompe la voz rápidamente?'". La prueba de esto es lo siguiente: ni los coros ni los actores ensayan después de comer, sino estando en ayunas. Durante la borrachera, como están más llenos, lógicamente se les rompe más la voz”

 También Platón en Leyes, 665 d, hace referencia a ensayar en ayunas: “En consecuencia, se avergonzaría todavía más de cantar de pie en el teatro y para todo tipo de gente. Y si como los coros que compiten por la victoria, obligaran a tal gente a cantar estas cosas, con la voz entrenada, delgados y en ayunas, ¿lo harían, supongo, totalmente con desgana, cantando sin placer y con vergüenza?”


 
También se aconseja no mantener relaciones sexuales para que no repercuta en la voz, así nos lo ha transmitido Plutarco, Moralia, IX, 737 b: “Y mencionaron también a la mujer del actor trágico Teodoro  que no consintió en acostarse con estando próximo al certamen pero cuando llegó triunfante al lado de ella, lo abrazó y dijo: Hijo de Agamendón, ahora te es posible es”

Sobre qué alimentos consumir para cuidar la voz, lo primero que nos dice en Aristóteles es  no abusar en la mesa pues puede repercutir en el cuidado de la voz, así lo manifiesta Ateneo VIII, 343 E cuando nos refiere una  historia sobre un actor trágico llamado Leonteo que por su afición a la comida tuvo problemas de voz: “Aficionado al buen yantar era también Leonteo de Argos el trágico [TrGF I 242], discípulo de Atenión, que fue sirviente del rey Juba de Mauritania, según dice Amaranto en sus libros Sobre la escena teatral, afirmando que Juba compuso para él el siguiente epigrama [FGrH 275, fr. 104 = F GE, fr. 1], en ocasión de una mala interpretación de su Hipsipila:

No me mires a mí, un eco de Leonteo el trágico, devorador de cardos, cuando dirijas la mirada al maligno corazón de Hipsipila. Que antaño fui yo amigo de Baco, y él no admiraba tanto con sus orejas de lóbulos de oro ninguna otra voz. En cambio ahora, trébedes, cacharros y sartenes secas a me han privado de voz por complacer a mi estómago”

Totalmente lo contrario al consejo de Aristóteles leemos en Plutarco, Moralia, 349 a, 10-13 que era conveniente una comida copiosa antes de salir a cantar: “Los que sufragaban los coros ofrecían a los coreutas anguilas, lechugas tiernas, perniles y el tuétano. Les daban espléndidos banquetes durante todo el tiempo en que ejercitaban sus voces y llevaban una vida regalada”


También Ateneo, XIV, 17, 51 propone el consumo de sustancias viscosas como el congrio: “Pero Amoibée, que casualmente se encontró con él, le respondió muy apropiadamente con este pasaje de la Citharède de Clearque: “Devora un congrio blanco con todas estas sustancias viscosas; fortalece el pecho y hace que nuestra voz sea muy clara”

Algo parecido encontramos en Aristóteles, Problemas, 903 b, 39 que aconseja el uso de puerros y ajos para aclarar la voz gracias a su viscosidad: “¿Por qué los puerros convienen para tener buena voz, dado que también van bien para las perdices? ¿Es porque los ajos hervidos suavizan, y los puerros tienen una cierta viscosidad? Eso aclara la garganta”

En Dioscórides encontramos recomendaciones sobre el uso de diferentes plantas medicinales que podrían ayudar a preservar y mejorar la voz:

Dioscórides, habla del uno del rejalgar, un sulfuro de arsénico que es útil para purificar la voz: Ha de preferirse el rejalgar de color intenso, rojo, [desmenuzable], fácil de majar y puro, el que se parece al cinabrio en el color y tiene además un olor semejante al del azufre. […] En electuario con miel purifica la voz y, mezclado con resina, es el mejor remedio bebido para los que jadean”  (V, 105)

El empleo de vinagre de cebolla albarrana suaviza la vozsorbido, hace fuerte <y dura> la garganta y vuelve el sonido de la voz intenso y claro  (V, 17)

 El siluro fresco, comido, es nutritivo y beneficioso para el vientre; salado no es nutritivo pero purifica la tráquea y hace la voz bien templada (II, 27)

Dioscórides habla de la Asa dulce. Nace en lugares de Siria, Armenia, Media  y Libia. Su tallo se llama máspeton y es comparable a la cañaheja. Tiene las hojas semejantes al apio, la semilla es ancha <como una hoja y se llama magýdaris.>[…]. {5} Beneficia en las asperezas duraderas de la garganta y purifica al momento la voz súbitamente enronquecida, disuelta en agua y tragada; retrae la úvula hinchada, en ungüento con miel, y es beneficiosa para los que sufren de anginas su gargarismo con aguamiel” (III, 80)

Como hemos podido comprobar el cuidado de la voz tenía un papel importante para aquellas personas cuya voz era su herramienta de trabajo como actores, cantantes, oradores, profesores,...una idea poco alejada de la que ocurre en nuestros días.

Plurimam salutem!!

 

domingo, 8 de octubre de 2023

PHTHOIS, TORTITAS DE QUESO

Tras el descanso estival, volvemos de nuevo a la marcha, con las fuerzas renovadas y cargados de ilusión.



Comenzaremos la temporada con un dulce de queso que nos ha legado Ateneo XIV,  647 d- e:

"En cuanto al phthois, se hace así: se exprime un poco de queso, se tritura, se pasa por un colador de cobre y se echa un poco de miel, una hemina de harina fina y se amasa todo para incorporarlo"

POSIBLE ADAPTACIÓN DE LA RECETA

Ingredientes

200 gr de queso cheddar o requesón

60 gr de miel

100 gr de harina 

Aceite para untar la bandeja del horno

Elaboración

En primer lugar, rallaremos el queso, en el caso de ser cheddar o lo desmenuzamos, si se trata del requesón. 

A continuación, lo incorporamos en la harina y lo amasamos bien. 

Cuando veamos que se ha conseguido una masa homogénea y blanda, añadimos la miel y volvemos a amasar.

Después dejaremos reposar la masa, bien tapada, como mínimo una hora.

Trascurrido ese tiempo, con la ayuda de un rodillo y sobre una superficie enharinada,  extenderemos la masa para hacer pequeñas tortitas.

Colocaremos las tortitas en una bandeja de horno, impregnada de aceite y las doraremos durante unos 15 0 20 minutos a unos 180 º.

Se pueden servir con miel, patés salados o dulces, frutas o frutos secos.

¡Están deliciosas!

Prosit!

Plurimam salutem!!