domingo, 16 de enero de 2011

LA CESTA DE POPEA

Para obtener información sobre la cocina romana antigua podemos acudir a todos aquellos indicios que nos ha legado la Antigüedad:


  • Los restos arqueológicos, principalmente de las ciudades de Pompeya y Herculano, nos permiten reconstruir el pasado.
  • El estudio de los fondos marinos.
  • Las letrinas urbanas o las de los campamentos y las cloacas.
  • Los sedimentos de un lago o una zona pantanosa.
  • El estudio de los granos de polen.
  • Las fuentes escritas indirectas, como los tratados de medicina, los trabajos de los agrónomos y los documentos fiscales. Y las fuentes clásicas directas, como la literatura de autores: Apicio, Plinio, el Viejo, Catón, Varrón, Cicerón, Marcial, Horacio, Ovidio, Juvenal, Suetonio, Plauto, Petronio, Plutarco, Persio... entre otros, nos ayudan a reconstruir el arte culinario.
  • Los mosaicos, los relieves arquitectónicos y las pinturas murales.
Con esta entrada vamos a abrir un apartado nuevo sobre la información culinaria que nos aportan los frescos murales encontrados tras la erupción del Vesubio.

En este caso nos vamos a centrar en una de las imágenes que encontramos en nuestro blog: se trata del cesto de mimbre con un velo que se halla en la Villa de Popea en Oplontis.


Al Este de una de las paredes de la habitación número 23 de la Villa de Popea encontramos una hermosa pintura que reproduce una cesta de mimbre bellamente decorada con dos grecas de color púrpura y fondo blanco.

La cesta presenta un trenzado variado, en el que se combinan trenzas verticales y una parte central con una pieza a modo de red.

Pese a estar cubierta por un velo, la transparencia del mismo nos muestra que en su interior se han guardado frutas. El velo las preserva de los insectos y de aquellos que quieran meter su mano en ella.

Parece que ese velo, que tiene algo de mágico, ha mantenido las frutas frescas durante años y años para que hoy podamos seguir disfrutando de su presencia.


La información culinaria que nos aporta es la existencia de unas deliciosas manzanas y unas ciruelas rojas protegidas por unas espigas trenzadas a modo de cornucopia en uno de los laterales de la cesta. Esta espiga pueden recordar a Ceres, diosa de la agricultura.

Resulta curioso la presencia de esas dos frutas en la cesta y, en concreto de las manzanas, ya que en el mundo clásico tenían un papel importante, hecho que lo demuestra el gran número de referencias que se hacen de ellas en las fuentes, e incluso su nombre genérico "mêlon, en griego y malum, en latín" se empleaba para denominar a otras frutas como el melocotón, el membrillo, la granada, el albaricoque, la cidra, etc:
  • En la alimentación: con ellas acababan siempre los banquetes, de ahí la cita de Horacio:"ab ovo usque ad mala". Se servían en los banquetes fúnebres ("[…] a su alrededor había garbanzos y altramuces, nueces a discreción y una manzana por persona", Petronio, Satiricón, 65 y 66). Eran muy elogiadas como remedio medicinal a modo de antídoto o como un buen astringente o estimulante estomacal y también por su dulzor:"manzanas que en dulzor rivalizan con los panales" (Marcial, XLIII. - Un mal banquete. L.I). Se empleaban para acompañar los guisos, en conserva, en mermeladas, en líquidos como el vino o vinagre de manzana. Ya conocían muchas variedades: dulces, ácidas,....se las clasifica en función a la época de maduración: manzana de primavera, otoño, verano o invierno. Se las nombraba según su ciudad de procedencia: de Epiro, de Sidunte, de Mordio, de Gangras, de Babilonia, etc.

  • En la mitología: las manzanas del Jardín de las Hespérides, la manzana dorada de Atalanta o la manzana del Juicio de Paris.

  • A su vez, como ocurre en otras culturas, simbolizaban amor, buena salud, belleza, fertilidad y prosperidad.
Parece que Popea al escoger esta fruta quiso transmitir esa dicha a los que fijasen su mirada en ella.

Acabemos con una bella cita de Plutarco, disfrutando de la hermosura de la cesta de Popea:

"El manzano de todos es el más espléndido, el de frutos más brillantes" ( V, 683 c y ss)

Plurimam salutem!!


12 comentarios:

Apiciu dijo...

Muy interesante todo lo referente a la manzana en la antigüedad.
Me gustaría editar, por supuesto citándola y poniendo un enlace a su blog, en mi sección de Recetas con historia e historia de la Gastronomía, así que solicito su autorización.
Otro articulo, que como los anteriores, me ha gustado.
Saludos

Isabel dijo...

Muy didáctico e interesante este post. Mañana se lo voy a mostrar a mis alumnos de bachillerato.
Un abrazo y feliz año.

Amparo Moreno dijo...

Me gusta mucho tu atención por los detalles . Es muy interesante lo que se puede conocer a través de ellos.
Felicidades por tu trabajo

Viena dijo...

Buenos días Charo: Ya echaba de menos las entradas tan estimulantes a las que nos tienes acostumbrados. Respecto a la anterior, de recopilación de recetas, será para revisarlas más poquito a poco, pero vamos, una joya, como siempre. Respecto a la manzana, quiero transcribir un fragmento del diccionario Chevalier, que me parece que no tiene desperdicio, por eso lo transcribo íntegramente:
"El simbolismo de la manzana procede, según el abate E. Bertrand (citado en BOUM,235), de lo que contiene en su interior; una estrella de cinco puntas formada por los alvéolos que encierran las pepitas. Por esta razón los iniciados ven en ella la fruta del conocimiento y de la libertad y, por consiguiente, comer la manzana significa para ellos abusar de la inteligencia para conocer el mal, de la sensibilidad para desearlo y de la libertad para perpetrarlo. Pero como pasa siempre, la muchedumbre vulgar toma el símbolo por la realidad. El pentagrama (pentagrammon), símbolo del hombre-espíritu, en el interior de la carne de la manzana simboliza, además, la involución del espíritu en la materia carnal. Semejante observación aparece ya en L´Ombre des Cathédrales de Robert Ambelain: La manzana, incluso en nuestros días, es para las escuelas iniciáticas el símbolo del conocimiento, ya que al cortarla en dos (en el sentido perpendicular al eje del pedúnculo) hallamos dentro un pentagrama, símbolo tradicional del saber que dibuja la propia disposición de las pepitas."

Perdona Charo si es largo el comentario, pero me pareció tan interesante.
También era el símbolo de la eterna juventud, como cuenta Gervasius, decía que Alejandro Magno encontró manzanas en la India que prolongaban la vida de los sacerdotes hasta en 400 años. Y bueno, las manzanas de oro de las Hespérides, frutos de la inmortalidad. Qué interesante fruto que inspiró e inspira tanto simbolismo. Da que pensar, desde luego y todo eso, estimulado por esta entrada. Me encanta venir por aquí, es un kiai que aprecio.
Ah, algo que olvidaba, también la ciruela es símbolo de inmortalidad esta vez en sentido de renovación, como el círculo de la vida que renovándose se hace eterno, la primavera según Oriente e incluso el Universo. Menuda cesta a nivel simbólico, vamos como que parece haber permanecido intacta así tal como nos la muestras, gracias a todo ese simbolismo que contiene;-)
Un beso.

Charo Marco dijo...

Hola Viena, muchas gracias por tu comentario.

Como siempre es un placer leerlos, pues nos aportas información muy interesante y curiosa.

El tema del simbolismo de los alimentos siempre me ha gustado, por lo que te agradezco mucho tu aportación.

Me encanta saber que estás siempre al otro lado.

Gracias de nuevo

Besos

Charo Marco dijo...

Mi querida Amparo, como siempre, eres muy amable.

Doy muchas gracias por tenerte como amiga y por poder contar siempre contigo.

Besitos

Charo Marco dijo...

Hola Isabel, gracias por tus amables palabras.

Me alegra que pueda ser de utilidad.

Feliz año y besos

Charo Marco dijo...

Hola Apicius, gracias por su comentario.

Para mi será un honor poder aparecer en uno de sus excelentes blogs.
Es muy amable por su parte pensar en mi trabajo.

Gracias

Saludos

Apiciu dijo...

Gracias Charo, hoy lo publicaré

Charo Marco dijo...

Hola Apicius, gracias por editar el artículo, ya lo he visto en su blog. Es muy amable
Saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

¡Deliciosa manzana! Me quedo con tu cesta. Un abrazo, querida Charo.

Charo Marco dijo...

Querida Isabel, con lo generosa que eres, seguro que nos dejas compartirla.

Un besito