Estos cambios climatológicos afectan en gran medida a nuestra salud. Al tratarse de algo que ha ocurrido siempre, puede resultar de interés la elaboración de vinos medicinales que sirvan para mejorarse ante un catarro y a su vez, nos permitan descubrir cómo curaban los clásicos los resfriados.
Dioscórides en su libro V nos ha legado algunos "caldos medicinales" elaborados con hierbas aromáticas tan útiles para la garganta como el tomillo y el orégano. Veámoslos:
VINO CONTRA EL CATARRO, 5.55
<Del vino
contra el catarro> (oînos pròs katárrous)
Se prepara un vino contra el catarro, contra toses, indigestiones,
flatulencias, exceso de humores de estómago: 2 dracmas de mirra, 1 dracma de
pimienta blanca, 6 dracmas de lirio,
3 dracmas de eneldo,
todo majado, átalo dentro de un lienzo a modo de envoltorio, échalo en 6
sextarios de
vino. Después de tres días, cuélalo, almacénalo en una botella y haz que se
beba después de un paseo, adminístralo puro y en cantidad de 1 ciato.
VINO DE TOMILLO, 5.49
<Del
vino de tomillo> (thymítēs)
Tras majar y cribar tomillo en cantidad de 100 onzas, átalo dentro de un
envoltorio de lienzo y échalo en un ánfora de mosto. Es conveniente para
las digestiones difíciles, falta de apetito, ausencia de fuerza, males de
nervios, dolores de hipocondrios, tiritonas invernales, contra los venenos que
enfrían y corrompen.
VINO DE ORÉGANO CABRUNO, 5.50
<Del
vino de orégano cabruno> (thymbrítēs)
El vino de orégano cabruno se prepara igualmente y es eficaz para lo mismo para
lo que lo es también el vino de tomillo.
VINO DE ORÉGANO 5.51
<Del
vino de orégano> (origanítēs)
El vino
de orégano se prepara con orégano igual que el del tomillo y es eficaz para las
mismas cosas.
A su vez, servirían no sólo para el catarro, sino también para aliviar la tos, son digestivos, tienen propiedades caloríficas e incluso ayudan ante el agotamiento.
Prosit!
Plurimam salutem!
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