domingo, 4 de octubre de 2020

PAPAVER SOMNIFERVM L.- I


Con el nombre científico de mēkōn hēmerosκων μερος) conocemos la adormidera, llamada así por su longitud (mekos) según algunos autores, pero según otros como Nicandro, Alexipharmaca, 1. 433 y 444 por no levantar polvo: "mekon se llama así de “mí konein” (para no levantar polvo), es decir, no para estar activo" […] "la etimología de mekon se deriva de “mí akonein”, como dice el dicho, es decir, no causar una evacuación intestinal".

 También recibe otros nombres como ‘lechetrezna rastrera’ (khamaisýkē), ‘amapola’ (mēkōn rhoiás),  ‘semilla ácida’ (oxýgonon) y para los romanos papauer somniferum, como se puede leer en Catón, Plinio, el viejo, Celso,…

El opio se extrae de la amapola y quizás su etimología venga de una de las características de esta planta. Deriva de la palabra griega opos (jugo) y de ahí pasó al latín. 

 Encontramos muchas referencias a la adormidera en los autores clásicos, principalmente como fuente terapéutica y narcótica, pero también alimenticia y ritual.

 Se han vinculado las amapolas con las diosas de la fertilidad como Ceres, Deméter y Venus. Y también con divinidades relacionadas con la muerte y el sueño como Somnus (Hipnos griega), Morfeo y Thanatos (muerte).

 En primer lugar veamos qué nos cuentan las fuentes clásicas sobre ella, sus características, tipos y cultivo.

 CARACTERÍSTICAS Y TIPOS

Sabemos de la existencia de varios tipos de papaver: la cultivada  y la silvestre, una con semilla blanca y otra con negra.

Dioscórides, IV, 64 nos habla de los diferentes tipos que existían: “Hay una especie cultivada y hortense. […] Se la llama ‘bolsera’ (thylakîtis); tiene la cabezuela alargada y la simiente blanca. Otra es la silvestre, que tiene la cabezuela plana, la simiente negra, la cual se denomina ‘tinajera’ (pithîtis), aunque también ésta es llamada por algunos rhoiás, porque destila un licor. La tercera especie es más silvestre, más pequeña y más medicinal que las anteriores; su cabezuela es alargada”

Teofrasto, IX, 12, 3, 4 y 5 también hace referencia a los diferentes tipos: Son varias las clases de amapolas silvestres. Una llamada adormidera marina o «glaucio» es negra. Su hoja es como la del tientayernos, pero no tan negra. El tallo adquiere una altura como de un codo. La raíz es gruesa y superficial. El fruto es retorcido como un pequeño cuerno; se recolecta cuando se cosecha el trigo. Otra especie de amapola es la llamada rhoiás, que es parecida a la achicoria silvestre, por lo cual es comestible. Crece en los sembrados, sobre todo entre la cebada. Tiene la flor roja y una cápsula que viene a tener la anchura de la uña del dedo humano. Se recolecta antes de la siega de la cebada, cuando aún está un poco verde. Hay otra amapola que se llama «heraclea»  Tiene la hoja como la de la saponaria, con la que blanquean el lino; raíz delgada y superficial; el fruto blanco […] Todas estas plantas, por consiguiente, tienen un mismo nombre, pero son distintas”

Plinio, XIX, 53 también nos enumera los tres tipos: Hay ciertas plantas que se cultivan en compañía con otras, la amapola, por ejemplo, sembrada con coles y calabazas […]. De la amapola cultivada hay tres tipos, la primera es la amapola blanca, […]. El segundo tipo es la amapola negra, de la cual, al hacer una incisión en el tallo, se destila un jugo lechoso; y el tercero es el conocido por los griegos con el nombre de "rhoas"; y por nosotros como la amapola salvaje. Esto último crece espontáneamente, pero en los campos, más particularmente, que se han sembrado con cebada: crece a la altura de un codo y tiene una flor roja, que se desvanece rápidamente; es a esta flor a la que le debe su nombre griego.
En cuanto a los otros tipos de amapolas que brotan espontáneamente, tendremos ocasión de hablar de ellas al tratar las plantas medicinales. Que la amapola siempre ha sido estimada entre los romanos, tenemos una prueba en la historia relacionada con Tarquinio  el Soberbio quien, golpeando las amapolas más altas en el jardín, ofreció de forma oculta aquella sanguinaria respuesta a los mensajeros enviados por su hijo”

Teofrasto, I, 12, 1 nos describe el carácter lechoso de esta planta: El humor de los árboles, según se ha dicho ya, presenta diferentes modalidades de gustos. Es, a veces, lechoso, como el de la higuera y el de la adormidera”

Teofrasto, IX, 8, 1 completa su descripción: El acopio del jugo se obtiene, o bien de los tallos, como ocurre con la lecherina, la escarola y la mayoría de las plantas, o bien de las raíces, o bien, en tercer lugar, de la cabezuela, como en el caso de la adormidera, porque ésta es la única planta de la que se extrae así y esta es la característica de ella”

Teofrasto, I, 9, 4 explica que: De entre los subarbustos y plantas herbáceas hay que mencionar las siguientes: …. orégano, apio, amapola  y muchos tipos más de plantas silvestres”

La característica principal de esta planta son sus semillas y es la parte más empleada. De ello  nos habla Teofrasto, I, 11, 2: De la misma manera, otras plantas tienen las semillas en cápsulas o desnudas; en cápsulas, como la amapola y otras semejantes a ésta”

Teofrasto, IV, 8, 10 compara la flor de loto con la amapola: El tamaño de la «cabeza» es como el de la cápsula más grande de amapola y tiene ranuras como las de ésta todo alrededor, pero el fruto está más apiñado en las amapolas”

ÉPOCA DE SIEMBRA

Paladio, III, 24, 2 nos indica cuándo hay que sembrarla: “Hacia mediados de febrero….También se siembra el cardo, el mastuerzo, el culantro y la adormidera”

Paladio, X, 13,1 también habla del mes de septiembre: “Se siembra ahora la adormidera en parajes secos y calurosos. Puede incluso sembrarse con otras plantas. Se dice que nace mejor después de haber quemado sus talos y renuevos

Plinio, XVIII, 61 se refiere a la siembra de las semillas de amapola: “Uno de los períodos aquí mencionados, es el mismo que ahora se está considerando, siendo el momento apropiado también para sembrar lino y amapola.  Con referencia a esto último, Catón da el siguiente consejo: "Quema, en la tierra donde se ha cultivado  cereal, las ramitas y ramas que no te son útiles, y cuando eso esté hecho, siembra la amapola allí". ”

También Catón, Agr.  38, 4 [XLV] hace referencia a esta planta y a su siembra: “Si no puedes vender la leña y las varas y no tienes piedra con la que cocer la cal, haz carbón de leña; quema en tierra de cultivo las varas y sarmientos excedentes de uso. Ahí donde los hayas quemado, siembra amapola”

Como podemos ver son muchas las referencias clásicas a estas semillas, cuyo estudio continuaremos en otras entradas.

Plurimam salutem!!

No hay comentarios: