domingo, 10 de noviembre de 2013

UNA TUMBA PECULIAR


Esta semana vamos a hablar de una hermosa tumba que se encuentra en la necrópolis de Pompeya, a las afueras de la puerta del Vesubio.

Fue dedicada a Caius Vestorius Priscus, un edil que murió alrededor del 70 ó 71 a. C, a los 22 años y fue erigida por su madre Mulvia Prisca.

Este monumento es digno de mención por los frescos decorativos de sus paredes pues en ellos aparecen algunos motivos relacionados con el mundo culinario.

Empecemos con la lectura de la inscripción en honor al magistrado. El texto dice:


"C (AIO) VESTORIO PRISCO aedil (i)
Vixit ANNIS XXII
LOCVS SEPVLTVRAE DATVS ET EN
FVNERE SESTERTIUM DUO MILIA
D (ecreto) D (ecurionum)
MULVIA PRISCA MATER P (ecunia) S (ua)

"Para Gayo Vestorius Prisco, edil.
Vivió 22 años.
Su tumba fue concedida, junto con 2.000 sestercios para su funeral por decreto de los decuriones. 
Mulvia Prisca, su madre, [lo costeó] con su dinero”.

Como vemos se trata de un personaje importante que se relacionaba con la élite municipal de Pompeya, hecho que justifica la excelencia del monumento.

Su tumba es muy peculiar. Se puede ver un altar funerario elevado, totalmente vallado. Para acceder al interior hay que atravesar una pequeña puerta posterior.

Al entrar se puede disfrutar de unos hermosos frescos que decoran la base del altar. Todas las pinturas están vinculadas a la vida y muerte de este joven magistrado.

Veamos algunos de estos frescos:
  • Entre ellos  se puede distinguir al joven ejerciendo sus tareas administrativas de edil, sentado en el tribunal y escoltado por unos lictores.


  • En otra de las paredes aparece representado una pareja de gladiadores luchando que puede tener una doble explicación:
                     a) Indicar una de las funciones de su cargo: organización de los espectáculos públicos (munus)

     b) Hacer referencia a la celebración de Ludi Scaenici (principalmente, Gladiatorii) en honor a los difuntos si se trataba de difuntos de estatus social elevado como bien nos indican las fuentes clásicas:

Dión Casio, XXXVII, 51:

“En estas fechas Fausto, el hijo de Sila, celebró en memoria de su padre un concurso de gladiadores y obsequió con magnificencia al pueblo, proporcionándole gratuitamente baños y aceite”

Suetonio, Calígula, XV:

“Instituyó asimismo oficialmente sacrificios a sus Manes que se celebrarían cada año, y además, en honor a su madre, unos juegos circenses y una carroza para llevar su imagen en procesión”

Suetonio, Julio, I, 26:

“Con el dinero obtenido de la venta del botín, prometió al pueblo un combate de gladiadores y un banquete en memoria de su hija, cosa que nadie había hecho antes de él. Para conseguir más expectación posible ante estos festejos, preparaba en su casa también todo lo concerniente al banquete, aunque lo hubiese alquilado a los abastecedores del mercado”

  • Otro fresco interesante es el que muestra la celebración de un banquete en el que se intuyen cinco personas recostadas brindando alrededor de una mesa circular y parece que un toldo cuelga sobre los comensales, por lo que se podría pensar que se trata de una celebración en un triclinium estival.
A la derecha de los comensales se puede apreciar a un esclavo detrás de una mesa en la que hay vasijas y copas de plata destinadas a ser utilizadas a lo largo del banquete.



La interpretación de esta escena  presentaría dos posibilidades:

    a)  Un banquete funerario, según había costumbre en el ámbito privado. Así pues el pater familias, como sacerdote del hogar y representante de la unidad familiar, debía tener la responsabilidad de llevar a cabo estas fiestas en honor a los dioses Manes de la familia. 
Ante el fallecimiento de un familiar, se llevaban a cabo unos banquetes iniciales, el silicernium, que consistía en una comida fúnebre después del entierro en el que, tras sacrificar una cerda a Ceres (porca praesentanea), se servían huevos, apio, habas, legumbres, lentejas, sal y aves de corral. 

A los nueve días del entierro, los familiares y amigos se reunían en una Cena Novendialis. Tras esta cena, los familiares se incorporaban de nuevo a la vida social.

-             b)   Un banquete familiar- social,  que recordaría la vida cotidiana del difunto y su buena situación social.  Quizás el banquete sea para festejar algún acontecimiento importante o para buscar respaldo político.

Junto a esta pintura se puede observar otra que representa a un pavo real con su cola recogida y diferentes imágenes de jardines con fuentes, árboles y entramados de madera. Destacar el árbol con granadas, fruta muy vinculada al mundo funerario.



  • Quizás uno de los frescos más significativos y bien conservados de la tumba es el que se encuentra a la parte interna del muro norte, en el que se aprecia una mesa (mensa vasaria) situada delante de unas cortinas rojas a modo de telón de fondo.

    La colocación de esta mesa vasaria junto a la escena del banquete no es casual, el objetivo es que el visitante pueda apreciar ambos frescos a la vez como una escena unitaria.
Sobre la mesa aparece expuesto un bello ajuar de plata con todo lo necesario para servir la bebida en banquetes importantes.


Podemos distinguir una cratera en el centro de la mesa, a cada uno de los lados se perciben los mismos objetos, como un juego de simetría pero jugando con los tamaños y formas: dos grandes copas, dos jarras, dos ritones a modo de cuernos, cuatro cálices, cuatro pequeños cyathus y dos cucharas para mezclar el vino y el agua.


Debajo de la mesa podemos distinguir una jarra y una patera que parecen de bronce si se comparan con el brillo de los objetos de plata que hay sobre la mesa. En los laterales también hay pintados unos jarrones de plata.

Llama la atención que las piezas de plata están perfectamente colocadas y no han sido usadas, evidentemente es un signo de gran categoría social, de lujo y principalmente de ostentación. Se trata de un escaparate para el visitante que muestra la importancia de este personaje no sólo en la sociedad del momento, sino también se busca que esa importancia perdure en el tiempo.

Visitar hoy en día la tumba de Vestorius Priscus produce la misma sensación de admiración que produciría a los antiguos romanos.

Plurimam salutem!



*Las imágenes han sido extraídas de estos enlaces:


2 comentarios:

Viena dijo...

Y también la impresión que recibimos tus lectores Charo, cuando podemos disfrutar de todo el detalle tan bien explicado, tal como nos lo regalas.
Ha sido como una excursión muy interesante por este monumento, y me ha encantado. Muchas gracias.

Charo Marco dijo...

Estimada Viena, gracias por tu comentario.
Eres un cielo, tus palabras me animan a seguir investigando

Gracias por estar ahí

Besos