Un animal asociado a los banquetes
romanos de lujo era el jabalí, pero además de ese papel primordial en el mundo
culinario, tuvo un protagonismo en la mitología grecorromana e incluso en el
ejército. Así pues, dedicaremos unos artículos a este preciado animal en la
antigüedad.
En esta ocasión nos centraremos en su etimología y en su morfología. Así pues, veamos cuál es su etimología.
En griego se le daba el nombre de kápros y de
sys ágrios, es decir, “cerdo salvaje”; en
latín: aper,
sus scrofa y sus ferus con el mismo valor que en griego.
Isidoro, Etimologías, XII, 27 explica el por qué de su nombre: “el jabalí (aper) es llamado así por su fiereza (feritas) después de que en su
nombre la F- es sustitida por una P-. De la misma manera entre los griegos se
le conoce como sýagrod, es decir, “fiero”. Por otra parte a todo animal que es
fiero y acometedor le damos el nombre de
salvaje”
Ateneo, IX, 401 b hace una reflexión
sobre su nombre en griego, dejando claro la misma idea de Isidoro, su nombre le viene de su fuerza en el
embiste, pero también comenta que se le denomina así por se utilizado en los sacrificios:”Ulpiano
mediador y auditor de cuentas, te propongo que indagues quién es el que ha
contado que el jabalí de Calidón era una hembra y blanco de piel. Y él, a su
vez, tras reflexionar hondamente, conjuró el problema planteado diciendo:”Pero
bueno, lo que es vosotros, señores tripones, si no estáis ya añitos después de
haberos atiborrado con tal cantidad de comida, me parece que sobrepasáis a
todos los que se han hecho famosos por su glotonería. Investigad también
quiénes son esos. De todas formas, tenéis
razón al pronunciar con s- la palabra sys (cerdo), como forma que más se
aproxima a su significado originario; en efecto, el animal recibe su nombre
porque embiste (seúesthai) y es
impetuoso. No obstante, es costumbre llamarlo así mismo hys, sin la s- inicial. Otros piensan que se dice sys por thys, esto es, el propio para el
sacrificio (thysía). Pero ahora, si os parece, contestarme quién menciona,
como nosotros, la forma compuesta syágros
para referirse al cerdo salvaje. Sófocles, por su parte, en Los amantes de
Aquiles, aplica dicho nombre a un perro, porque caza jabalíes (sys agreúein).
[…] de manera que, para que no te marchites también tú por estudiar el jabalí,
entérate de que Antífanes en La secuestrada, lo llama de ese modo: Capturaré y
llevaré de vuelta a casa un jabalí (sýagros)
esta misma noche, y un león, y un lobo”.
Esa fiereza que caracteriza a los jabalíes
que nos ha mencionado Isidoro, es comentada por otros autores clásicos. Así, Aristóteles, PA 651 a 2 dice: “Los jabalíes son coléricos
e irascibles, pues su sangre es la más fibrosa”
También Eliano, XIV, 6 afirma: “Llega con sus
hombros cargados por el cuerpo de un jabalí o de un lince informe, animales fieros y malvados”
Homero, Ilíada, IV, 253 podemos leer: “igual a un
jabalí en coraje”… IX,
540: “lanzó
un feroz jabalí, de albos dientes,
no castrado, que hacía destrozos incontables en el viñedo de Eneo”.
Parece ser que según Aristóteles, HA, 578 b: “Los
jabalíes castrados son más fieros y más grandes”
Marcial en los Xenia, destaca esta crueldad que ya daba que hablar a sus
conciudadanos: “Este es parecido a aquel temeroso y
cerdoso animal que fue el terror de los
campos de Diomedes y fue muerto por una lanza de Etolia”.
La ferocidad y valor que mostraba el
jabalí ante el enemigo le sirvió para ser utilizado como emblema en los estandartes militares como es el caso de la Legio XX, Valeria Victrix.
Pero esa
brutalidad no asustaba a ciertos animales como el órix, según afirma Opiano, Caza,
II, 457: “El espíritu de órix es arrogante y fiero,
pues ellos no tiemblan ante el ladrido del sabueso de agudo olfato, ni ante el
resoplido del salvaje jabalí entre las rocas”
O a las cabras que podían llegar a vencerlos: “las cabras con
frecuencia en los bosques, embisten y
derriban a los impetuosos jabalíes que caen revolcándose convulsivamente en
el suelo” (Opiano, II, 332)
Además de la fiereza, otras son las peculiaridades
que caracterizaban a los jabalíes.
Una de sus mayores singularidades son los colmillos sobre los que hay muchas
menciones en las fuentes clásicas. Veámoslas:
Opiano,
IV, 39: “El
jabalí conoce el extraordinario vigor de
sus colmillos”
Jenofonte,
De la caza, 10, 17: “los colmillos del jabalí en España se
llaman «navajas». El macho hiere habitualmente con la boca cerrada por lo que su cuchillada penetra mas profundamente que la de la
jabalina.”
Aristóteles, PA, 661 b18, 26 habla
tanto de los colmillos como de sus dientes,
otra de sus características: “el jabalí tiene colmillos
para la defensa. Ningún animal tiene a la vez colmillos salientes y dientes en forma de sierra, porque la
naturaleza no hace nada en vano, ni superfluo: la forma de unos es para
golpear, de otros para morder. Por eso las hembras de los jabalíes muerden: no
tienen colmillos salientes”
Según Homero, antes de atacar afilaba los colmillos: “los lozanos
mozos se precipitan alrededor de un jabalí que sale de la profunda espesura afilando los blancos colmillos entre las
curvas mandíbulas” (Ilíada.
XI, 416)
En este sentido hablaba Eliano, V, 45:”dicen que no
ataca sin haber aguzado los
colmillos”. El mismo autor nos relata cómo los afila:”El jabalí que va a entablar una pelea se aguza los colmillos contra las rocas lisas” (Eliano, VI,
1,2)
Marcial, Xenia:
“Se teme al
jabalí por sus colmillos”
Una creencia curiosa era que se pensaba
que sus colmillos tenían una fuerza
ignífuga, de manera que un pelo cerca del colmillo de un jabalí recién
muerto, ardía y a su vez, producía grandes quemaduras a los perros de caza que
los atacaban. Así nos lo transmitió Opiano, III, 365: “Hay un rumor respecto al jabalí salvaje,
que su blanco colmillo posee dentro una
fiera fuerza secreta de fuego.
Existe una prueba muy visible de esto para los hombres, bien
fundamentada. Pues cuando una compacta turba de cazadores con sus animosos perros
tiende al animal en tierra, y lo someten disparándole una y otra vez sus largas
lanzas, entonces, si uno arranca un fino
pelo del cuello y lo aproxima al colmillo de la bestia aún agonizante,
inmediatamente el pelo se prende fuego y se curva; y en los dos costados de
los mismos perros, donde se han
clavado los fieros colmillos de las mandíbulas del jabalí, quedan impresas unas quemaduras sobre la piel”.
Otra de sus particularidades es su poderosa dentadura como afirma Eliano,
XI, 37:
“Animales con dientes prominentes
son el jabalí y el topo”
A su vez, leemos su gusto por la soledad, según nos comenta Eliano, XV, 3: “solitarios, como los jabalíes”
Presentan una piel gruesa que endurecía frotándola contra los árboles como nos
cuenta Virgilio, Geórgicas, III, 255:
“Escarba con
los pies la tierra, se rasca las
costillas contra un árbol y endurece sus espaldas para las heridas por uno
y otro lado”.
Esta piel estaba protegida por duras cerdas que se empleaban como
anzuelo en pesca, según nos afirma Eliano, XII, 43: “La pesca de anzuelo es la más perfecta y
digna de hombres libres. […] se usan
cerdas duras del jabalí y no desdeñan el lino”
Plinio
HN, VIII, 212 también se
refiere a sus cerdas:”El pelo es parecido
al bronce y también negro”
Otros
de sus rasgos serían el tamaño, además
de la espuma que expulsa de su boca
cuando está enfurecido. Marcial, Xenia: “Si lamentas
que se hayan desprendido tus venablos de largo arpón, esta arma corta atacará cuerpo
a cuerpo al enorme jabalí” (31)
“Te dará unas buenas Saturnales este puerco,
cebado con encina entre jabalíes
espumantes” (71)
Aristóteles HA, 578 b y ss
también comenta sus grandes gruñidos: “Los jabalíes emiten gruñidos parecidos a los de los
cerdos, pero la hembra gruñe más”
Como hemos visto muchas son las características que los antiguos otorgaron a los jabalíes con respecto a su morfología: fiereza, fuerza, gran tamaño, colmillos y dientes, piel cubierta de duras cerdas, potentes gruñidos, etc.
De momento nos quedamos con estas ideas sobre el "cerdo salvaje". La semana próxima nos centraremos en su alimentación, origen, ...y muchas más cosas curiosas.
Plurimam salutem!
*Imágenes propias
8 comentarios:
Muy interesante lo que narra sobre los colmillos de los jabalís.
Actualmente los jabalís deben de estar descafeinadas ya que sus colmillos si hieren pero no queman.
Como siempre un placer leerle.
Que pase un buen domingo.
Saludos
Estimado Apicius, realmente son muy curiosos los comentarios que los autores clásicos hacen sobre los jabalíes.
Espero que disfrute de ellos al igual que lo hice yo cuando estaba investigando.
Muchas gracias por su comentario
Saludos
Hola, Charo,
He visto tu blog en los blogs de libros de cocina.
Al ver tu entrada he pensado que quizas pueda interesarte dos entradas que hhice de la caza y el estofat de senglar.
http://cuinacinc.blogspot.com.es/2011/11/la-caca-el-porc-senglar.html
http://cuinacinc.blogspot.com.es/2011/11/estofat-de-porc-senglar.html
Saludos,
Hola Cuina Cinc, muchas gracias por los enlaces, son del mayor interés.
Saludos
Como dice Apicius, no parece que los jabalíes de hoy tengan mucho que ver con aquellos fieros y hasta crueles que relatan los clásicos. En esta zona que hay muchos, de vez en cuando se organizan cacerías para controlar la población. Esto da una idea de la super población que alguien piensa que hay, y bueno, nunca se oye que haya ningún accidente por ataque de jabalí ni cosas por el estilo. Es más, en Cazorla, una de las atracciones, es ir a dar de comer a los jabalíes. Bajan las hembras con sus jabatos a ver a los turistas y tampoco se ha visto nunca ningún accidente por ellos. Sólo he escuchado que un jabalí ataca cuando ve amenazada su prole, pero aquellos relatos, parecen hablar de una bestia mucho más feroz que esta de hoy día.
Interesante como siempre todo lo que nos cuentas y a la espera de la segunda entrega.
Un beso.
Querida Viena, muchas gracias por tus palabras.
Todo lo que nos cuentas es muy curioso y digno de ver.
Tienes mucha razón en todo lo que dices, yo tampoco he escuchado que un jabalí ataque salvo por protección a sus descendientes.
Gracias de nuevo
Besitos
Por su dureza el colmillo de jabalí se había empleado en épocas arcaicas para la fabricación de yelmos, se menciona uno de estas características incluso como el utilizado por Ulises en la obra la Ilíada de Homero. El jabalí figura en la mitología grecorromana y ciertamente por su simbolismo como animal lo emplearon también como emblema militar los romanos y también ciertos pueblos europeos enemigos de Roma, algunos de ellos, como los lingones, lo elevaron a divinidad.
Son muy interesantes todas las citas al respecto. Gracias Charo.
Saludos.
Emilio.
Hola Emilio, gracias a ti por tus interesantes aportaciones.
Confío en que las otras dos entregas que faltan sobre el jabalí sean de tu interés
Saludos
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