viernes, 15 de febrero de 2008

NÉCTAR, AMBROSÍA Y AMOR





Muchas bebidas han sido comparadas con el néctar que bebían los dioses inmortales en las alturas del Olimpo, pero qué podría superar al amor como néctar de nuestras almas.

Son frecuentes los versos en los que al hablar de amor se utilizan los términos néctar y ambrosía, pero qué eran en realidad estos elementos.



Si tomamos como punto de partida las fuentes clásicas encontramos dos usos muy diferentes de estos términos:


  • Como ungüento, utilizado para ungir el cuerpo de los muertos, preservándolos así de la descomposición:
Tetis- “Yo procuraré apartar los importunos enjambres de moscas, que se ceban en la carne de los varones muertos en la guerra. Y aunque estuviera tendido un año entero, su cuerpo se conservaría igual que ahora e incluso mejor. […] Dicho esto, infundiéndole fortaleza y audacia, y echó unas gotas de ambrosía y de rojo néctar en la nariz de Patroclo para que el cuerpo se hiciera incorruptible(Homero, Il. XIX, 39)

Según Dioscórides III, 114 y Plinio XXVII la ambrosía era una planta de un tamaño pequeño,como tres palmos de alta, con las hojas junto a la base del tallo”. Sus virtudes son las siguientes:astringente de acumulación de humores y disipante, si se aplica en cataplasma”.


  • Como alimento de los dioses que les proporcionaba la inmortalidad y les salvaguardaba de la vejez:

“Sentados en el áureo pavimento junto a Zeus, los dioses celebraban consejo. La venerable Hebe escanciaba néctar y ellos recibían sucesivamente la copa de oro” (Homero, Il. IV,

Cabe destacar que su empleo tanto como ungüento como alimento produce el mismo efecto, la “inmortalidad” y la “eterna juventud”.

Estas cualidades las encontramos implícitas en la etimología de ambas palabras.


En indoeuropeo existían las raíces *mer- y *nek vinculadas a la muerte; *nek- para designar la muerte inesperada y *mer- para la muerte natural. Estas raíces las podemos encontrar en las palabras NÉCTAR (*nek-) y AMBROSÍA (*mer-).


NÉCTAR, son varias las opciones etimológicas que se dan para explicar esta palabra:


Del término griego “neótes” que significa “juventud”.


De la ya comentada raíz indoeuropea para la palabra “muerte”.


AMBROSÍA, sería el sustantivo negativo del término griego βροtós que significa “mortal”, de manera que con la partícula negativa an- pasaría a ser “inmortal o que proporciona inmortalidad”.


Es muy frecuente encontrar en las fuentes clásicas la idea de proporcionar la inmortalidad y a su vez, la juventud eterna:


“La que hiere a los ciervos que con los dardos goza, con gran facilidad, la salvó y ambrosía encantadora vertió desde su cabeza para que su cuerpo permaneciese incólume, inmortal y libre de vejez”
(Hesíodo, 23 a.)

En esta misma línea encontramos los versos de Píndaro, 9, 62-64: “Y sobre sus rodillas,…néctar y ambrosía verterán y lo harán inmortal


Se cree que el néctar era la bebida, la parte líquida, y la ambrosía la comida, la parte sólida, aunque hay que comentar que en las fuentes esta distinción no está tan clara, pues en algunas obras su uso es al revés, néctar comida y ambrosía bebida.


Ateneo en Banquete de los eruditos, II, 39, recoge los diferentes usos que se hace de estos manjares divinos:

NÉCTAR COMO COMIDA

“Sé que Anaxándrides dice que el néctar no es la bebida, sino alimento de los dioses [PCG II, fr 58]:


El néctar como, amasándolo bien,

y bebo ambrosía en cantidad; a Zeus

sirvo la mesa, y ufano estoy de charlar

a cada momento con Hera, y sentarme junto a Ciprés”


Almán [, fr, 42] afirma también que los dioses “comen el néctar” y Safo dice [PLF 141]:


“Se había mezclado una cratera

de ambrosía,

y Hermes tomó un jarro

para escanciar vino a los dioses”



NÉCTAR COMO BEBIDA


“En cambio, Homero conoce el néctar como bebida de los dioses: “Iris se quedó suelto de los caballos y desde el coche, y antes de ellos emitidos ambrosía para comer." (Homero, Il, 369)


Esto nos lleva a pensar que ambos términos funcionan a la par, uno no se comprende sin el otro y viceversa, es decir, se complementan.


Algunos autores han considerado que estos términos podrían designar a la miel, pues era muy apreciada en la antigüedad y se creía un regalo de los dioses. Por ello se tenía por costumbre ofrendar a los dioses miel por creer que este era el néctar con el que se alimentaban.


“Íbico asegura que la ambrosía tiene nueve veces más dulzura que la miel” (Ateneo, II, 39)


No obstante, debemos tener en mente que tanto la ambrosía como el néctar están destinados a los dioses y no a los mortales, pues sabemos que se castigaba a aquellos mortales que pretendían privar de estos manjares a las divinidades, como es el caso de Tántalo, que fue condenado a no poder conseguir los alimentos que estaban a su alcance.


Los dioses, gracias al consumo de estos elementos, se caracterizaban por tener una sangre incolora, llamada en griego “icor”. Esta sangre era muy peligrosa para el mortal que entrara en contacto con ella, pues la muerte sería inmediata para su persona:


“Emergió la sangre divina, o por mejor decir, el icor; que tal es lo que tienen los venerables dioses, pues no comen pan ni beben vino negro, y por esto carecen de sangre y son llamados inmortales.”

(Homero. Il.V.339-342)

RECETAS DEL NÉCTAR Y LA AMBROSÍA


Según Ateneo II, 38 f: “algunos pueblos en los alrededores del Olimpo de Lidia preparan el llamado néctar, uniendo en una mezcla homogénea vino y panales de miel y las más olorosas flores”


Para elaborar el néctar, por tanto, habría que mezclar vino, miel y frutas. Para la ambrosía la receta sería unas gachas cocinadas con miel, fruta, aceite, queso, cebada y agua.


Coincidiendo con la festividad del día de los enamorados, esperemos que el néctar o la ambrosía os proporcionen un amor inmortal:


“En el cristal de tu divina mano
de Amor bebí el dulcísimo veneno,
néctar ardiente que me abrasa el seno,
y templar con la ausencia pensé en vano”



(Góngora, En el cristal de tu divina mano)


Plurimam Salutem!


*Fotografías propias

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Emilio
Como bien escribes, Charo, la ambrosía les salvaguardaba de la vejez y también tenía como efecto, tal como apuntas, la inmortalidad y la eterna juventud.
Entre los clásicos la juventud era un atributo de los dioses inmortales, por eso en las primeras representaciones gráficas del Jesús cristiano (como el del mosaico de la villa de Hinton St. Mary, Dorset, Gran Bretaña, del siglo IV), se le representa joven e imberbe, por la enorme influencia que ejercía todavía, y como es lógico, el mundo clásico.
Como también indicas, los dioses no comen pan ni beben vino negro. Ese vino negro, que creemos tinto, también lo describe, sin ser los mortales dioses, como parte de esa alegría de vivir como describe Hesíodo al referirse al hombre de campo en la felicidad del estío: “Entonces puedo tener a la sombra de una roca vino de Biblos…., puedo beber el vino negro y tumbarme a la sombra, satisfecho el corazón por la comilona, el rostro vuelto hacia el soplar vivo del céfiro…”
Aunque ahora en invierno me quedo mejor con la descripción de las “Elegías” de Tíbulo (I, 45). Lo que no supieran estos clásicos…
Mi más cordial saludo

Charo Marco dijo...

Qué razón tienes Emilio.
La juventud ha sido asociada siempre a lo divino: "los amados por los dioses mueren jóvenes", es una manera de obtener la eterna juventud a los ojos de los seres queridos.

Gracias por tus interesantes aportaciones

Un cordial saludo