Hay dos festividades del mes de marzo que están relacionadas con unos panes dulces llamados en latín “liba”.
Estas celebraciones están descritas en Ovidio, Fasti, III, 670 en la festividad dedicada a Anna Perenna llevaba a cabo el 15 de marzo. Dos días después, se celebraba la fiesta de Baco, en el verso 7, 15 nos comenta el origen del nombre de liba.
- 15 de marzo, Anna Perenna: “La plebe antigua, cuando aún no tenía la garantía de los tribunos escapó y se instaló en la cima del Monte Sacro. Ya les faltaba también el alimento que habían llevado consigo y el trigo apropiado para las necesidades humanas. De las Bovilas, un arrabal de la ciudad, era originaria una tal Anam una vieja pobre, pero de grandes recursos. Con el pelo canoso ceñido por una mitra de poco peso, aderezaba tortas rústicas (“rustica liba”), con sus manos temblorosas y de modo humeantes todavía, solía repartirlas entre el pueblo por la mañana. Tal abastecimiento resultaba grato para la gente. En tiempos de paz, erigieron una estatua a Perenna por haberles ayudado cuando tuvieron necesitad”
- 17 de marzo, fiesta de Baco:”Del nombre se su iniciador llevan el nombre las libaciones (libamina) y las tortas (liba) porque, a ejemplo suyo, se asigna una parte a los sagrados fuegos. Se hacen tortas para el dios porque también él se alegra con los juegos dulces y se dice que Baco descubrió la miel”
Veamos en qué consistían estos panes dulces y todas sus peculiaridades. En primer lugar centrémonos en su etimología, sabemos que Isidoro XX, 2, 17 comenta que: “Las placentas son panes que se hacen con espelta: hay quienes los llaman liba porque agradan (libere) y deleitan (placere)”
También Varrón, LL, nos explica su posible procedencia. Son tres las menciones que realiza en su obra de estos panes: - Dos de ellas las deriva del verbo libare- hacer una libación:”La torta llamada libum porque se cocía para emplearla en libaciones (libaretur) antes de comerse” (V 106). ”Las tortas sagradas (liba) tienen su denominación porque se hacen para emplearlas en las libaciones (libandi causa)” (VII 44)
- La tercera de Liber-dios Baco:”Las Liberales recibieron su denominación porque, este día, a lo largo de toda la ciudad permanecen sentadas como sacerdotisas de Líber ancianas coronadas de hiedra, acompañadas de tortas sagradas (liba) y un brasero, que hacen sacrificios a favor del que lo compre” (VI 14)
También Varrón, LL, nos explica su posible procedencia. Son tres las menciones que realiza en su obra de estos panes: - Dos de ellas las deriva del verbo libare- hacer una libación:”La torta llamada libum porque se cocía para emplearla en libaciones (libaretur) antes de comerse” (V 106). ”Las tortas sagradas (liba) tienen su denominación porque se hacen para emplearlas en las libaciones (libandi causa)” (VII 44)
- La tercera de Liber-dios Baco:”Las Liberales recibieron su denominación porque, este día, a lo largo de toda la ciudad permanecen sentadas como sacerdotisas de Líber ancianas coronadas de hiedra, acompañadas de tortas sagradas (liba) y un brasero, que hacen sacrificios a favor del que lo compre” (VI 14)
En segundo lugar hablemos de su elaboración: se trataba de un pan dulce que se empleaba en los sacrificios.
A muchos pasteles romanos se les otorgaba el nombre genérico de liba por ser ofrendas a los dioses por lo que actualmente resulta difícil definir si siempre que aparece el término liba en las fuentes clásicas se trata de la misma receta que nos ha llegado a través de Catón, De re rustica, LXXV: “Haz “libum” [pan para los sacrificios] de esta manera: coloca dos libras de queso en un mortero, cuando esté bien desmenuzado, pon una libra de harina de trigo candeal, o si quieres que esté más tierno, media libra de sémola. Mezcla bien con el queso. Añadir un huevo y después mézclalo bien. De esta masa haz pan, colócalo sobre unas hojas y cuécelo a fuego lento en una olla de barro” Como vemos en la receta, sus ingredientes eran la espelta, el queso, la miel y los huevos. Se cocían sobre una hoja de laurel.
Era preparado y vendido por los libarii (CIL IV, 1768 y Paul. Sent. 3, 6, 72), a su vez, era considerado un manjar exquisito como leemos en Horacio, Sátiras, 2, 7, 102: “Yo soy un botarate, si me pierdo por un pastel humeante (liba) ¿Tu enorme virtud y ánimo se resisten a cenas opíparas? Regalarle al vientre es más dañino para mí” y en Marcial, 3, LIV: “he consumido tanto pasteles salados como montones de incienso” Tomando como referencia los liba sabemos que también se elaboraba un pastelito de pequeño tamaño llamado libacunculus (Tertuliano, De Spect, 27)
Junto a la receta de Catón conocemos la existencia de otros liba hechos con miel y aceite (Servio, Ad Aen. 7, 109: “adorea liba ador proprie est genus farris, liba autem sunt placentae de farre, melle et oleo, sacris aptae"), con leche y miel (Ateneo, III, 125 f:”A continuación se sirvió un pastel de leche, torta de sésamo y miel, que los romanos llaman libum) o con harina (Virgilio, Eneida, VII, 109: “Eneas y sus nobles capitanes con el hermoso Yulo sobre el césped se habían reclinado descansando bajo un árbol copudo. La comida estaba ya dispuesta: entre la hierba tenían colocados los manjares sobre tortas de harina (liba) que servían como sostén a las silvestres frutas”) Las tortas se repartían entre los asistentes a los sacrificios y solían ofrendar un pedacito del mismo en fornax (hornillo) como hemos leído en Ovidio: “tortas sagradas (liba) y un brasero, que hacen sacrificios a favor del que lo compre” (VI 14). Estas libaciones a los dioses también se podían realizar en mesas empleadas a modo de altar como nos ha transmitido Macrobio, Saturnales, III, 11 que debate sobre si es posible realizar una libación: “…todos, alegres, libaron sobre la mesa y rogaron a los dioses”, sobre una mesa como si fuera un altar: “En los santuarios, la dotación está constituida por un lado, de vajilla y mobiliario sagrado, y por otro, de objetos ornamentales. La dotación de vasija tiene una función instrumental para celebrar los sacrificios, y entre ellos ocupa en primer lugar la mesa sobre la cual se depositan las viandas, las libaciones y los óbolos. […] la mesa y los altares menores suelen ser dedicados el mismo día que el propio templo; por eso la mesa consagrada con este rito asume en el templo la misma función de altar y el mismo carácter sagrado que el lecho del dios (pulvinar)” Es muy curioso el párrafo de Horacio, Epístolas, 1, 10, 10 en el que prefiere pan a pasteles sagrados con tal de sentirse libre y no ser esclavo de nadie: “Estoy vivo y soy el rey en cuanto dejo eso que tú elevas al cielo con la general aprobación y cual fugitivo rechazo las tortas rituales del sacerdote, solo necesito pan, preferible a los pasteles de miel.”
Tras conocer un poco más el papel de los liba romanos os proponemos una actualización de la misma:
Era preparado y vendido por los libarii (CIL IV, 1768 y Paul. Sent. 3, 6, 72), a su vez, era considerado un manjar exquisito como leemos en Horacio, Sátiras, 2, 7, 102: “Yo soy un botarate, si me pierdo por un pastel humeante (liba) ¿Tu enorme virtud y ánimo se resisten a cenas opíparas? Regalarle al vientre es más dañino para mí” y en Marcial, 3, LIV: “he consumido tanto pasteles salados como montones de incienso” Tomando como referencia los liba sabemos que también se elaboraba un pastelito de pequeño tamaño llamado libacunculus (Tertuliano, De Spect, 27)
Junto a la receta de Catón conocemos la existencia de otros liba hechos con miel y aceite (Servio, Ad Aen. 7, 109: “adorea liba ador proprie est genus farris, liba autem sunt placentae de farre, melle et oleo, sacris aptae"), con leche y miel (Ateneo, III, 125 f:”A continuación se sirvió un pastel de leche, torta de sésamo y miel, que los romanos llaman libum) o con harina (Virgilio, Eneida, VII, 109: “Eneas y sus nobles capitanes con el hermoso Yulo sobre el césped se habían reclinado descansando bajo un árbol copudo. La comida estaba ya dispuesta: entre la hierba tenían colocados los manjares sobre tortas de harina (liba) que servían como sostén a las silvestres frutas”) Las tortas se repartían entre los asistentes a los sacrificios y solían ofrendar un pedacito del mismo en fornax (hornillo) como hemos leído en Ovidio: “tortas sagradas (liba) y un brasero, que hacen sacrificios a favor del que lo compre” (VI 14). Estas libaciones a los dioses también se podían realizar en mesas empleadas a modo de altar como nos ha transmitido Macrobio, Saturnales, III, 11 que debate sobre si es posible realizar una libación: “…todos, alegres, libaron sobre la mesa y rogaron a los dioses”, sobre una mesa como si fuera un altar: “En los santuarios, la dotación está constituida por un lado, de vajilla y mobiliario sagrado, y por otro, de objetos ornamentales. La dotación de vasija tiene una función instrumental para celebrar los sacrificios, y entre ellos ocupa en primer lugar la mesa sobre la cual se depositan las viandas, las libaciones y los óbolos. […] la mesa y los altares menores suelen ser dedicados el mismo día que el propio templo; por eso la mesa consagrada con este rito asume en el templo la misma función de altar y el mismo carácter sagrado que el lecho del dios (pulvinar)” Es muy curioso el párrafo de Horacio, Epístolas, 1, 10, 10 en el que prefiere pan a pasteles sagrados con tal de sentirse libre y no ser esclavo de nadie: “Estoy vivo y soy el rey en cuanto dejo eso que tú elevas al cielo con la general aprobación y cual fugitivo rechazo las tortas rituales del sacerdote, solo necesito pan, preferible a los pasteles de miel.”
Tras conocer un poco más el papel de los liba romanos os proponemos una actualización de la misma:
Libum
Ingredientes necesarios:
225 gr. de harina de trigo.
550 gr de queso fresco o también se puede hacer con requesón.
1 huevo. Laurel para envolver a cada uno de los pastelitos. Aceite para untar
Elaboración:
Deshacer el queso y batir hasta que tome una consistencia cremosa. Añadir la harina y mezclar bien. A continuación, adjuntar el huevo y mezclar los componentes. Con la masa resultante se elaboran panecillos de forma alargada que se irán colocando sobre las hojas de laurel que podemos impregnar con un poco de aceite para que no se peguen. Hornear durante unos 20 minutos a 200 º. Sabremos que están cuando la masa asciende y comienzan a estar dorados.
Animaos a hacerlos, son muy fáciles y sabrosos.
Plurimam salutem!
*Imágenes propias
ACTUALIZACIÓN DE LA ENTRADA, 23 DE MARZO DE 2011:
Sólo unas líneas para mostraros el excelente blog Sabores de Viena, en el que podemos ver los exquisitos liba que ha elaborada su autora dignos de los dioses Olímpicos.
Querida Viena, muchas gracias por compartir con nosotros tu trabajo.
¡Están para comérselos!
ACTUALIZACIÓN DE LA ENTRADA, 9 DE ABRIL DE 2011:
Muy contentos, actualizamos de nuevo la entrada para comentaros que en el interesantísimo blog La cocina paso a paso de nuestro amigo Apicius podréis ver la elaboración de los deliciosos liba. Le han quedado también exquisitos.
Estimado Apicius, gracias por compartir su experiencia.
¡Tienen un aspecto fenomenal!
27 comentarios:
Hola Charo:
He estado con los electrones de mi ordenador un poco revueltos, así que PC nuevo y a seguir trabajando y leyéndole.
Magnifico articulo, como todos.
Voy a tomar nota de la receta del Libum para ejecutarla.
Me ha surgido una duda, cuando dice que las cocían sobre una hoja de laurel.
El laurel que conocemos, arbusto de pequeña altura y hojas pequeñas tal vez no sean lo más idóneas por el tamaño de estas, ¿No usarían las hojas de los grandes arboles de Laurus nobilis (lauráceas)? Por su tamaño algo mayores de sus hermanas del arbusto también de la familia Laurus nobilis (lauráceas)pero arbusto.
Tengo un laurel, así que las haré sobre varias hojas.
También he tenido el placer de leer su entrada Invitados a una boda griega, ¡Eso si que era una celebración¡
Gracias por seguir compartiendo tanta sabiduría.
Que pase un buen domingo.
Saludos
Estimado Apicius,me alegra mucho leerle de nuevo.
Con respecto a las hojas de laurel, a mi también me surgió la duda. Ciertamente en latín sólo indica laurus por lo que supongo que valdrá cualquiera de las dos. La de mayor dimensión será más cómodo de trabajar.
El banquete griego iba dedicado a usted, pues me comentaron mis amigas del Hortus Hesperidum que había preguntado qué comerían. Así pues, con mucho cariño, se lo dedicamos.
Me satisface saber que está de nuevo con nosotros.
Gracias por estar ahí
Saludos
¡No tienen mala pinta estas liba! Además, nada difíciles de preparar... ¡caerán rendidas a mi cocina! ¡Gracias por trasladarnos esta magnífica receta del mundo antiguo!
Un saludo!
Hola C.G. Aparicio, si te animas, cuéntanos lo deliciosas que te han salido.
Gracias por el comentario
Saludos
Deben estar muy buenos, a ver si nos animamos a probar un plato digno de dioses!!
Besos
¡Me han entrado muchas ganas de cocinarlos! Gracias por esta lección y esta receta tan nutritivas para mente y cuerpo. Un abrazo.
De nuevo disfrutando con la lectura de tus artículos, querida Charo. Y esta vez recogiendo tu sugerencia para hacer libum. Me uno a Apicius y los haré.
Respecto al laurel, he estado investigando por ahí y yo creo que cuando se dice envuelto en hojas de laurel no se refiere al literal envolver como un rollito, sino más bien a arroparlo en un cuenco de barro, pues por lo que he deducido, estos pastelitos se cocían en vasijas de barro, entonces creo incluso que las hojas de laurel podrían ser utilizadas como ahora utilizamos el papel vegetal, como una base en el fondo y las paredes de tal vasija, no sé si con la intención de que no se pegara o que aromatizara los pastelitos, ambas cosas sucederían. Pero bueno, es solo mi interpretación, hasta que no los haga, no puedo saber bien qué hacen las hojas de laurel.
Veré si puedo esta misma semana, porque quiero hacerlos con queso fresco casero, aunque no sé si tendré tiempo, si no, cuando vuelva de un viaje que voy a hacer, prometo hacerlos.
Gracias por abrirnos estas ventanas culturales tan fascinantes.
Un beso.
Amiga Charo:
Me ha sorprendido la receta de Liba, que, según nos cuentas "ha llegado a través de Catón".
Hace unos días vi un bizcocho en Directo al Paladar que me sorprendió por los ingredientes, que, a grades rasgos, eran los mismos: Harina, queso y huevo.
Nunca vi -tampoco es que haya visto muchas cosas- queso en un bizcocho.
No será una ramificación del Liba de aquella época, pero me ha resultado curioso.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Hola Sebastián, gracias por tus palabras.
No vi el bizcocho que comentas, pero realmente recuerda mucho a los liba romanos.
Hay mucha cultura clásica en nuestras vidas
Saludos
Hola Viena, gracias por tu comentario.
Estoy de acuerdo contigo, la función de las hojas de laurel es más bien como el papel vegetal, no se envuelven en ellas.
Las veces que he hecho estos pastelitos ha sido sobre hojas de laurel y sin envolverlos.
Ya nos cuentas cómo te han salido.
Un beso
Querida Amparo, eso está hecho.
Próximamente liba en la Domus.
Besitos
Estimada Isabel, gracias por tus palabras.
Como le he dicho a Amparo, la próxima vez que nos veamos una ronda de liba.
Si te animas a cocinarlos, ya nos cuentas
Besos
Querida Charo: He hecho libum y los he publicado en el blog para que puedas verlos:
http://saboresdeviena.blogspot.com/2011/03/libum-un-viaje-la-antigua-roma.html
Como nunca los había hecho ni los había visto antes, me gustaría mucho conocer tu opinión y saber si es así como tu los haces o me he alejado mucho del original.
Muchas gracias y un abrazo.
Mi querida Viena, has hecho un trabajo espléndido.
Los dioses estarían deseosos de recibir tus liba y los humanos también.
Enhorabuena.
*He actualizado el post con un enlace a tus liba.
Muchas gracias
Buen viaje a París, disfruta mucho.
Besos
T'he conegut gràcies al bloc de la Viena.
M'ha sorprès moltíssim tot el que ens ensenyes en aquestes pàgines, i si no et fa res, aniré passant per aquí.
Jo tinc un bloc de cuina, i acostumo a introduir les receptes amb un petit text literari, que a vegades està relacionat amb la mitologia grega o romana. Però el De re coquinaria és ple de coneixements!
Petons
Ah, qué maravilla de blog. He entrado por el blog de Viena y se lo agradezco. Me hago seguidora desde ya.
Saludos
Hola Claudia, gracias por tu confianza.
Me alegra mucho contar con una nueva amiga y espero no defraudarte.
Saludos
Hola Margarida, gràcies pel teu comentari.
És un plaer rebre nous amics.
He visitat el teu bloc, enhorabona pel teu treball.
Seguim en contacte
Salutacions
Hola! llego desde el blog de Viena, y ya me quedo. Tienes un blog muy interesante y me ha gustado muchísimo.
saludos
Gaby
Disfrutando con este post, como viene siendo habitual con todos los tuyos. Y doblemente, debo decir, con la aportación de Viena, que se ha puesto manos a la obra.
Yo os hago estas propuestas para las hojas: sobre pámpanas (hojas tiernas de vid), que ya en el 1460 el Maestro Martino las cocina; o sobre hojas de higuera (presente incluso hoy en cocina), incluso sobre hojas de cualquiera de las coles... Los matices de los sabores serán diferentes.
Saludos
Hola Carmen, gracias por tus palabras. Las sugerencias que nos aportas son muy interesantes, tomamos nota y seguro que lo probaremos
Gracias
Saludos
Hola Gaby, gracias por entrar en el blog. Eres muy amable. Confío que te gusten las siguientes entradas
Saludos
Buenos días Charo:
Abusando de su amabilidad, ¿Podría pasar por este enlace http://la-cocina-paso-a-paso.blogspot.com/2011/04/libum-panecillos-de-la-roma-antigua.html?
Como en este preparado ando a ciegas, ¿Que tal han quedado?
Gracias anticipadas
Saludos y que pase un buen día.
No le contestée a su amable contestación sobre las hojas de laurel, pero he estado cojo con el ordenador y ahora con w7, nuevos programas etc. etc. me cuesta manejar y ponerme al día de las teclas que tengo que tocar.
Muy agradecido como siempre por su amabilidad.
Saludos
Querido Apicius, he visitado su blog.
Muchas gracias por hacer la receta.
Los pastelitos le han salido muy bien, dan ganas de comérselos.
Abrazos
He publicado tu post en Mis favoritas de esta semana, espero que te gusten, puedes verlas en http://blocderecetas.blogspot.com/2011/04/mis-favoritas-semana-14-2011.html
Hola Salome, muchas gracias por poner la receta en tu blog, eres muy amable.
Enlazaré tu blog en la sección de blog de cocina.
Gracias de nuevo
besos
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