domingo, 14 de marzo de 2021

CAPPARIS SPINOSA, L, LA ALCAPARRA

 Capparis spinosa L., es el nombre con el que se conoce a la deliciosa alcaparra.


 Isidoro en su Etimología, XVII, 10,20 nos explica su procedencia: “Parece ser que el nombre de la alcaparra (kapparis) es de origen griego y debido a que posee una cabezuela redonda en que están contenidas las semillas”

 Se trata de una planta procedente del mediterráneo, de la familia de las caparidáceas, cuyos frutos y tallos tiernos son comestibles.

 Son muchas las citas que encontramos entre los autores clásicos sobre esta planta. Veamos qué nos cuentan los autores clásicos.

CARACTERÍSTICAS DE LA ALCAPARRA

Teofrasto, I, 3, 6 nos habla sobre su naturaleza silvestre: “Al mismo tiempo parece que hay alguna diferencia natural, por de pronto, en el caso de plantas silvestres y cultivadas, habida cuenta de que algunas no pueden vivir como las cultivadas ni toleran en absoluto el cultivo, antes al contrario con él sufren quebranto, como el abeto, el pino, el acebo y, en general,  todas aquellas plantas que se encariñan con regiones frías y nevadas, y lo mismo es aplicable a ciertos subarbustos y hierbas como la alcaparra y el altramuz”

Teofrasto, III, 2, 1 vuelve de nuevo a comentar la naturaleza silvestre de la alcaparra: “Porque dicen que las especies silvestres de estos arbustos maduran sus frutos mejor y son más dulces que los cultivados. Y, así, cualquier otra planta que no tolere ser cultivada, ya sea árbol o algunas de las plantas de menor fuste, como silfio, alcaparra y, entre las legumbres, el altramuz; los cuales, puede decirse, son silvestres por naturaleza

Teofrasto, VI, 1, 3 explica que tienen espinas por lo que la clasifica como una planta espinosa: “Si bien muchos árboles y arbustos tienen espinas en los tallos o troncos, como el piruétano, el granado, la zarza, el rosal y la alcaparra. Éstas son las diferencias que podrían establecerse en las plantas espinosas

 Teofrasto, VI 4, 1 vuelve a tratar el tema de las espinas: También la alcaparra tiene la propiedad de poseer espinas, no sólo en los tallos, sino que tiene también hojas espinosas. De las clases que hemos distinguido la más numerosa es la que tiene sus hojas espinosas, mientras que la menos numerosa es la completamente espinosa”

 Teofrasto, VI 5,  2 nos describe sus características: “La alcaparra, como ya se ha dicho, tiene características distintas de estas plantas, ya que, en efecto, tiene las hojas y el tallo espinosos, mientras que la pimpinela espinosa y el titímalo espinoso tienen las hojas carentes de espinas. Tiene una sola raíz, crece a ras del suelo y su tallo es rastrero. Germina y florece en el verano y la hoja se mantiene verde hasta el orto de la Pléyade. Se goza en los lugares algo arenosos y sueltos, y se dice que no gusta de crecer en terreno cultivado y que,  aún así, se cría cerca de las ciudades y en terrenos buenos, y no como el silfio, que lo hace en regiones montañosas. Pero esto no siempre es verdad”

 Columela XI también habla sobre su siembra y de sus características: hacia las calendas de Abril,…también se ha de sembrar en este tiempo el cohombro, la calabaza y la alcaparra, para que nazcan más temprano […] La alcaparra, en la mayor parte de las provincias, nace espontáneamente en los barbechos; pero si se hubiere de sembrar en los países donde no la hay, necesitará un sitio seco, y éste se deberá rodear antes con una zanjilla que se llenará de piedras y cal, o de mezcla a la cartaginesa, para que sirva de parapeto, por decirlo así, impenetrable a los tallos de dicha mata que se extienden por casi todo el terreno, sino se les estorba con algún dique: lo cual, sin embargo, no es tan incómodo (pues se pueden arrancar de cuando en cuando) como perjudicial, pues tienen una ponzoña perniciosa, y con su jugo esterilizan el terreno. Ningún cultivo exige, e se contenta con uno muy ligero, como que se mantiene fuerte aun en los campos desiertos sin trabajo del labrador: se siembra en ambos equinoccios”

Paladio, IV, 9,5 nos habla sobre la siembra en el mes de marzo: “También en este mes (marzo) es buena época de sembrar lechuga, acelga, puerro y alcaparra, amén de ajedrea y mastuerzo”

Paladio, X, 13, 2 explica las características de la alcaparra: “Durante estos días se siembra la alcaparra. Es muy trepadora, con su savia daña las tierras. Así, pues, debe sembrarse, para evitar que se desparrame muy lejos, en suelo magro y seco, cercado por una fosa o por una ceñida tapia de barro; combate por sí sola las hierbas. Florece en verano; hacia el ocaso de las Pléyades, la alcaparra se marchita.”

Paladio, V, 3,5 comenta que se plantaba en abril: “También en el presente mes (abril) …a comienzos, plantaremos la alcaparra, el sérpol y los planteles de colocasia”

Paladio, XI, 11, 4:“…, a primeros, la menta, la zanahoria, el tomillo, el orégano y la alcaparra, así como la acelga en lugares muy secos.

Columela XII dice sobre su recolección y conservación:Preparadas estas cosas convendrá coger para el gasto, hacia el equinoccio de primavera, pella y tallo de col, alcaparra, […] Todas estas yerbas se guardan muy bien con un mismo aliño, esto es, mezclando dos partes de vinagre con una de salmuera fuerte […] Conviene secar en la casería por muchos días, hasta que se marchiten, las pellas y los tronchos de col, las alcaparras, el hinojo marino, el poleo y la yerba puntera, y en seguida encurtirlas del mismo modo que la férula, la ruda, la ajedrea y el orégano”

Teofrasto, VII,   10, 1 sobre su floración dice lo siguiente: “En efecto, algunas plantas, en lo relativo a su brotadura y floración, son plantas de verano, tales como el cardillo bravío, el pepinillo del diablo, como se dijo también de plantas arbustivas, de la olivardilla, de la alcaparra y de las otras, porque ninguna de éstas florece o brota tampoco antes de su estación propia

Teofrasto, VII,  8, 1 habla sobre las diferencias entre las plantas herbáceas: “He aquí una diferencia común a todas las plantas herbáceas: algunas tienen tallos rectos y fibrosos, otras tallos gruesos, como la malva silvestre, el peine de Venus y el pepinillo del diablo. […] entre las plantas espinosas, el abrojo, la alcaparra y otras, porque la susodicha característica es aún más llamativa en éstas. […] Esta característica es común también, no sólo a todas las plantas herbáceas y subarbustos, sino también a los arbustos

En otras entradas hablaremos sobre el uso culinario y medicinal.

Plurimam salutem!!

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