sábado, 19 de enero de 2008

GRANATUM PUNICUM



“La granada es jugosa, amiga del estómago, no alimenticia”. Con estas palabras define Dioscórides a la granada.


ETIMOLOGÍA

Llamada por Plinio, XIII, 113, XXIII, 107, Punicum granatum, toma el apelativo de Punicum por hacer referencia a los fenicios que fueron los que introdujeron el fruto en el mundo romano. Se le aplicó el nombre de granatum del latín granatus “con granos” haciendo mención a los hermosos granos en forma de rubí que lo caracterizan.

Con el tiempo, se le aplicó el nombre de malum, así pues, malum punicum o malum granatum. Si hacemos un pequeño recorrido por las diferentes lenguas modernas encontramos un legado evidente de su etimología clásica:

En alemán: granatapfel

En inglés: pomegranate

En español: granada

En francés: grenade.

En italiano: granata

LA GRANADA Y LA LITERATURA

Al margen del apelativo, el granado es un árbol con un gran número de leyendas e historias mitológicas que se remontan a diferentes momentos de la historia.

Ya en el mundo egipcio encontramos un poema en el que los árboles toman la palabra para ensalzar todos sus atributos. El granado habla así:

“Mis granos son como sus dientes,
mis frutos como sus senos
,
yo soy el más hermoso del huerto. […]
Los árboles todos se marchitan salvo yo en
el plantío,
yo paso los doce meses en el huerto.
yo permanezco y, cuando cae l
a hoja,
la nueva que se anuncia está ya en mí.”

(La disputa de los árboles del huerto. Dinastía XX, 1150 a.C.)

En la leyenda frigia de Agdistis se cuenta que Zeus se enamoró de una estatua de Cibeles que se encontraba en el acantilado de Agdo. Al no poder unirse a la diosa, depositó su semen sobre la roca. Como consecuencia de esta acción, nació Agdistis, un ser hermafrodita que fue castrado por Dionisio. De las gotas de sangre surgió un granado.

En el mundo griego encontramos que en el Himno homérico II, a Deméter, 393- 414, se describe el diálogo entablado entre Perséfone y Deméter, tras el rapto de Hades.

“Hija, ¿no habrás acaso tomado algún manjar mientras estabas abajo? Dímelo, no lo ocultes, para que ambas lo sepamos. […] si hubieras comido, yéndote de nuevo a las profundidades de la tierra, habitarás allí la tercera parte de cada año, y las otras dos junto a mí y los demás mortales. […]

A su vez, le respondió la hermosísima Perséfone:

Pues bien, madre, te lo contaré todo sin engaño […] hades me trajo a escondidas unos granos de la granada, manjar dulce como la miel, y a pesar mío, por la fuerza, me obligó a comerlos.”

La mitología clásica nos cuenta que fue Ascáfalo, hijo de Aqueronte y una ninfa del Éstige el que delató a Perséfone, por lo que Deméter lo transformó en una lechuza.

Este episodio se narra en el mito de rapto de Perséfone. El hecho de considerar la granada como un alimento del mundo subterráneo es muy significativo y encontraría se explicación en la costumbre de ofrendar frutas con tonalidades rojas a los dioses y a los muertos.

A su vez, esta fruta estaba muy vinculada a la diosa Hera, divinidad que protegía el matrimonio y la fertilidad. Se sabe que era frecuente cultivar granadas en las proximidades de los templos de Hera.

Así pues, el consumo por parte de Perséfone de unos granos de granada simbolizó la unión indisoluble entre Hades y ella.

En Grecia la granada tenía varios nombres entre ellos destaca sidh, apelativo que recibía una joven que se suicidó para huir de los acosos de su padre. Los dioses se apiadaron de ella y de su sangre surgió un granado. A su padre lo castigaron y lo convirtieron en un milano, ave que jamás se aproxima a este árbol.

Muchas son las referencias de este fruto en la Biblia, por ejemplo, uno de los objetos llevados en el Arca fue el cetro sacerdotal que muestra el mando. Este cetro estaba coronado por una granada, o en el palacio del rey Salomón era frecuente la decoración de las paredes con granadas, o era utilizada como ofrenda a los novios, etc.

También en la literatura encontramos referencias a la granada:

Shakespeare, en Romeo y Julieta, escogió un granado para la escena en la que Romeo proclama su amor a Julieta.

[Entran ROMEO y JULIETA arriba, en el balcón]

JULIETA
¿Te vas ya? Aún no es de día.
Ha sido el ruiseñor y no la alondra

el que ha traspasado tu oído medroso.
Canta por la noche en aquel granado.
Créeme, amor mío; ha sido el ruiseñor.

ROMEO
Ha sido la alondra, que anuncia la mañana,
y no el ruiseñor. Mira, amor, esas rayas hostiles
que apartan las nubes allá, hacia el oriente.
Se apagaron las luces de la noche

y el alegre día despunta en las cimas brumosas.
He de irme y vivir, o quedarme y morir.

(Shakespeare, Romeo y Julieta, Acto III, escena V)

García Lorca, en su Canción oriental, hace una hermosa apología de la granada:

“La granada es corazón
que late sobre el sembrado.
Un corazón desdeñoso
donde no pican los pájaros.
Un corazón que por fuera

es duro como el humano,
pero da al que lo traspasa

olor y sangre de mayo.”

Se trata de un árbol importante que tuvo su presencia en la mayoría de los Jardines representativos de la historia, como los jardines colgantes de Babilonia, el jardín del Paraíso, e incluso en la Odisea, canto VII, se menciona esta fruta cuando se describe el jardín del palacio de Alcínoo :

“Más allá del patio, hay un jardín de cuatro yugadas; por todas partes está circundado por un muro. Allí crecen árboles altos y verdes, perales, granados, de brillantes frutos, dulces higueras y olivos siempre verdes. Los frutos de estos árboles no cesan en todo el año, no faltan ni un invierno ni en verano; sin cesar, el Céfiro con su hálito hace nacer a los unos y madurar a los otros. […]Tales eran los ricos presentes de los dioses en la morada de Alcino.”

Con este breve paseo literario, podemos concluir que era considerada por los antiguos símbolo de fecundidad y amor. Esta vinculación al mundo amoroso y el mundo de los muertos ha hecho que muchas sean las tradiciones en las que se utilizaba la granada, como por ejemplo:

En Mesopotamia se servía esta fruta como postre en las bodas.

Los babilonios pensaban que el consumo de granos de este fruto los hacía más valerosos e incluso invencibles ante los enemigos.

En el antiguo Egipto los muertos realizaban su viaje al otro mundo acompañados por granadas.

En Marruecos la granada es un símbolo de fertilidad por lo que se exprime el jugo de una granada sobre los cuernos de los bueyes que aran o se aplastan granos de granada sobre el filo del arado.

Las árabes recién casadas, como bendición de fertilidad, aplastan en sus tiendas el fruto de la granada.

Las novias turcas cuentan el número de granos de granada para saber el número de hijos con los que serán bendecidas.

Los chinos esparcen granos de esta fruta en la cámara nupcial en la noche de bodas, como símbolo de vida eterna y fertilidad.

BENEFICIOS PARA LA SALUD

En el mundo antiguo era muy apreciada, no sólo por su agradable sabor y beneficios para la salud sino también por la buena conservación que caracteriza a esta fruta, que permitía ser consumida a largo plazo.

Medio de conservación según Plinio:

Las granadas deben ser endurecidas mediante agua del mar, después secadas al sol durante tres días y colgadas de tal manera que estén protegidas del rocío de la noche. Cuando vayan a ser utilizadas deben ser lavadas cuidadosamente con agua fresca”.

Marco Varrón recomienda “guardar las granadas en grandes jarras de arena, y también, antes de abrirlas, cubiertas con tierra en ollas con la parte de abajo rota, pero sin aire, y con sus tallos embadurnados con brea, ya que, conservados de esta manera, ellas crecen a un tamaño más grande del que tienen en el árbol”.

Sabemos de la existencia de dos tipos gracias a las fuentes clásicas:

La dulce, que es mejor para el estómago, que engendra cierto calor en torno al estómago y flatulencias, por lo que no es apropiada para los febricitantes”

La agria, “que suaviza el ardor de estómago y es diurética, pero de sabor desagradable”. Presenta otros usos, “su cuesco, secado al sol y cocido, restaña el vientre y el flujo del estómago”

“El zumo de los cuescos, cocido y mezclado con miel, es útil contra las llagas de la boca, del pene [...] contra las pieles de las uñas de los dedos, [...] contra las otalgias y afecciones nasales.

Las hojas de la granada también eran utilizadas por ser cicatrizantes de enemas. A su vez, su decocción se empleaba para realizar enjuagues bucales que mejoraban las encías flácidas y dientes movedizos. Se creía que si uno ingería tres cálices sanos de la flor se vería libre de afecciones oftalmológicas. A su vez, su zumo era utilizado para conseguir un cutis más blanquecino.

Las cáscaras tenían el mismo uso que las flores. La decocción de las raíces mataba las lombrices.

Las fuentes clásicas nos informan sobre el por qué de los frutos blanquecinos de la granada, creían que si la fruta estaba expuesta en exceso al sol, el color rojizo de sus granos palidecía.

En la actualidad se sabe que el consumo de granadas es muy beneficioso para la salud, pues reduce las enfermedades degenerativas, el estreñimiento, la anemia, el colesterol, los problemas cardiovasculares, la faringitis, la sinusitis y la otitis. Se caracteriza por su gran número de antioxidantes que frenan el envejecimiento, rica en fibra, sales minerales, fósforo, hierro, magnesio, vitaminas C, B y E, potasio, calcio y zinc.

Acabar con curioso refrán español que dice:

“Granada madura, tentación segura”

Plurimam salutem!

*Fotografías propias.


THEATRUM NON DELENDUM!


Desde el blog DE RE COQUINARIA queremos manifestar nuestra preocupación por la noticia del desmantelamiento del teatro romano de Sagunt, pues consideramos que sería una gran pérdida para la difusión de la cultura clásica.

El teatro de Sagunt es un bien cultural en sí mismo que está cumpliendo actualmente con el cometido para el que fue diseñado, es decir, la representación de tragedias y comedias de autores griegos y romanos, gracias al Festival Juvenil de Teatro Grecolatino. Este certamen teatral está complementado por la realización de unos Talleres didácticos de cultura clásica, únicos en toda España.

Así pues, su “reversión” supondría la desaparición de estos LUDI SAGUNTINI, de los que pueden disfrutar alrededor de unos 12.000 alumnos y profesores, desde hace 12 años.

La actividad teatral ha sido el germen para la creación de grupos de trabajo, jornadas de cultura clásica y muchas otras actividades que tienen como objetivo primordial la divulgación del legado clásico, convirtiendo a Sagunt en un referente fundamental no sólo a nivel nacional sino más allá de nuestras fronteras. La paralización de las representaciones supondría un freno a esa labor que con tanto esfuerzo se ha venido desarrollando en los últimos años.

Durante la semana en la que se realizan los LUDI SAGUNTINI el pueblo se beneficia con la presencia de numerosas personas, no sólo estudiantes y profesorado, que demuestran que el espíritu clásico sigue vivo gracias a iniciativas como esta.


Por lo tanto, solicitamos que se mantenga el teatro en su actual condición para que no desaparezcan todos los logros conseguidos después de muchos años.

THEATRUM SAGUNTINUM NON DELENDUM EST!


Comunicaros que el próximo día 29 habrá una concentración delante del Ayuntamiento de Sagunt a las 19,00 h para solicitar la “no reversión”.


Plurimam salutem!

sábado, 12 de enero de 2008

INSTRUMENTA- CAPITULUM NONUM


FUMATOR

La apicultura, técnica de criar abejas (apis, en latín), ya estaba atestiguada en el mundo antiguo, pues la miel tenía diferentes usos:

a) Medicinal: para suavizar la garganta, dolor de oídos, picaduras, úlceras, ataques de gota, piel quemada por el sol, etc.


b) Religioso: Para realizar ofrendas y libaciones a los dioses.
c)
Alimenticio: condimento y conservante de carne, dulces o frutas. Para mezclar con el vino puro.
d) Cosmético: para el cuidado de la piel, contra las arrugas y para hacer perfumes.

Era necesario el uso de colmenas para aprovechar todos aquellos elementos que producían las abejas como miel, cera, polen, jalea real, propóleos, e incluso, el veneno. Muchos son los autores que hablan de la apicultura, como Aristóteles, Catón, Varrón, Plinio, Columela o Peladio.

Los romanos empleaban colmenas hechas con mimbres, corteza de alcornoque, corcho o recipientes de barro cocido. Para controlar a las abejas utilizaban un utensilio llamado FUMATOR, que era un ahumador, con él producían humo para que aturdir a los insectos inhibiendo sus ganas de volar y picar.

Este utensilio ha llegado hasta nuestros días con ciertas mejoras técnicas, pero con la misma función.

Columela, IX, 15, 4, nos describe el funcionamiento del fumator:

"Se introducirá humo de gálbano o de boñiga seca. Esto se echa con ascuas en una vasija de barro. Esta vasija se hace con asas. Cuando el pico de una olla así se introduce en la colmena, al soplar por el otro lado, se hace llegar el humo a las abejas, que no pueden soportar ese olor”

También Plinio habla de la costumbre de utilizar el ahumador antes de manipular una colmena:

Algunos pesan las colmenas al extraer la miel, calculando así la cantidad que van a dejar (...) En primer lugar, es imprescindible que quienes extraen miel estén bien lavados y puros. Las abejas odian el hedor y la menstruación de las mujeres. Cuando se extrae la miel resulta muy útil apartar las abejas con humo (...) el humo más denso sirve para sacudirles la pereza e incitarles al trabajo. Y por eso entre las clases de miel existe la que llaman “sin humo”. ( HN, L.XI, 30 y ss)

EQUIPO DE UN APICULTOR





Plurimam Salutem!

*Dibujo y fotografías propias.