domingo, 17 de enero de 2016

UN BRINDIS CON HYDROMEL

¡Qué mejor manera de celebrar la entrada del nuevo año que con un brindis!


En esta ocasión será con un poco de hidromiel casero, una adaptación de la receta clásica de CASIANO BASO, que en su Geopónica 8, 28 nos transmitió una recopilación de recetas de vinos, entre los que destaca cómo hacer un exquisito hidromiel.

Veamos la receta antigua:

HYDROMEL (ὕδωρ « agua » y μέλι « miel »)

"1. Toma agua vieja de lluvia, o si no es posible hervida hasta reducirla a un tercio, mezcla con ella una cantidad suficiente de miel y échala en un recipiente, poniéndola diez días a la sombra y dejándole un orificio de ventilación, y consúmelo, así; si se deja envejecer estará mejor. 
2. Los médicos expertos lo administran para la debilidad, sabiendo que se compone sólo de agua y miel. 
3. Otros mezclan con miel nieve pura, lo agitan y lo reservan, y se convierte en un remedio contra las quemaduras. Lo llaman ‘nievemiel’"

POSIBLES ADAPTACIONES DE LA RECETA

OPCIÓN 1

Ingredientes:

· Un vaso de miel de buena calidad.

· Dos vasos de agua mineral.

Modo de hacerlo:


Se mezclan ambos ingredientes, se va agitando hasta que se disuelva bien la miel en el agua.
Se pasa a un tarro con tapa y se pone al sol durante cuarenta días, con sus respectivas noches.
Pasado ese tiempo, está lista para ser degustada.






OPCIÓN 2


Ingredientes:

· 250 ml de zumo de manzana.

. 450 ml de miel de buena calidad.

·  650 ml de agua mineral.

Modo de hacerlo:

Mezclar todos los ingredientes en un cazo, poner a hervir a fuego lento durante 30 minutos. Cuando se enfríe, colar y poner en el frigorífico para consumir muy fresco.




Prosit!!

¡Por un 2016 lleno de salud y alegrías!

Plurimam salutem!

4 comentarios:

laureolus dijo...

Umm. Eso hay que probarlo

Charo Marco dijo...

Te gustará seguro. Cada receta es diferente, muy singular

Gracias por tu comentario

Un saludo

Viena dijo...

Buenos días Charo. Fíjate que en Orihuela hay varios dulces que son bañados con hidromiel, para nosotros una miel densa algo rebajada con agua pura. Así tenemos las almojábanas, las toñas o las tortas de calabaza, por poner algunos ejemplos.
Pero siempre la proporción de miel es mayor que la de agua. Veo que en la receta original no se habla de proporciones, pero en las adaptaciones se interpreta una parte de miel por dos de agua. En Orihuela para estas recetas antiguas la proporción sería inversa.
También es verdad que dejando reposar durante días el preparado, queda mejor y es como si pasara de ser mezcla de agua y miel a ser un preparado con densidad propia.
Lo que no he entendido muy bien es en la adaptación, el por qué se opta por hacer el reposo al sol, cuando en la receta original se cita expresamente "a la sombra".
Entiendo que una mezcla de miel y agua a la sombra (frío), máxime si destapamos el recipiente, al cabo de unos días se hace densa, sin embargo, el efecto sería el contrario reposando al sol (calor) y con recipiente tapado, pues conseguimos que la miel se diluya y quede más líquida. Eso sí, supongo que más integrada con el agua.
La opción con manzana me ha encantado. Eso hay que probarlo como dice Abel.
Muchas gracias por compartir tu trabajo.
Un abrazo

Charo Marco dijo...

Querida Viena,

Muchas gracias por el comentario. Como siempre, me encantan todas las ideas y reflexiones que compartes.

Como bien dices, ponerla al sol, es para que queda más líquida y que el agua se evapore al ser mayor la proporción con respecto a la miel.

A mí me sorprendió el resultado de la segunda adaptación. Ya me contarás si la pruebas

Gracias de nuevo

Un beso