sábado, 23 de febrero de 2008

IENTACULUM

Hace un tiempo insertamos un video para realizar una receta de pescado. Esta vez, gracias a nuestra amiga Amparo podremos disfrutar de un buen desayuno: OVA FRICTA.





Pese a ser unos huevos fritos, parece que saben mejor si nos lo cuentan en latín.

Plurimam salutem!

viernes, 15 de febrero de 2008

NÉCTAR, AMBROSÍA Y AMOR





Muchas bebidas han sido comparadas con el néctar que bebían los dioses inmortales en las alturas del Olimpo, pero qué podría superar al amor como néctar de nuestras almas.

Son frecuentes los versos en los que al hablar de amor se utilizan los términos néctar y ambrosía, pero qué eran en realidad estos elementos.



Si tomamos como punto de partida las fuentes clásicas encontramos dos usos muy diferentes de estos términos:


  • Como ungüento, utilizado para ungir el cuerpo de los muertos, preservándolos así de la descomposición:
Tetis- “Yo procuraré apartar los importunos enjambres de moscas, que se ceban en la carne de los varones muertos en la guerra. Y aunque estuviera tendido un año entero, su cuerpo se conservaría igual que ahora e incluso mejor. […] Dicho esto, infundiéndole fortaleza y audacia, y echó unas gotas de ambrosía y de rojo néctar en la nariz de Patroclo para que el cuerpo se hiciera incorruptible(Homero, Il. XIX, 39)

Según Dioscórides III, 114 y Plinio XXVII la ambrosía era una planta de un tamaño pequeño,como tres palmos de alta, con las hojas junto a la base del tallo”. Sus virtudes son las siguientes:astringente de acumulación de humores y disipante, si se aplica en cataplasma”.


  • Como alimento de los dioses que les proporcionaba la inmortalidad y les salvaguardaba de la vejez:

“Sentados en el áureo pavimento junto a Zeus, los dioses celebraban consejo. La venerable Hebe escanciaba néctar y ellos recibían sucesivamente la copa de oro” (Homero, Il. IV,

Cabe destacar que su empleo tanto como ungüento como alimento produce el mismo efecto, la “inmortalidad” y la “eterna juventud”.

Estas cualidades las encontramos implícitas en la etimología de ambas palabras.


En indoeuropeo existían las raíces *mer- y *nek vinculadas a la muerte; *nek- para designar la muerte inesperada y *mer- para la muerte natural. Estas raíces las podemos encontrar en las palabras NÉCTAR (*nek-) y AMBROSÍA (*mer-).


NÉCTAR, son varias las opciones etimológicas que se dan para explicar esta palabra:


Del término griego “neótes” que significa “juventud”.


De la ya comentada raíz indoeuropea para la palabra “muerte”.


AMBROSÍA, sería el sustantivo negativo del término griego βροtós que significa “mortal”, de manera que con la partícula negativa an- pasaría a ser “inmortal o que proporciona inmortalidad”.


Es muy frecuente encontrar en las fuentes clásicas la idea de proporcionar la inmortalidad y a su vez, la juventud eterna:


“La que hiere a los ciervos que con los dardos goza, con gran facilidad, la salvó y ambrosía encantadora vertió desde su cabeza para que su cuerpo permaneciese incólume, inmortal y libre de vejez”
(Hesíodo, 23 a.)

En esta misma línea encontramos los versos de Píndaro, 9, 62-64: “Y sobre sus rodillas,…néctar y ambrosía verterán y lo harán inmortal


Se cree que el néctar era la bebida, la parte líquida, y la ambrosía la comida, la parte sólida, aunque hay que comentar que en las fuentes esta distinción no está tan clara, pues en algunas obras su uso es al revés, néctar comida y ambrosía bebida.


Ateneo en Banquete de los eruditos, II, 39, recoge los diferentes usos que se hace de estos manjares divinos:

NÉCTAR COMO COMIDA

“Sé que Anaxándrides dice que el néctar no es la bebida, sino alimento de los dioses [PCG II, fr 58]:


El néctar como, amasándolo bien,

y bebo ambrosía en cantidad; a Zeus

sirvo la mesa, y ufano estoy de charlar

a cada momento con Hera, y sentarme junto a Ciprés”


Almán [, fr, 42] afirma también que los dioses “comen el néctar” y Safo dice [PLF 141]:


“Se había mezclado una cratera

de ambrosía,

y Hermes tomó un jarro

para escanciar vino a los dioses”



NÉCTAR COMO BEBIDA


“En cambio, Homero conoce el néctar como bebida de los dioses: “Iris se quedó suelto de los caballos y desde el coche, y antes de ellos emitidos ambrosía para comer." (Homero, Il, 369)


Esto nos lleva a pensar que ambos términos funcionan a la par, uno no se comprende sin el otro y viceversa, es decir, se complementan.


Algunos autores han considerado que estos términos podrían designar a la miel, pues era muy apreciada en la antigüedad y se creía un regalo de los dioses. Por ello se tenía por costumbre ofrendar a los dioses miel por creer que este era el néctar con el que se alimentaban.


“Íbico asegura que la ambrosía tiene nueve veces más dulzura que la miel” (Ateneo, II, 39)


No obstante, debemos tener en mente que tanto la ambrosía como el néctar están destinados a los dioses y no a los mortales, pues sabemos que se castigaba a aquellos mortales que pretendían privar de estos manjares a las divinidades, como es el caso de Tántalo, que fue condenado a no poder conseguir los alimentos que estaban a su alcance.


Los dioses, gracias al consumo de estos elementos, se caracterizaban por tener una sangre incolora, llamada en griego “icor”. Esta sangre era muy peligrosa para el mortal que entrara en contacto con ella, pues la muerte sería inmediata para su persona:


“Emergió la sangre divina, o por mejor decir, el icor; que tal es lo que tienen los venerables dioses, pues no comen pan ni beben vino negro, y por esto carecen de sangre y son llamados inmortales.”

(Homero. Il.V.339-342)

RECETAS DEL NÉCTAR Y LA AMBROSÍA


Según Ateneo II, 38 f: “algunos pueblos en los alrededores del Olimpo de Lidia preparan el llamado néctar, uniendo en una mezcla homogénea vino y panales de miel y las más olorosas flores”


Para elaborar el néctar, por tanto, habría que mezclar vino, miel y frutas. Para la ambrosía la receta sería unas gachas cocinadas con miel, fruta, aceite, queso, cebada y agua.


Coincidiendo con la festividad del día de los enamorados, esperemos que el néctar o la ambrosía os proporcionen un amor inmortal:


“En el cristal de tu divina mano
de Amor bebí el dulcísimo veneno,
néctar ardiente que me abrasa el seno,
y templar con la ausencia pensé en vano”



(Góngora, En el cristal de tu divina mano)


Plurimam Salutem!


*Fotografías propias

sábado, 9 de febrero de 2008

CULINA, CULINAE

Resulta curioso pensar que una estancia tan necesaria para nosotros como la cocina no tuvo en el mundo grecorromano la importancia ni la configuración que le damos hoy en día.
En la antigüedad no era frecuente la existencia de cocinas en las casas, lo único que se precisaba era un buen fuego donde poder elaborar la comida diaria.
Con el tiempo se creó una estancia pequeña situada normalmente detrás del atrium, en la parte posterior de la casa.
Se tiene la creencia de que realmente con la creación de una estancia en la que se pudieran almacenar los alimentos, elaborarlos con todos los utensilios al alcance de la mano y con un fuego que estuviera a la altura del cociner@, sin tener que estar en cuclillas o sentado para cocinar, en ese momento, se puede afirmar que nació la cocina no sólo como espacio físico, sino también creación de platos elaborados con tiempo y comodidad, fruto de un trabajo hecho con esmero.

Gracias a los restos arqueológicos de Pompeya y Herculano, conjuntamente con las fuentes clásicas, podemos establecer cuáles eran las partes de las que podía constar una CULINA ROMANA.

En los diez libros de la arquitectura, Vitruvio en el Cap. V nos describe cómo debe ser una cocina:

“En el patio, la cocina ha de estar situada en la parte más abrigada y caldeada(...) También las salas de baños deben estar contiguas a la cocina; porque así no estará lejos el servicio para las abluciones del personal de las casas de campo. La almazara debe estar asimismo próxima a la cocina para facilitar el trabajo en la preparación y suministro de las aceitunas.
En comunicación con este local estará la bodega, que habrá de tener las ventanas al Septentrión, porque si las tuviera a otro lado por donde pudiese ser caldeada por el sol, el vino que en ella se almacenare perdería su fuerza por el calor y se volvería flojo y desvaído.
La despensa del aceite, por el contrario, se ha de situar de tal modo que tenga las ventanas al Mediodía o a otro punto cálido del cielo, porque hay que evitar que el aceite se congele y procurar en cambio que merced a un calor moderado se mantenga siempre fluido.
El tamaño de ambos cilleros será proporcional a la cantidad de frutos y al nº de vasijas que cada uno ha de contener, las cuales, si son odres, deben ocupar a lo largo del centro un espacio de cuatro pies de diámetro”.

PARTES DE UNA CULINA ROMANA
  • FOCUS, banco de ladrillo donde habían varios hornillos en los que se cocinaba. Las cocinas no disponían de chimenea.
  • TRÍPODES o PARRILLAS donde se colocaban las cazuelas y ollas al cocinar.
  • LEÑERA debajo del focus.
  • LAVATRINA o pequeña pila para facilitar el lavado de manos.
  • LETRINA, era normal la presencia de un baño e incluso de un fregadero al lado del focus, ya que la única estancia de la domus en la que la existencia de agua está asegurada es en la cocina.
  • HORNO, siempre fuera de la casa, para cocer pan u otros alimentos.












  • PENUS, despensa orientada al norte para evitar los rayos del sol y la presencia de insectos.
  • CÁMARAS (incluso, subterráneas) para conservar el vino, el aceite y productos preparados para permanecer durante un tiempo (salazones, conservas, embutidos,...)
Acabar con un epigrama de Marcial, Es pronto para cenar, XVII, VIII, en el que nos cita a la cocina:

“Todavía no te ha anunciado el esclavo la hora quinta y ya vienes Ceciliano, a cenar a mi casa cuando no hace mucho se disiparon los roncos litigios de la hora cuarta y la arena del circo cansa aún a las fieras de los espectáculos en honor de Flora. Anda, corre y llama, Calixto, a los criados que aún no se han bañado: aprestemos los lechos; siéntate. Pides el agua caliente; aún, no me han puesto en casa la fría; todavía está helada la desierta cocina y el hogar sin fuego. Más vale que vengas por la mañana, ¿Por qué has de esperarte hasta la hora quinta para almorzar llegas demasiado tarde?”


Plurimam salutem!

*Fotografías propias
** Cocina Romana construida por Juanvi Santa Isabel para el
taller de cocina DE RE COQUINARIA



viernes, 1 de febrero de 2008

¡CULTIVA, OH LABRADOR, EL OLIVO QUE ES GRATO A LA PAZ!

Al conmemorar el día de la PAZ y desde un blog vinculado al mundo clásico no podemos dejar de referirnos a la rama de olivo y su ancestral significado.

El olivo, un árbol en un principio silvestre y de hoja perenne, tuvo un papel importante en el mundo clásico. Muestra de este valor es el número de leyendas en las que el olivo era el protagonista.

Junto al roble era considerado un árbol sagrado, al pensar que fue la diosa Atenea quien creó el primer olivo. A su vez, un árbol inmortal, con una longevidad asombrosa y un símbolo de regeneración, pues ante la sequía, las inclemencias de tiempo, posibles enfermedades, etc., el olivo podía sufrir o caer en decadencia, pero, como el ave Fénix, renacía de sus cenizas, perpetuándose en un nuevo brote.

Su fruto era muy apreciado, no sólo en su forma original, las olivas (fáciles de conservar, consumibles durante todo el año, ricas en grasas y calorías,…), sino también el jugo dorado que se extrae de ellas, el aceite.

Así pues, todas estas características elevan al olivo como un árbol que indica prosperidad, fecundidad, perpetuidad, es decir, paz y armonía para una sociedad.

De ahí que la rama de olivo fuera utilizada por los antiguos griegos como símbolo de paz, en diversas ocasiones: los vencedores de los juegos Olímpicos eran coronados con hojas de olivo cortadas del árbol que crecía en la Acrópolis; se celebraban fiestas para solicitar buenas cosechas en las que ofrendaban a los dioses ramas de olivo, frutas y figuras elaboradas con madera de olivo; al finalizar una batalla, los vencidos entregaban a los vencedores una rama de este árbol como símbolo de tregua, aceptación de la derrota y paz.

El uso del olivo en la antigüedad estaba vinculado a la religión, por lo que sabemos que sólo se podía utilizar la madera de este árbol para quemarla en los altares. En los hogares se colgaban ramas de olivo para ahuyentar los malos espíritus y las pitonisas dormían sobre hojas de olivo para que la madre tierra les infundiera poderes de predicción.

Como ya hemos comentado, en un principio que era un árbol silvestre, pero gracias a los griegos aprendieron a cultivarlo. Fue extendido su conocimiento en todas las regiones de Grecia por Heracles gracias a sus viajes para realizar sus trabajos. Por consiguiente, el olivo, junto a la vid y los cereales, llegó a formar parte de la “tríada” de los antiguos agricultores.

Este árbol predilecto de los dioses, albergaba un gran número de leyendas y creencias, veamos algunas:

Se creía que aquellos nacidos bajo un olivo tenían antepasados divinos, pues, según algunas versiones, tanto los gemelos Apolo y Artemisa como Rómulo y Remo fueron cobijados por las ramas de este árbol cuando vieron la luz del día por primera vez.

Nos cuenta Homero en la Odisea que su protagonista construyó su cama nupcial con madera de olivo por lo que su unión con Penélope tenía el beneplácito de los dioses y sería infinita, pese a la adversidad.

En la lucha por el patronazgo de la ciudad de Atenas, la diosa Atenea hizo brotar un olivo, símbolo de paz para los atenienses, frente al caballo o a la fuente de agua salada, según versiones, que ofreció Posidón. Las fuentes clásicas narran que el dios del mar, ofendido por no poder dar su nombre a la ciudad griega, envió a uno de sus hijos para cortar el árbol que Atenea regaló, pero no pudo conseguirlo.

Este olivo continúa siendo el emblema de la ciudad de Atenas y podemos encontrar un ejemplar en la Acrópolis, detrás del Erecteion como estuvo siglos atrás. Venerado y protegido por los atenienses, pues aquel que osara dañar al olivo podría morir víctima de la cólera de los dioses o ser castigado con el destierro.

El amor, respeto y veneración por el olivo fue legado a la civilización romana que transmitió al mundo esa idea de paz y prosperidad aprendida de los griegos.

Para finalizar unos versos de las Geórgicas de Virgilio:

Contrariamente a la vid, el olivo no exige cultivo, una vez que se adhiere a la tierra y soporta sin desfallecer los soplos del cielo.

Por sí misma la tierra, abierta con el arado, ofrece ya suficiente humedad a las diversas plantas y da buenos frutos cuando se utiliza debidamente la reja.

Cultiva, pues, ¡oh labrador!, el olivo,

que es grato a la paz.

N.B: Como muestra de concordia y paz en muchos centros educativos se llevaron a cabo actividades en ese día, pero resulta más interesante si esas actividades se realizan "intercentros" y alumnos de diferentes institutos trabajan conjuntamente temas relativos a la paz.

Podréis encontrar la aplicación didáctica llevada a cabo por los IES nº de 3 de Cheste (La Llama de Vesta) y Ausiàs March de Manises (Calíope).


Para más tener información sobre el día de la Paz y el ARA PACIS podéis acudir a la página Hortus Hesperidum.


Plurimam salutem!

* Fotografías propias