domingo, 18 de octubre de 2020

PAPAVER SOMNIFERVM L.- II


En una entrada anterior trabajamos las características, cultivo y siembra de las amapolas, en esta ocasión nos centraremos en sus USOS CULINARIOS

Al igual que en la actualidad se empleaban en la cocina las semillas maduras de color gris azulado, la variedad nigrum, para la elaboración de panes y pasteles. Pero también se utilizaban las semillas blancas de la variedad album, para espesar las salsas. Aunque nos llama la atención el fragmento de Ateneo, II, 68 e que nos indica que es una planta adecuada para hervir: Diocles de Caristo, en el libro I de su Sobre la salud [fr. 120 Well.], afirma que verduras silvestres adecuadas para hervir son: lechuga (de ella la mejor es la negra), mastuerzo, cilantro, mostaza, cebolla (sus variedades, ajo bravo y cebolleta), ajo, cebollino, pepino, melón, adormidera

 En panes y pasteles

 Sus semillas tostadas y rociadas de miel se servían como postre además de ser el condimento principal en los dulces.

 Dioscórides, IV, 64 nos comenta su uso en la cocina: “Se la llama ‘bolsera’ (thylakîtis)”. Sus simientes sirven para hacer un pan destinado al uso medicinal. Y mezclada con miel se sirven de ella a guisa de sésamo”

Plinio, XIX, 53: “Lamapola blanca, cuya semilla, reseca y mezclada con miel, solía servirse en el segundo plato en las mesas de los antiguos; En la actualidad, también, la gente del campo lo rocía sobre la corteza superior de su pan, haciéndolo adherirse por medio de la yema de los huevos, la corteza inferior se sazona con perejil para realzar el sabor de la harina”

Ateneo, III, 111 a nos habla de los panes de adormidera: Menciona los panes de adormidera (makonides). Alcmán, en el libro quinto, de este modo [PMG, fr. 19]: Siete lechos y otras tantas mesas cubiertas de panes de adormidera, [y de lino, y de sésamo y, en pequeñas escudillas, pasteles dorados”

 Ateneo, III, 113 c: El llamado pan boletino (boletinos) imita la forma de un hongo. La artesa se engrasa, esparciéndose por el fondo semillas de adormidera, sobre las que se pone la masa, y mientras fermenta no se pega a la tapa de la amasadera. Cuando se mete en el homo, se esparce en el cacharro de barro algo de sémola por el fondo, a continuación se coloca encima el pan, y adquiere un color  hermosísimo, parecido al del queso ahumado”

Ateneo, XIV, 647 F- 648 a nos describe otro dulce con semillas de amapola: “Koptoplacoûs. Hacemos, (dice Crisipo nuevamente) en la isla de Creta, una especie de placoides llamados gastridos o barrigones. Aquí está el procedimiento: tome nueces, almendras, semillas de amapola que asará con cuidado; luego tritúrelos bien en un mortero limpio, mezcle estas tres cosas, tritúrelas añadiendo miel y pimienta. Se volverá negro a causa de la pimienta; aplaste esta masa en un cuadrado, luego muela el sésamo blanco, amase con miel, para hacer dos bloques entre los cuales colocará la masa negra anterior, ajustándola bien en el medio”

En Catón, Agr. Encontramos dos dulces en los que se utiliza la amapola, 79 [LXXXVIII]: “Haz los globos de la siguiente manera: mezcla del mismo modo el queso con la alica; hazlos con eso del volumen que quieras. Echa grasa en un caldero caliente de cobre. Fríelos de uno en uno o de dos en dos y dales vuelta a menudo con dos espátulas; sácalos cuando estén fritos, úntalos de miel y échales encima amapola molida; sírvelos así”

84 [XCIII]: “Haz el savillum de la siguiente manera: mezcla todo junto media libra de harina, dos libras y media de queso, como para el libum, un cuarto de libra de miel y un huevo.  Unta de aceite una escudilla de barro. Cuando lo hayas mezclado todo bien, échalo en la escudilla, cubre la escudilla con una tapadera de barro. Mira que lo cuezas bien por el centro, donde es más alto: cuando esté cocido, retira la escudilla, úntalo de miel, echa encima amapola molida, colócalo un poco bajo la tapadera de barro y retíralo después: sírvelo así en su escudilla y con una cuchara”

 Como condimento de carnes

Petronio, Satiricón, I, 31 sirve unos lirones con estas semillas: “Dos pasarelas soldadas entre si tenían encima unos lirones salpicados con miel y adormidera”

Seguiremos comentando más curiosidades sobre esta hierba.

Plurimam salutem!

domingo, 4 de octubre de 2020

PAPAVER SOMNIFERVM L.- I


Con el nombre científico de mēkōn hēmerosκων μερος) conocemos la adormidera, llamada así por su longitud (mekos) según algunos autores, pero según otros como Nicandro, Alexipharmaca, 1. 433 y 444 por no levantar polvo: "mekon se llama así de “mí konein” (para no levantar polvo), es decir, no para estar activo" […] "la etimología de mekon se deriva de “mí akonein”, como dice el dicho, es decir, no causar una evacuación intestinal".

 También recibe otros nombres como ‘lechetrezna rastrera’ (khamaisýkē), ‘amapola’ (mēkōn rhoiás),  ‘semilla ácida’ (oxýgonon) y para los romanos papauer somniferum, como se puede leer en Catón, Plinio, el viejo, Celso,…

El opio se extrae de la amapola y quizás su etimología venga de una de las características de esta planta. Deriva de la palabra griega opos (jugo) y de ahí pasó al latín. 

 Encontramos muchas referencias a la adormidera en los autores clásicos, principalmente como fuente terapéutica y narcótica, pero también alimenticia y ritual.

 Se han vinculado las amapolas con las diosas de la fertilidad como Ceres, Deméter y Venus. Y también con divinidades relacionadas con la muerte y el sueño como Somnus (Hipnos griega), Morfeo y Thanatos (muerte).

 En primer lugar veamos qué nos cuentan las fuentes clásicas sobre ella, sus características, tipos y cultivo.

 CARACTERÍSTICAS Y TIPOS

Sabemos de la existencia de varios tipos de papaver: la cultivada  y la silvestre, una con semilla blanca y otra con negra.

Dioscórides, IV, 64 nos habla de los diferentes tipos que existían: “Hay una especie cultivada y hortense. […] Se la llama ‘bolsera’ (thylakîtis); tiene la cabezuela alargada y la simiente blanca. Otra es la silvestre, que tiene la cabezuela plana, la simiente negra, la cual se denomina ‘tinajera’ (pithîtis), aunque también ésta es llamada por algunos rhoiás, porque destila un licor. La tercera especie es más silvestre, más pequeña y más medicinal que las anteriores; su cabezuela es alargada”

Teofrasto, IX, 12, 3, 4 y 5 también hace referencia a los diferentes tipos: Son varias las clases de amapolas silvestres. Una llamada adormidera marina o «glaucio» es negra. Su hoja es como la del tientayernos, pero no tan negra. El tallo adquiere una altura como de un codo. La raíz es gruesa y superficial. El fruto es retorcido como un pequeño cuerno; se recolecta cuando se cosecha el trigo. Otra especie de amapola es la llamada rhoiás, que es parecida a la achicoria silvestre, por lo cual es comestible. Crece en los sembrados, sobre todo entre la cebada. Tiene la flor roja y una cápsula que viene a tener la anchura de la uña del dedo humano. Se recolecta antes de la siega de la cebada, cuando aún está un poco verde. Hay otra amapola que se llama «heraclea»  Tiene la hoja como la de la saponaria, con la que blanquean el lino; raíz delgada y superficial; el fruto blanco […] Todas estas plantas, por consiguiente, tienen un mismo nombre, pero son distintas”

Plinio, XIX, 53 también nos enumera los tres tipos: Hay ciertas plantas que se cultivan en compañía con otras, la amapola, por ejemplo, sembrada con coles y calabazas […]. De la amapola cultivada hay tres tipos, la primera es la amapola blanca, […]. El segundo tipo es la amapola negra, de la cual, al hacer una incisión en el tallo, se destila un jugo lechoso; y el tercero es el conocido por los griegos con el nombre de "rhoas"; y por nosotros como la amapola salvaje. Esto último crece espontáneamente, pero en los campos, más particularmente, que se han sembrado con cebada: crece a la altura de un codo y tiene una flor roja, que se desvanece rápidamente; es a esta flor a la que le debe su nombre griego.
En cuanto a los otros tipos de amapolas que brotan espontáneamente, tendremos ocasión de hablar de ellas al tratar las plantas medicinales. Que la amapola siempre ha sido estimada entre los romanos, tenemos una prueba en la historia relacionada con Tarquinio  el Soberbio quien, golpeando las amapolas más altas en el jardín, ofreció de forma oculta aquella sanguinaria respuesta a los mensajeros enviados por su hijo”

Teofrasto, I, 12, 1 nos describe el carácter lechoso de esta planta: El humor de los árboles, según se ha dicho ya, presenta diferentes modalidades de gustos. Es, a veces, lechoso, como el de la higuera y el de la adormidera”

Teofrasto, IX, 8, 1 completa su descripción: El acopio del jugo se obtiene, o bien de los tallos, como ocurre con la lecherina, la escarola y la mayoría de las plantas, o bien de las raíces, o bien, en tercer lugar, de la cabezuela, como en el caso de la adormidera, porque ésta es la única planta de la que se extrae así y esta es la característica de ella”

Teofrasto, I, 9, 4 explica que: De entre los subarbustos y plantas herbáceas hay que mencionar las siguientes: …. orégano, apio, amapola  y muchos tipos más de plantas silvestres”

La característica principal de esta planta son sus semillas y es la parte más empleada. De ello  nos habla Teofrasto, I, 11, 2: De la misma manera, otras plantas tienen las semillas en cápsulas o desnudas; en cápsulas, como la amapola y otras semejantes a ésta”

Teofrasto, IV, 8, 10 compara la flor de loto con la amapola: El tamaño de la «cabeza» es como el de la cápsula más grande de amapola y tiene ranuras como las de ésta todo alrededor, pero el fruto está más apiñado en las amapolas”

ÉPOCA DE SIEMBRA

Paladio, III, 24, 2 nos indica cuándo hay que sembrarla: “Hacia mediados de febrero….También se siembra el cardo, el mastuerzo, el culantro y la adormidera”

Paladio, X, 13,1 también habla del mes de septiembre: “Se siembra ahora la adormidera en parajes secos y calurosos. Puede incluso sembrarse con otras plantas. Se dice que nace mejor después de haber quemado sus talos y renuevos

Plinio, XVIII, 61 se refiere a la siembra de las semillas de amapola: “Uno de los períodos aquí mencionados, es el mismo que ahora se está considerando, siendo el momento apropiado también para sembrar lino y amapola.  Con referencia a esto último, Catón da el siguiente consejo: "Quema, en la tierra donde se ha cultivado  cereal, las ramitas y ramas que no te son útiles, y cuando eso esté hecho, siembra la amapola allí". ”

También Catón, Agr.  38, 4 [XLV] hace referencia a esta planta y a su siembra: “Si no puedes vender la leña y las varas y no tienes piedra con la que cocer la cal, haz carbón de leña; quema en tierra de cultivo las varas y sarmientos excedentes de uso. Ahí donde los hayas quemado, siembra amapola”

Como podemos ver son muchas las referencias clásicas a estas semillas, cuyo estudio continuaremos en otras entradas.

Plurimam salutem!!