lunes, 30 de diciembre de 2013

FELICEM ANNVM NOVVM MMXIV VOBIS OMNIBVS!




La llegada de un nuevo año abre la ventana a nuevas ilusiones y proyectos.  Dejamos atrás el MMXIII que para la gens classica no ha sido el mejor año y damos entrada al MMXIV deseando que el nuevo año nos sea próspero y que todo lo negativo pase a un segundo plano.  
Esta idea ha acompañado y acompañará a la humanidad a lo largo de la historia y no nos extraña leer en las fuentes clásicas cómo los romanos daban la bienvenida a las calendas de enero con las strenae (obsequios deseando buenos presagios).

Si queréis conocer qué regalos de buen augurio se intercambiaban los familiares y amigos podéis acudir a la entrada del blog HORTVS HERPERIDVM donde Amparo nos cuenta, a través de los textos clásicos, cuáles eran estos obsequios que recuerdan a veces alguna costumbre actual.

La información que nos aportan las fuentes clásicas sobre estos regalos es muy clara: miel, dátiles, higos, monedas, ramos de laurel, olivo o verbena y algún objeto de cerámica o cristal, preferentemente una lucerna.

Sería algo diferente y divertido recrear en casa con los seres queridos o realizar el primer día de clase del nuevo año con el alumnado estas tradiciones romanas.

¿Qué os parece dar la bienvenida al MMXIV recreando antiguas costumbres?

Si os animáis, aquí tenéis algunas ideas.

RECREACIÓN DE LAS STRENAE

Con el comienzo del año, los romanos ofrendaban al dios Ianus (Jano) ramos de verbena por ser una planta portadora de felicidad, incienso, vino puro y un pastel de trigo de espelta y harina envuelta en sal, además se intercambiaban felicitaciones y los regalos mencionados:

“De ahí que me llamen Jano; cuando el sacerdote me ofrenda la tarta cereal y harina revuelta con sal, te reirás de los nombres, pues ora me llama con su boca sacrificial Patulcio, ora Clusio… Jano te traigo a ti antes que a nadie incienso y vino puro...¿por qué me dicen palabras de felicitación los días de tus calendas y hacemos y recibimos votos recíprocamente?...Me han levantado un altar unido a un pequeño santuario, que con sus llamas despide el olor a harina y pastel quemados(Ovidio, Fasti, I 128 y ss)

"¿Qué significado tienen los dátiles y los higos arrugados?- dije- ¿y la miel resplandeciente que se ofrece en un vaso blanco como la nieve?...

El motivo-dijo- es el augurio: que semejante sabor persevere en las cosas y que el dulce año termine su camino emprendido"  (Ovidio  Fasti I, 183 y ss)

POSIBLES RITUALES DE CELEBRACIÓN

Nuestra recreación comenzará con la purificación de las manos con agua de rosas para así, tras la lustratio, ofrendar a Jano un pastel de cereales hecho con harina amasada con sal, servido sobre un lecho de laurel, olivo o verbena, acompañado de incienso, una libación de vino puro y una vela encendida para que el año nos sea propicio.

El pastel de cereales podéis hacerlo siguiendo una de las siguientes recetas:

DEPSTICI (Catón, DA, L.XXIIII)

"Poner aceite en una sartén, cuando esté caliente, verter harina de espelta que se ha amasado con agua y sal. Freír y servir con miel y pimienta".

 PLACENTA (Catón, DA, LXXVI)

"Mezclar harina de espelta con un poco de sal y amasar con agua. Hacer una masa delgada con la harina y en su interior poner queso fresco con miel. Hornear este pastelito a 160 º durante 30 min. Servir con mucha miel".

La libatio con vino puro podría acompañarse de estas plegarias:

"Jano bicéfalo, origen callado del año que se desliza, único de los de arriba que ves tus propias espaldas [...] preséntate a los presentes por la derecha y abre con tu consentimiento los templos relucientes. Una luz próspera se origina: ¡pureza en la lengua y en el corazón! Ahora hay que decir buenas palabras en el buen día. Que los oídos estén libres de litigios y al instante se alejen las disputas no cuerdas".

Salve MMXIV!

Ya cumplida la ofrenda al dios bicéfalo, se procederá al intercambio de presentes:




En primer lugar, deberemos comenzar con la entrega felicitaciones  para que el año entrante nos sea favorable, para ello seguiremos las pautas que se llevaban a cabo en las felicitaciones romanas que realmente no distan en nada a las actuales. En ellas se deseaba que el año nuevo fuera próspero y feliz utilizando la fórmula bien conocida:

ANNVM NOVVM FAVSTVM ET FELICEM!


Así pues un posible texto de felicitación podría ser: 




Posteriormente, entregaremos a nuestros seres queridos una cesta o un cofre con alimentos que hagan que salud y felicidad se instalen en sus vidas:

Dátiles que indicaban riqueza y prestigio,



Higos que simbolizaban el amor,



Monedas que aportaban sustento, estabilidad y riqueza para poder vivir.  (Podemos poner monedas de chocolate aunque los romanos no lo conocían),


 Miel, representación de la salud y la prosperidad,


Laurel, significando triunfo en la vida,



Lucerna (que podemos sustituir por una vela) para que la luz ilumine el camino.



Desde De Re Coquinaria os deseamos un año lleno de salud, amor, felicidad y paz


FELICEM ET FAVSTVM  ANNVM NOVVM MMXIV!

*Imágenes propias

4 comentarios:

Isabel dijo...

Qué entrada tan bonita!
Muchas gracias por compartirla y salud para el año que se aproxima.

Charo Marco dijo...

Hola Isabel, muchas gracias por tu comentario.
Te deseo un gran año
Besos

Viena dijo...

Qué bonito Charo, me ha gustado todo esto. Es cierto que apenas hemos cambiado nuestras costumbres en lo esencial: los regalos, las viandas, los deseos y felicitaciones.
A ver si este año nos resulta a todos un poquito mejor que el pasado. Estas navidades se ha escuchado a mucha gente desear despedir ya el 2013, por haber sido un año duro. A ver si mejora en general para todos.
Las recetas de momento las dejaré, porque en estas fechas ya estamos algo saturados de comilonas, pero la plegaria, seguro que sí la recitamos con el corazón.
Un beso grande.

Charo Marco dijo...

Querida Viena,
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado y te deseo todo lo mejor para este año 2014 que confiemos en que sea más amable con todos
Un besito