Con
la denominación de sínēpi kēpaîon o nâpy en
griego y de sínâpy en latín
encontramos a la mostaza sobre la
que hablaremos estas semanas.
Vamos
a comenzar por su etimología de la que nos comenta Isidoro, XVII, 10, 9 lo
siguiente:”la
mostaza (sinapis) es así denominada porque
sus hojas se parecen a las del nabo (napus)”
A
su vez, Ateneo IX 366 a y d se pregunta:” ¿quién llama sínapy a la mostaza
(nâpy?...En cuanto al término sínepy lo
emplea Nicandro de Colofón en sus Teríacas de este modo: O también,
efectivamente, una broncínea ventosa o mostaza”
Pero
no responde sobre cuál es su etimología hasta el fragmento 367 a de su libro IX, donde nos hace una
explicación sobre la palabra nâpy y sínapy,
veámosla:”En
efecto nâpy viene a ser como “no nacida” [prefijo negativo na- + raíz de phýô:
crecer], porque está privada de
crecimiento natural; es decir, carece de desarrollo (aphýês) y es pequeña
como la morralla (aphýê). En cuanto al
término sínapy se explica porque irrita
(sínetai) los ojos (ôpes) con su olor”
Es
interesante comentar que de su nombre latino sínâpy ha llegado hasta nosotros el término “sinapismo” que consiste
en la aplicación de una cataplasma con mostaza o con algún producto irritante, así
lo leemos en Ateneo IX, 367 b:”Mi hijita me ha aplicado un
sinapismo”
Galeno
III, 153 nos habla de ello:”Encontré un catálogo
de remedios poderosamente calefactores y desecantes, hasta tal punto de
calentar toda la cabeza con lo que él llama sinapismo, usando este mismo muy enérgicamente. Arquígenes ordena,
en efecto, que una vez dispuesta la mostaza
y después de espolvorear la cabeza con natrón, se vierta agua caliente; es
difícil encontrar un remedio más violento en medicina, pues produce un dolor
semejante a un cauterio, pero su acción es más prolongada. …Aconseja hacer apoflematismos por medio de mostaza, berros…”
A
su vez, la mostaza, o más en concreto su jugo, en castellano también tiene el
nombre de jenabe procedente del latín que ya hemos mencionado.
Se
trata de una planta mediterránea, caracterizada
por sus flores amarillentas o blancas, que suele ser silvestre (sinapis arvensis), pero que por las
fuentes clásicas, entendemos que también se cultivaba en la antigüedad:
Teofrasto,
VII 1, 2,3 nos indica cuándo se ha de sembrar:”El período de
invierno comienza después del solsticio de verano, en el mes de Metagitnión (*julio) en el que se siembran la berza,
el rábano…la mostaza”
Paladio,
escribió que esta especie se podía plantar en diferentes meses de año:”En el mes de febrero se puede sembrar también
la mostaza” (3, 24, 5)
”También ahora se siembran
o plantan muy bien la mostaza [se refiere al mes de marzo]” (4,
9, 5)
Paladio
en su libro XI, 11, 2 también nos informa cómo sembrarla: “Durante el mes de octubre sembraremos la mostaza. Quiere tierra labrada y, a
poder ser, de acarreo, aunque se da en todas partes. Debe sacharse a menudo
para que se salpique de polvo, que la protege. No le va bien el agua en exceso.
La planta de la que resuelve coger la semilla se deja estar en su sitio, la que
se destine a la alimentación adquirirá más vigor trasplantándola. En lo que se
refiere a la mostaza, la semilla vieja
es inservible tanto para la siembra como para el consumo. Si al partirla
con los dientes se ve dentro por dentro, es que es nueva; si estuviera blanca,
denota que es vieja”
Las
mostazas que se cultivaban eran la mostaza
negra (brassica negra) de la que encontramos
muchas menciones en el Nuevo Testamento, por considerarla una planta
equivalente a la fe cristiana, así por
ejemplo en la parábola de San Mateo, XIII, 31-32: “Es semejante el reino de los cielos a un grano de mostaza que toma uno y siembra
en el campo; y con ser la más pequeña de
todas las semillas, cuando ha crecido es
la más grande de todas las hortalizas y llega a hacerse un árbol, de suerte
que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas".
Y
la blanca (sinapis alba), sobre la exquisitez de esta última nos habla Ateneo,
IV 136 d:”Allí
al lado del pernil estaba la sabrosa
mostaza dorada, que rechaza el exceso. Y después de probarla, me eché a
llorar, porque mañana ya no la vería y me contentaría con queso y presto pan de
cebada”
Plinio
XIX, 35, 117 nos informa de la rapidez de la mostaza en brotar tras su
siembra, y la compara con otras plantas: “Entre las plantas
de jardín que hacen su aparición
más rápidamente por encima del
suelo, están… el nabo, al tercer día después de que se siembran. Anís aparece
el cuarto día, la lechuga el quinto, el rábano el
sexto, el pepino y la calabaza
en el séptimo, la mostaza el quinto día en verano”
También
Teofrasto, I, 2,1 escribe sobre esa celeridad:”La mostaza blanca germina en cinco días”
Una
de sus mayores características
de la mostaza es el ser
picante como bien nos dice Ateneo IX, 366 d:”Y picantes
semillas de mostaza (sinepyos)”, unas líneas más leemos “mostaza de
oscuras hojas”
Esta
característica trajo como consecuencia la utilización de la curiosa expresión
de “mirada de mostaza”, frase que nos
ha legado Ateneo, IX, 367 a:”Lanzaba una
mirada de mostaza y frunció el entrecejo”
Profundizando
más en sus características, de la parábola que hemos mencionado de S. Mateo se
extraen dos ideas: la altura de casi dos metros que podía alcanzar y que pese a lo diminuto de sus semillas, se
extendía con rapidez. Del mismo tema nos habla Plinio XIX, 54, 170 y ss: “Hay algunas
otras plantas, que requieren para ser sembradas en el equinoccio de otoño, por
ejemplo, el cilantro, el anís, las malvas, … y la mostaza, que tiene un sabor picante, que quema como
el fuego, aunque al mismo tiempo, es muy saludable para el cuerpo. Aunque puede crecer sin cultivo, se mejora
considerablemente al ser trasplantada, aunque, por otro lado, es extremadamente
difícil de eliminar del suelo una vez sembrada allí, pues la semilla, cuando
cae, germina inmediatamente. Esta semilla, cuando se cocina en la olla, se
emplea para hacer guisados, su acritud que se elimina por ebullición.
Las hojas,
también, se hierven de la misma manera como las de otros vegetales.
Hay tres tipos diferentes de mostaza, el primero de forma delgada, esbelta, el segundo, con una hoja como la de la colza, y el tercero, con la de la rúcula. La mejor semilla proviene de Egipto. Los atenienses han dado el nombre de "NAPY” a la mostaza, otros, "thapsi", y otros, de nuevo," saurion”
Hay tres tipos diferentes de mostaza, el primero de forma delgada, esbelta, el segundo, con una hoja como la de la colza, y el tercero, con la de la rúcula. La mejor semilla proviene de Egipto. Los atenienses han dado el nombre de "NAPY” a la mostaza, otros, "thapsi", y otros, de nuevo," saurion”
Otra
peculiaridad es su fácil conservación
como afirma Plinio XIX, 58, 181: “En relación con el deterioro de las semillas, hay algunas semillas que se conservan mejor que otras, como, por ejemplo, el
cilantro, la remolacha, los puerros, los berros,
la mostaza, la rúcula,… casi todas
de hecho son plantas picantes”
Teofrasto,
VII 3, 2 nos describe cómo son las semillas de la mostaza:”La mostaza alberga
sus semillas en vainas”. Lo normal es que sus vainas contengan
de cuatro a seis semillas y de ellas extraían un aceite de mostaza que tenía un
gran poder laxante.
Teofrasto
nos habla sobre el mismo tema en VII 5,5.”De las semillas unas son más vigorosas y de gusto acre como la mostaza”
En
Plinio XIX, 36, 119 leemos: “Hay diferencias, también, en el color de las semillas,
que puede ser blanco o negro, mientras que algunas semillas son leñosas y
duras, en los rábanos, la mostaza, y la
colza, las semillas están
encerradas en vainas.”
Su
uso, además de culinario, era medicinal como Dioscórides, 2, 154 nos
comenta:
“Sobre la mostaza [hortense]: Escoge la no totalmente seca, frágil, abultada y, una vez abierta, está verde por dentro y tiene como jugo, de color azul verdoso, ya que ésa es la fresca y en sazón. Tiene la propiedad de calentar, de adelgazar, diluir los humores, arrastrar; mascada expulsa las flemas. Su jugo, mezclado con hidromiel, o con vino y miel, en gargarismos, conviene para las anginas, asperezas de tráquea recurrentes y callosidades. Si se introduce por las narices en polvo provoca el estornudo, [ayuda] a los epilépticos y provoca sofocos uterinos a las mujeres. Se aplica en cataplasma a los letárgicos una vez afeitada su cabeza. Mezclada con higos y aplicada directamente hasta que se enrojezca la piel, es apropiada a los que sufren de ciática, de bazo y de cualquier dolor recurrente, cuando queramos sacarlo de lo profundo y llevarlo a la superficie con la intención de provocar un sufrimiento nuevo. En cataplasma con miel, o grasa o cerato, trata las calvas, limpia la cara, elimina las contusiones oculares. Se aplica en ungüento con vinagre en las lesiones leprosas y excrecencias cutáneas salvajes. Se bebe también en seco para fiebres recurrentes, espolvoreándola seca como si fuera harina de cebada. Es ingrediente útil en emplastos absorbentes y para la sarna; introducida en el oído en polvo con higo es útil para los problemas auditivos y zumbidos. Su jugo con miel en ungüento, conviene para la ambliopía y los párpados ásperos. Se extrae el jugo cuando la semilla está verde, lo exprimido se seca al sol”.
“Sobre la mostaza [hortense]: Escoge la no totalmente seca, frágil, abultada y, una vez abierta, está verde por dentro y tiene como jugo, de color azul verdoso, ya que ésa es la fresca y en sazón. Tiene la propiedad de calentar, de adelgazar, diluir los humores, arrastrar; mascada expulsa las flemas. Su jugo, mezclado con hidromiel, o con vino y miel, en gargarismos, conviene para las anginas, asperezas de tráquea recurrentes y callosidades. Si se introduce por las narices en polvo provoca el estornudo, [ayuda] a los epilépticos y provoca sofocos uterinos a las mujeres. Se aplica en cataplasma a los letárgicos una vez afeitada su cabeza. Mezclada con higos y aplicada directamente hasta que se enrojezca la piel, es apropiada a los que sufren de ciática, de bazo y de cualquier dolor recurrente, cuando queramos sacarlo de lo profundo y llevarlo a la superficie con la intención de provocar un sufrimiento nuevo. En cataplasma con miel, o grasa o cerato, trata las calvas, limpia la cara, elimina las contusiones oculares. Se aplica en ungüento con vinagre en las lesiones leprosas y excrecencias cutáneas salvajes. Se bebe también en seco para fiebres recurrentes, espolvoreándola seca como si fuera harina de cebada. Es ingrediente útil en emplastos absorbentes y para la sarna; introducida en el oído en polvo con higo es útil para los problemas auditivos y zumbidos. Su jugo con miel en ungüento, conviene para la ambliopía y los párpados ásperos. Se extrae el jugo cuando la semilla está verde, lo exprimido se seca al sol”.
Los jugos de la mostaza se extraen de tres maneras diferentes,
en vasos de barro en el que se dejan secar poco a poco bajo el sol. Desde el
delgado tallo de la planta se extrae también un jugo lechoso, que cuando se
endurece es un remedio para dolor de
muelas. La semilla y la raíz, después de que se han dejado reposar en el mosto,
son golpeadas en un mortero, y un buen puñado de la mezcla se lleva a la
garganta, estómago, ojos, cabeza, y todos los sentidos. Esta mezcla es muy
buena, también, por un ataque de cansancio
en las mujeres, siendo uno de los medicamentos más saludables que existen.
Tomado en vinagre, la mostaza dispersa cálculos
en la vejiga, y, en combinación con la miel y grasa de ganso, se emplea
como un linimento para manchas lívidas y contusiones. De la semilla se extrae
un aceite que se emplea para la rigidez de los tendones, y los escalofríos y el entumecimiento en los lomos y las
caderas”
Para
incrementar la orina Celso II, 31 recomienda el consumo de diferentes hierbas
entre la que está la mostaza: “Los siguientes
factores incrementan la orina: las hierbas del jardín de buen olor, como el perejil,
ruda, eneldo, albahaca, menta,
hisopo, eneldo, cilantro, berro, rúcula, hinojo, …la mostaza, el ajenjo, los piñones”
Incluso
puede llegar a ser contraproducente como nos explica Macrobio, Saturnales, VII, 8, 7-8:”Dime ¿cuál es
el motivo por el que la pimienta y
la mostaza si las aplicas a la piel,
levantan ampollas y producen
ulceraciones, pero si la ingieres no
producen ninguna úlcera a la pared del estómago?
Las especias,
penetrantes y ardientes, ulceran la superficie en la que han sido aplicadas,
porque por su poder intacto, sin mezclar con ninguna otra cosa, su empleo es
nocivo; pero si son recibidas en el estómago, mitiga su fuerza el aluvión del
humos gástrico, que las diluye: luego las transforma en jugo el calos del
estomago, antes de que, intactas puedan dañar”.
También Plauto en Pseudolo, escena II pone en boca del cocinero los
problemas que ocasiona la mostaza cuando se tritura:”…
Y machacan la maldita mostaza, que a
quienes la machacan, antes de terminar de machacarla, hace brotar buenas
lágrimas de sus ojos…”
Para
algunos animales no es muy saludable, de ello nos habla Eliano, Hª animales, VI, 46:” La alondra muere por obra de la semilla de
mostaza”
La semana próxima trataremos el uso culinario de la mostaza.
La semana próxima trataremos el uso culinario de la mostaza.
Plurimam salutem!
*Imágenes propias
4 comentarios:
Hola! Acabo de descubrir tu blog y me ha parecido un auténtica joya. Soy profesora de cultura clásica y latín, y aficionada a la cocina. Y a partir de hoy seguidora de este estupendo blog. Felicidades!
Anna
Hola Anna, muchas gracias por tu comentario, eres muy amable.
También yo soy profesora de latín y griego y una de mis pasiones es la cocina. ¡Qué coincidencia!
Me alegra mucho tenerte con todos nosotros.
Gracias
Saludos
Charo M.
Muy interesante toda la información sobre la mostaza. En homeopatía existen tres variedades como remedios: la sinapis alba, que se da a los pacientes que presentan a nivel mental un cuadro de mente distraída, mente errática, con dificultades para centrarse cuando leen, etc. También la sinapis nigra, que corresponde a pacientes irriables, tercos, irrazonables y que presentan de nuevo, dificultades para pensar o estudiar. Por último la sinapis arvensis, que es la mostaza silvestre. Esta última está indicada para severas depresiones, con las que se ha obtenido excelentes resultados. Aparte de estos estados mentales que responden al medicamento mostaza, hay toda una serie de afecciones físicas y es curioso la gran correspondencia que hay con los usos que en la antiguedad se daba a este remedio.
Como siempre acabamos pensando que los antiguos no estaban tan desencaminados, incluso sin los medios posteriores, tenían ya la intuición o quien sabe qué fuentes de conocimientos para estar muy cerca de los logros posteriores de la ciencia.
Un placer leerte Charo.
Querida Viena, el placer es mío.
Interesantísimo toda la información que proporcionas pues ciertamente los clásicos iban bien encaminados.
Gracias por la explicación.
Besos
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