sábado, 28 de junio de 2008

VIDEO: CIBUS CASTRENSIS

En este video italiano se puede visualizar cómo era la alimentación en el ejército romano, con lo que podremos completar mucho mejor la información sobre el CIBUS CASTRENSIS





Prosit!

Plurimam salutem!

sábado, 21 de junio de 2008

DE BANQUETE CON PLINIO, EL JOVEN



En esta ocasión vamos de banquete a casa de Plinio, el joven, aunque uno de los invitados ha decidido no acudir, pero nosotros sí que iremos
“¿Pero qué te ocurre? ¡Me prometiste acudir a una cena en mi casa y no te presentas! Ésta es mi sentencia: has de pagarme una multa equivalente al dinero que me ha costado la cena hasta el último as, y no es una cifra pequeña. Había preparado una lechuga por persona, tres caracoles y dos huevos; había además gachas de espelta aderezadas con vino mulsum y nieve (pues también este gasto lo añadirás a tu lista, y es más, lo incluirás entre los primeros, pues se echó completamente a perder sobre tu plato), aceitunas, acelgas, calabazas, cebollas y muchos otros manjares, no menos de mil ni menos deliciosos. Habrías visto además actuar a un cómico o quizá habrías escuchado a un recitador, o puede que hubieses asistido a un recital de lira o incluso habrías disfrutado de los tres espectáculos, pues a tanto alcanza mi magnificencia. Y sin embargo, preferiste ostras, vientre de cerda, erizos de mar y bailarinas gaditanas en casa de algún otro. Me las pagarás, no te digo cómo de momento. Tu comportamiento no tiene excusa. Te has portado muy mal, no sé si también contigo mismo, pero desde luego conmigo, y si también contigo. ¡Cuánto nos habríamos divertido juntos, ¡cómo nos habríamos reído! ¡Qué conversaciones más interesantes habríamos mantenido! Puedes cenar suntuosamente en casa de muchos otros, pero en ninguna de ellas disfrutarás de tanta alegría ni cordialidad, ni te sentirás tan libre de preocupaciones como en la mía. En fin, te ruego que hagas la prueba y si a continuación sigues prefiriendo aceptar las invitaciones de los demás antes que las mías, lo mejor es que me hagas llegar tu renuncia definitiva a asistir a mis convites. Cuídate.”
L. I-15. DESCRIPCIÓN DEL MENÚ DE UN BANQUETE. Plinio, el joven

RECONSTRUCCIÓN MENÚ

INVITACIÓN EN CASA DE PLINIO
Lechuga
Caracoles
Huevos
Gachas
Mulsum
Aceitunas
Acelgas
Calabazas
Cebollas

INVITACIÓN DE LA OTRA CASA
Ostras
Vientre de cerda
Erizos de mar

VEAMOS ALGUNAS DE LAS RECETAS

ACELGAS (Betas elixas)
"Hervir y servir con mostaza, un poco de aceite y vinagre"

PURÉ DE LECHUGA CON CEBOLLA (Olus molle ex foliis lactucarum cum cepis) "Cocer en agua con bicarbonato unas hojas de lechuga; una vez escurridas, cortarlas en pequeños trozos. Picar en un mortero pimienta, ligústico (sustituir por bayas de enebro), semilla de apio, menta seca, cebolla y, macerar con garum, aceite y vino tinto"

CALABAZAS A LA ALEJANDRINA (cucúrbitas more Alexandrino)
"Hervir unas calabazas en agua, escurrirlas, echarles sal. Moler pimienta, comino, coriandro en grano, menta fresca y raíz de benjuí (sustituir por vainilla); echar vinagre. Luego añadir dátiles y piñones, picarlo todo. Mezclar con miel, vinagre, garum, defritum (vino reducido) y aceite, y todo ello se echará por encima de las calabazas. Cuando haya hervido espolvorear con pimienta y servir"
HUEVOS REVUELTOS (in ovis apalis)
"Mezclar los huevos con pimienta, ligústico y piñones. Rociar con miel, vinagre, garum y amalgamar"
SOPA DE CEBOLLAS (Patellam Lucretianam)
"Limpiar unas cebollas (1/2 k.), quitando la parte verde. En una cazuela poner garum, aceite y agua. Poner a calentar la cazuela y en el momento que esté caliente, añadir las cebollas. A mitad de cocción añade, como decoración, un pescado ahumado. Antes de terminar su cocción añade una cucharada de miel, un poco de vinagre y mosto cocido. Espolvorear tomillo hervir un poco y servir caliente"

SOPA DE CARACOLES (Coclear)
"Utilizar unos ocho o nueve caracoles por persona. Sacar los caracoles del caparazón, mientras poner a hervir un buen caldo con unas pocas verduras con un poco de vinagre, sal, cilantro, vino blanco, comino y un poco de mostaza. Introducir los caracoles y cocinar unos cinco minutos, luego extraerlos y seguir cocinando el caldo hasta reducir. Retirar del fuego y espesar con harina. Poner en último instante de nuevo los caracoles y sin hervir, servir con mucha pimienta y perejil"
TRIPAS DE CERDO( Ventrem porcinum)
INGREDIENTES: tripas de cerdo, vinagre, sal, sesos, huevos, garum, ruda, pimienta, ligústico, aceite, láser (sustituir por ajo y perejil), anís, jengibre y piñones.

"Vaciarla completamente, lavarla con vinagre y sal y después aclarar con agua, rellenarlo de la siguiente manera: mezclar la carne de cerdo sin piel y macharla con tres sesos limpios y unos huevos crudos; a esto se le añaden piñones y pimienta en grano y se trabaja con la siguiente salsa: moler pimienta, ligústico, láser, anises, jengibre, un poco de ruda, garum y un poco de aceite. Rellenar la tripa, pero no completamente, para que se reviente durante la cocción. Atar los dos extremos y sumergirla en una olla de agua hirviendo. Retirar y perforar con una aguja para que no estalle. Cuando esté medio cocido retirar y ahumar para que coja color, después sumergir de nuevo en el agua para siga cociendo con garum, vino y un poco de aceite. Abrir con un cuchillo y servir con garum y aligustre"
ERIZO DE MAR (Aliter in echino)
"Poner unos erizos pequeños en agua y hervir. Una vez cocinados durante 10 minutos, extraer y poner en un recipiente pequeño con laurel, pimienta, miel y un poco de caldo de pescado. Servir con una salsa elaborada con yema de huevos y mucha pimienta"

Recital de lira o bailarinas gaditanas,...
en vuestras manos está la elección.

Plurimam salutem!
*Imágenes propias

domingo, 15 de junio de 2008

VESTALIA


RITUALES PARA CELEBRAR LAS VESTALIA







Con la llegada del final de curso siempre es interesante hacer cosas diferentes en el aula, así pues, acudamos al mundo romano.

Del 7 al 9 de junio los antiguos romanos entraban en unos días “atri”, es decir, días desfavorables para los negocios, los viajes, las bodas, las actividades de culto, políticas y militares. A su vez, del 7 al 15 de junio celebraban unas festividades en honor a la diosa Vesta, LAS VESTALIA.


Se llevaban a cabo en el templo circular de la divinidad y en ellas sólo participaban las mujeres casadas y las seis Vestales que se cuidaban del templo, sólo un varón podía pisar el lugar consagrado a la diosa virgen, el PONTIFEX MAXIMUS.

Para poder llevar a cabo una recreación histórica de la celebración de las Vestalia, será necesario dar al alumnado información previa sobre la fiesta. Para saber más información sobre los rituales de las Vestalia y sobre las Vestales, podéis acudir al blog HORTUS HESPERIDUM, en el que Amparo nos explica cosas muy interesantes sobre esta celebración.

RITUALES DE LAS VESTALIA
SUGERENCIAS PARA UN TALLER DIDÁCTICO
PRELIMINARES -MATERIAL NECESARIO
MATRONAS: Vestidas con sábanas de color blanco (símbolo de pureza y vinculación con la diosa virgen Vesta). Para elaborar los trajes de los asistentes serán necesarios imperdibles y cinturones. Deberán ir descalzas y el cabello suelto. Portarán unas cestas o bandejas con ofrendas.

SEIS VESTALES: Vestidas con una túnica blanca (símbolo de castidad y honestidad) y con la cabeza cubierta con un velo también de color blanco. El pelo recogido con seis trenzas que se colocaban alrededor de la cabeza a modo de diadema. Las trenzas se sujetarán con una lana blanca y roja que se anudará con una cinta. En sus manos portarán antorchas.


DIOSA VESTA: Vestida con una túnica blanca, el cabello recogido y la cabeza cubierta con un velo blanco. Una antorcha en la mano, que representa el fuego del hogar.
PONTIFEX MAXIMUS: Vestido con una túnica y una toga de color blanco. Cubierta la cabeza con la misma toga.
OTROS MATERIALES

Escobas y recogedores para purificar el templo.

Saco para dejar la basura del templo de Vesta.


Imagen de un ternero para sacrificar a la diosa.

Imagen de los Penates para el templo de Vesta.

Un calendario romano en el que se pueda indicar que han pasado los días desfavorables, en él habrá que escribir las siglas: Q. S. T. D. F
Música ambiental y adornos para decorar el aula.

OFRENDAS A LA DIOSA DEL HOGAR: En unas cestas se colocarán las ofrendas:


- Huevos, miel, cereales, frutas, flores, leche, sal e incienso.

En unas jarras o ánforas de barro:

- Agua (que simulará el agua pura procedente de la fuente de las Carmenas).

TEMPLO DE VESTA

Recrear un lugar que simbolice el templo de Vesta, deberá presentar forma circular (por ejemplo circundar con sillas el espacio).
El altar se colocará en su interior.
También se ubicará allí el Fascinus (falo), el Penus y los Penates.



ALTAR
Con unas cajas y una tela hacer un altar para poder poner el fuego sagrado.
El fuego se puede recrear con una vela o con esas lámparas de luz que simulan fuego ardiendo.

PENUS VESTAE

Se trataba de una cavidad trapezoidal que se encontraba en el podio del templo en la que se guardaban objetos sagrados y tesoros. A su vez, estaban los Penates, protectores del Estado.
En su interior había siete objetos:

  1. El alfiler madre de los dioses.


  2. Las cenizas de Orestes.



  3. Unas cuadrigas de barro de los Veyenses.


  4. El cetro de Príamo


  5. Escudos sagrados de Marte.


  6. El velo de Iliona.


  7. El Palladium (estatua de Palas)


Para poder recrear este tesoro, se puede colocar en un cofre un alfiler, un velo, unas estatuas de hechas de barro (Palas, cuadrigas), un escudo de cartulina y un saquito con cenizas.

Los Penates pueden ser dos imágenes en cartulina. (ver imagen en este enlace)

RECETAS DE LAS VESTALIA
RECETA DE MURIES


“La muries es según dice Veranio una salmuera hecha con sal no purificada, picada en un mortero y echada luego en una olla de tierra y después cubierta de yeso y cocida al horno. Las vírgenes Vestales la cortaban después con una sierra de hierro y la depositaban en una tinaja saladera que hay en la Aedes Vestae, en la parte exterior del penus (despensa). Ellas echan allí agua viva o cualquier otra agua con tal no venga conducida por tubos, y se sirven de ella para los sacrificios” (Festus, 158 L)

RECETA DE LA MOLA SALSA

“Mezclar la misma cantidad de harina y sal [para salar la harina, se utiliza la muries realizada]”.

ADAPTACIÓN DE LAS RECETAS


Para la mola salsa, bastará con mezclar sal y harina en proporciones iguales.
Esta mezcla se puede utilizar para elaborar unas tortas saladas. Para hacerlas será necesario mezclar harina para hacer pan (ya salada) con masa madre. Amasar bien y hacer unas tortitas finas para poder cocer en una asadora.

Estas tortitas se pueden servir con miel y frutos secos o con algún queso o mermeladas o patés de aceitunas o garbanzos, etc.


Para la muries, utilizar sal gruesa picada en un mortero y cocerla en una sartén. A continuación se coloca en una bandeja de barro.


Al coincidir esta celebración con la fiesta de los panaderos se puede hacer pan con harinas varias (de trigo, de habas, de garbanzos,…) y con masa madre. Se pueden adornar con semillas como sésamo, amapola, anís,…
Los panes hechos se pueden servir sobre unas bandejas decoradas con violetas que recuerden las guirnaldas con las que decoraban a los asnos y a los molinos en ese día.
Fuentes clásicas para la fiesta del pan:

“He aquí que cuelgan hogazas de pan en asnillos adornados con coronas, y floridas guirnaldas recubren las ásperas muelas de molino. Antes los granjeros cocían en los hornos sólo espelta (y existe también el rito de la diosa de los Hornos). El fuego del propio hogar proporcionaba el pan que habían puesto bajo la ceniza y en el suelo caliente colocaban una teja partida. Desde entonces el panadero honra el hogar y a la dueña del hogar y a la borriquilla que hace girar las muelas de pómez.” (Ov. Fast. VI, 311 y ss)


RITUALES
Llega el día festivo en el que realizaremos el taller
En primer lugar será necesario decorar el aula para el evento:
Ubicar en el centro del aula el templo circular de Vesta con su altar, con el fascinus, con los Penates, con el fuego sagrado y con el Penus.

A continuación, distinguir quiénes son los personajes que llevan a cabo los papeles de Vestales, diosa Vesta, Pontifex Maximus y matronas.

Como la fiesta se desarrolla en varios días, vamos a empezar con la apertura del templo de la divinidad por parte de las Vestales. En su interior se verá el altar con el fuego sagrado, los Penates y los tesoros sagrados del Penus Vestae colocados cerca del altar.

Las mujeres casadas, vestidas de matronas, descalzas y el cabello suelto, se dirigen en procesión hacia el templo de la diosa ante el que harán entrega de las ofrendas llevadas en cestas o bandejas.
A la entrega de las ofrendas incruentas invocarán a la diosa Vesta, que pese a que no tenía imagen alguna en su templo, nosotros la personalizaremos a modo de estatua y será ella la que reciba las ofrendas, pues se cree que frente al templo había una imagen de ella.

A su vez, se realizaba el sacrificio de un ternero que se puede recrear con una imagen. Este sacrificio deberá ser practicado siguiendo los rituales oportunos, es decir, habrá que rociar la imagen del ternero con la mola salsa o harina ritual.


Las Vestales previamente habrán preparado la mola salsa y la muries que guardarán en el templo para ser utilizados cuando se inmolen víctimas. En nuestro caso se empleará para el sacrificio del ternero. A continuación les ofrecerán a las matronas la mola salsa.


El Pontifex Maximus y las seis Vestales serán testigos de la procesión y de la ceremonia ante la estatua de Vesta.

INVOCACIÓN A VESTA 1:


“Vesta, tú que atiendes el fuego sagrado y proteges nuestros hogares. De continuo destila de tus bucles húmedo óleo. Entra, pues, en nuestras casas, penetra con ánimo, cuida junto al prudente Júpiter y a un tiempo de nuestros lares y favorécenos”

INVOCACIÓN A VESTA 2:


“Oh diosa Vesta, cuídate de que parezca que sobra el trigo que falta y no abandones a tu propia patria”


Invocaciones creadas a partir de estas fuentes clásicas:

Himno Homérico a Hestía.

Ovidio, Fasti, VI, 249, 379 y ss

Como ya hemos comentado, otra de las características de esta festividad es que coincidía con la fiesta de los molineros y panaderos, ambos vinculados al fuego por ser necesaria su utilización para la elaboración del pan. En este momento, se pueden elaborar y servir los panes decorados con flores.

La fiesta acababa unos días después con la limpieza del templo de la diosa (delatio stercoris). Para ello, las Vestales recogerán las cenizas del templo con sus escobas, las sacarán de la ciudad y las lanzarán al río Tíber.
Ya purificado el templo, acaban los tiempos desfavorables y en el calendario el Pontifex marcaba las siglas Q. S. T. D. F:


“Quando stertus delatum fas”

“Cuando la inmundicia se ha bajado, permiso de los dioses”


Con esta acción se cerrará de nuevo el templo de la diosa Vesta.

Bona Vestalia!

Plurimam salutem!



*Imagen reconstrucción Vestales:http://eternallycool.net/?p=1346



domingo, 8 de junio de 2008

CIBUS CASTRENSIS



Hace unas semanas, De Re Coquinaria recibió un correo muy interesante de Ion Urrestarzu en el que enviaba la receta del buccellatum, una especie de galleta tomada por los soldados romanos.

Aprovechando esta colaboración y para contextualizar la receta tan amablemente remitida (de la que podréis disfrutar a continuación), veamos cuál era la dieta de un legionario romano.

La dieta de un soldado romano era muy importante para asegurar la salud, el bienestar y el ánimo en el campo de batalla, para corroborar esta afirmación es muy significativa la frase de Vegecio, Compendio de técnica militar, III, 1:

“La carestía acaba con el ejército más a menudo que la propia lucha y el hambre es más despiada que la espada”.[…] cuando escasea el abastecimiento de forraje y de provisiones no hay remedio, si antes no se ha hecho acopio. En toda campaña existe un arma definitiva, que a ti te sobre el alimento y su escasez doblegue a los enemigos”.

Las fuentes literarias, los papiros, los ostraca, la contabilidad de los campamentos y las leyes romanas nos proporcionan información sobre la dieta militar (cibaria o cibus castrensis).

Hemos de partir de la idea que la alimentación de un soldado asentado en un campamento sería diferente de aquel que fuera siempre itinerante; a su vez, la dieta variaría según el lugar en el que se encontrara y los diversos momentos de la historia.

Así pues, para un soldado itinerante, su alimentación se basaría en alimentos de fácil conservación y transporte como frumentum (cereales: trigo, cebada, avena y, principalmente, y también escanda y el centeno. De ellos hacían harina para elaborar galletas y pan, el panis militaris, pan integral, a la vez, que realizaban cerveza); laridum (carne y tocino de cerdo salado) y en algunas ocasiones, carne fresca procedente de la caza o de los sacrificios; caseus (queso); vegetales y legumbres (principalmente, lentejas y habas); acetum (vino agrio. Con el vinagre elaboraban una bebida llamada posca, que consistía en agua mezclada con vinagre. Plinio, comenta en su Historia Natural que podía estar compuesta también de huevos); oleum (aceite de oliva); aqua; vinum; cervisia y sal.



Un soldado romano consumía alrededor de 1 ó 1/5 k de alimentos al día y en su mayoría era el trigo, en forma de buccellatum o pan, el que sacia su apetito. Estos alimentos se repartían en dos comidas al día, el desayuno-almuerzo (prandium) y la cena.

Acudamos a las fuentes para descubrir cuál era la dieta básica de un soldado:

Apiano, Historia Romana, I, Iberia, 54:


“Por lo cual un extraño temor invadió a los romanos. A ello se unía el cansancio por la falta de sueño sueño de la guardia y la falta de costumbre de la comida del país. No tenían ni vino, sal, vinagre, ni aceite y, al comer trigo, cebada, gran cantidad de carne de venado y de liebre cocida y sin sal, enfermaban del vientre y muchos incluso morían”

“Por este motivo le aconsejaron algunos que se retirara antes del intento. [...] Así que Lúculo, al estar falto de víveres, se replegó con el ejército formado en cuadro.”

Plutarco, Crassus, XIX, 6:

“Además quiso la casualidad que al repartir a los soldados sus raciones, después de haber pasado el río, lo primero que se les dio fueron lentejas y tortas, cosas que son entre los romanos de luto y están prescritas para las ofrendas de los muertos.

Vegecio, Compendio de técnica militar, III, 6:

“Además de todo aquello de lo que forma de ganado, cereales o vino pudieran apropiarse los enemigos para su manutención durante el combate se debe trasladar”

Vegecio, Compendio de técnica militar, III, 10:

“En invierno hay que evitar quedarse si leña y sin pasto, en verano quedarse sin agua. En cambio la escasez de grano, de vinagre o vino y de sal debe ser prevenida en cualquier estación”

La ración de día era descontada de su estipendio y era distribuída por una persona llamada cibariator, que la entregaba sin cocinar para que los soldados la cocinaran en su contubernium o barracón formado por ocho hombres.

Polibio, Historias, VI, 39, 12 y ss

“El estipendio diario de un soldado de infantería es de dos óbolos; el de los centuriones es el doble, y el de los jinetes, un dracma. La ración de víveres de un soldado de infantería es de dos terceras partes de un medimno ático, y el de un jinete, de siete medimnos mensuales de cebada y dos de trigo. La ración de la infantería aliada es la misma, la de los jinetes, de un medimno y un tercio de trigo y cinco de cebada. Los aliados reciben sus raciones gratuitamente, pero a los romanos es cuestor les deduce la suma establecida para comer y vestir, y eventualmente para la reparación de alguna arma”

Por las ostraca encontradas en Wadi Fawakir, en Egipto, y en tablillas de Vindolandia sabemos que los soldados pedían a sus familiares o incluso, la deducción de una parte de su paga para recibir de cantidades de comida extra como pan, cebada, aceite, pescado en salazón, vino, carne y vegetales (cebollas, rábanos y repollo).

Todos los alimentos se preparaban con hornos portátiles, en los que se cocinaban las gachas o sopas de verduras, cereales y tocino. Sabemos de la existencia de molinos de piedra para hacer harina, muy necesaria para elaborar las grandes cantidades de pan que se consumían.

Para preservar la existencia de provisiones y la buena conservación de los alimentos era necesario “almacenarlos siempre en cantidades superiores a las necesarias en lugares apropiados para este fin y perfectamente fortificados” (Vegecio, Compendio de técnica militar, III, 3)

Además de cereales consumían proteínas procedentes de la pesca, de la caza y de las carnes sacrificiales. Evidentemente, todo ello estaba en función de la región en la que se encontraran asentados.

Con respecto a las carnes que consumían se han encontrado restos orgánicos (huesos) de cerdo, oveja, cabra, vaca y ternera.

Era muy frecuente realizar sacrificios para ganar la benevolencia de los dioses en los combates, así pues, se solían sacrificar bueyes, toros y terneras por lo que el aporte proteínico está asegurado de manera casi regular.

Plutarco, Brutus, 39, 1:

“César hizo dentro del campamento la purificación de su ejército, repartiendo una pequeña cantidad de trigo y cinco dracmas por hombre para un sacrificio; pero Bruto, condenando su mezquindad y apocamiento, en primer lugar hizo la purificación en campo raso, como es costumbre, y después suministrando para gran número de sacrificios por centurias, y dando cincuenta dracmas a cada soldado, en amor y denuedo del ejército se aventajó mucho a sus contrarios”.

Destacar el papel de la sal en la dieta del soldado romano, no sólo como condimento y sazonador de los alimentos, sino también como sistema de conservación de la carne y los pescados, pero más importante todavía como remedio contra la deshidratación que podía ocasionar largas marchas bajo temperaturas elevadas. A su vez, la sal era muy útil para curar infecciones oculares, bucales y epidérmicas; prevenía la disentería (infecciones intestinales), recordad las palabras de Apiano: “al comer trigo, cebada, gran cantidad de carne de venado y de liebre cocida y sin sal, enfermaban del vientre y muchos incluso morían”

Podemos afirmar que se trataba de una dieta equilibrada, saludable y adecuada para las necesidades físicas que iba a realizar.

Tras esta explicación, acudamos a la receta del BUCCELLATUM enviada por Ion Urrestarzu. Bajo la nomenclatura de buccellatum encontramos una galleta aplastada consumida por los soldados romanos, era el pan de la tropa. Su etimología es muy curiosa pues es el diminutivo de “bucca”: boca, bocado”, de ahí “bocadillo, bizcocho, galleta”.

RECETA DEL BUCCELLATUM

Ingredientes:

- Dos tazas de harina de trigo integral.

- Una cucharada de aceite virgen extra.

- Una cucharada de sal fina.

- Agua necesaria para hacer la masa.


Mezclar los tres ingredientes, añadiendo agua poco a poco hasta conseguir una masa homogénea. Estirar la masa y hacer galletas. Meter en el horno hasta que se doren, durante 10- 15 m., a 250º, sobre una rejilla para que se cocine por ambas caras.


A esta receta se le pueden añadir otros ingredientes como aceitunas, hierbas aromáticas, frutos secos, etc. También se le puede hacer una inscripción latina.


RECETA DE LA POSCA

Mezclar agua con unas gotas de vinagre y se obtendrá una bebida muy refrescante que calmaba la sed y previene contra la disentería al eliminar los gérmenes.

Desde De Re Coquinaria agradecer la colaboración de Ion Urrestarazu al enviarnos la receta del buccellatum y comentar que el blog está abierto a vuestras sugerencias y participaciones.

Gratias tibi ago!
Plurimam salutem!


* Imágenes propias


lunes, 2 de junio de 2008

ONDA- TALLERES DIDÁCTICOS DE SAGUNT


Durante este fin de semana y coincidiendo con la Feria del Libro, se han llevado a cabo los Talleres Didácticos de Sagunt en el polideportivo de Onda.

Han sido muchas las familias que han querido compartir con nosotros una parte de su tiempo.

Desde De Re Coquinaria, agradecer a tod@s los participantes su atención, respeto e interés por el mundo clásico y por nuestro trabajo.



En este enlace podréis ver una noticia publicada en un periódico local.

Gratias vobis ago!


Plurimam salutem!

domingo, 25 de mayo de 2008

TARRACO VIVA MMVIII

Un año más hemos podido disfrutar TARRACO VIVA MMVIII.

De nuevo, nos han mostrado un trabajo excelente, realizado con gran rigor y esmero.Hemos respirado la ilusión que mueve a todos aquellos que aman el mundo clásico y que quieren transmitir su legado, pese a las inclemencias del tiempo.

De las diferentes actividades que nos han mostrado, destacar el taller THERMOPOLIUM del grupo KUAN UM! y el taller sobre el vino AD CUCUMAS, TABERNA VINARIA de Benito Báguena.

Así pues, desde De Re Coquinaria queremos agradecer a los organizadores de estas actividades la labor que están realizando por el mundo culinario romano y el encanto con el que muestran la cotidianidad del mundo antiguo, al captar la atención de todos los participantes en sus actividades.

He aquí un pequeño recuerdo de los talleres








Gratias vobis ago!

Hasta el año próximo

Felicidades por el trabajo que hacéis.

Plurimam salutem!


sábado, 17 de mayo de 2008

INSTRUMENTA- CAPITULUM DECIMUM



SELLADO DE LAS ÁNFORAS

El uso de las ánforas en el mundo antiguo fue primordial, no sólo para el transporte de mercancías, sino para la conservación y el almacenaje de los alimentos.

Para conservar perfectamente el contenido de las ánforas era necesario un sellado hermético, así pues, veamos los sistemas de sellado de ánforas en el mundo antiguo.


SISTEMAS DE SELLADO

  • MADERA O DISCOS DE CORCHO, consistía en colocar discos de madera o corcho en el cuello del ánfora para ser sellado a continuación con yeso, en el que se cuñaba el sello de procedencia.
  • CONOS DE PINO, se trataba de taponar el cuello del ánfora con unos manojos de pino que, además de usarse como tapón, daban un aroma a los contenidos.
  • ANFORISCO, consistiría en el mismo sistema que los conos de pino, pero en este caso con una pieza que es como un ánfora pequeña, modelada con la misma arcilla del recipiente. A su vez, servía como sistema de medición de líquidos.
  • PERGAMINO, una piel curtida recubre la boca del ánfora, evitando que entren insectos u otras impurezas.

  • TAPA ARCILLA, mediante una tapa de arcilla se precinta la boca del ánfora. Esta tapa podía presentar diversas formas y tamaños.

Curate ut valeatis!

*Imágenes propias


miércoles, 14 de mayo de 2008

LUDERE ET DISCERE- TALLERES DE SAGUNT



Si queréis disfrutar de nuevo de los talleres didácticos de Sagunt, podéis acudir el 31 de Mayo y 1 de Junio al Polideportivo de ONDA, la entrada es gratuita.

Horario provisional:
10,30 a 13,30 h.
17,00 a 21,00 h.

El domingo por la tarde seguramente se cerrará más pronto.

Aquí podéis ver toda la información.

Si os animáis, nos vemos en Onda

Valete!

domingo, 11 de mayo de 2008

LA ALIMENTACIÓN Y EL MUNDO FUNERARIO




Los antiguos romanos celebraban los días 9, 11 y 13 de mayo una fiesta dedicada a los familiares muertos, Lemurias. Así pues, coincidiendo con estas celebraciones demos un paseo por la alimentación y el mundo funerario en la antigua Roma.

Cuando moría una persona pasaba a ser considerada como un dios que permanecían en un estado de “semiexistencia” entre los vivos y que les protegía. Cicerón decía: “nuestros antepasados han querido que los hombres que han salido de esta vida se contasen en el número de los dioses”
Con su nueva configuración adquiría el nombre genérico de Manes, almas benéficas de los difuntos. La etimología de la palabra MANES no está clara, podría significar “los buenos” o “poderes”. Por ello, al pasar ante las tumbas que se encontraban en los caminos de las afueras de la ciudad se decía: “Tú que eres un dios bajo tierra, séme propicio”
Es primordial recordar la concepción clásica de que sin recuerdo, no hay memoria, sólo hay olvido; sin memoria, no hay existencia, así pues, hay que velar por el recuerdo de los seres desaparecidos y a su vez, hay que velar por la eternidad del difunto gracias a la realización de rituales que estimulan la memoria colectiva (y por consiguiente, el recuerdo y la existencia) y ayudan a la cohesión de la sociedad gracias a la realización de acciones comunes.
Era muy importante cuidar por el bienestar de los muertos, pues en su “nueva etapa, en su nueva morada” necesitaban de todo aquello que utilizaban cuando estaban vivos y al estar rodeado de las cosas que les resulta cotidianas, se olvidan de su infidelidad.

Así pues, eran incinerados o inhumados acompañados de sus efectos personales y era necesaria la entrega de alimentos y ofrendas para que su alma se sustentara.

Parece que fue Eneas el que promovió esta costumbre de ofrendar a los muertos:

“Eneas, promotor idóneo de la piedad, trajo estas costumbres a tus tierras, justo Latino. Llevaba rituales al Genio de su padre; de él los pueblos aprendieron los ritos piadosos.” (Ovidio, Fasti, II)

Del mantenimiento de esta paz eterna se cuidaban los familiares y sabemos que, a partir de la época imperial, existían unos Collegia funeraticia que mantenían todos los ritos ancestrales a los difuntos.


A estos dioses sagrados, a los que también se les temía, se les ofrecían ofrendas y fiestas en su honor. Estas fiestas fúnebres podían se públicas o privadas.

En el ámbito público las fiestas dedicadas a los difuntos eran las siguientes:

- Las PARENTALIA, desde el 13 al 21 de febrero. Los templos estaban cerrados y estaba prohibido celebrar bodas, pues lo importante era conmemorar a los muertos de los parientes más cercanos ofreciendo ante sus tumbas vino puro, agua, miel, leche y ofrendas florales.

- Las FERALIA, el día 21 de febrero. Con esta fiesta se cerraban las Parentalia.

- Las CARISTIA o CARA COGNATIO, “querido Pariente”, el día 22 de febrero. Se llevaban ofrendas a los difuntos para agradecer a los dioses tutelares el estar todavía vivos y cenaban todos en familia.

- Las VIOLARIA, el día 22 de marzo. En esta festividad se ofrendaban violetas a los muertos para garantizar el bienestar y la paz de los Manes.

- Las LEMURIA, días 9, 11 y 13 de mayo. Celebradas en honor a los espíritus de todos los muertos. Se trataba de un festividad pública con rituales de los que no nos ha mucha información, salvo la celebración privada que llevaba a cabo el pater familias, al levantarse a media noche, con los pies descalzos y las manos limpias, va escupiendo a sus espaldas nueve habas negras. Tras escupir y mirando a otro lado, repetía en voz alta: “con éstas me rescato a mí y a los míos”. Se creía que los espíritus se comían las legumbres, arrastrándose detrás de él. Sin girarse, se lavaba de nuevo las manos y realizaba un estruendo ruido. Después, pronunciaba nueve veces “espíritus ancestrales, alejaos, con esto, los espíritus dejaban de vagar por la casa y desaparecían.

- Las LARIBIUS, el día 1 de mayo. Fiesta en honor de las almas de los antepasados.

- Las ROSARIA, el día 23 de mayo. Como bien indica su nombre, se ofrendaban rosas a los difuntos.

Además de estas fiestas fijadas en el calendario romano, sabemos que eran frecuentes, los sacrificios, los banquetes públicos y la celebración de Ludi Scaenici (principalmente, Gladiatorii) en honor a los difuntos, si se trataba de difuntos de estatus social elevado.

Dión Casio, XXXVII, 51:

“En estas fechas Fausto, el hijo de Sila, celebró en memoria de su padre un concurso de gladiadores y obsequió con magnificencia al pueblo, proporcionándole gratuitamente baños y aceite”


Suetonio, Calígula, XV:

“Instituyó asimismo oficialmente sacrificios a sus Manes que se celebrarían cada año, y además, en honor a su madre, unos juegos circenses y una carroza para llevar su imagen en procesión”

Suetonio, Julio, I, 26:

“Con el dinero obtenido de la venta del botín, prometió al pueblo un combate de gladiadores y un banquete en memoria de su hija, cosa que nadie había hecho antes de él. Para conseguir más expectación posible ante estos festejos, preparaba en su casa también todo lo concerniente al banquete, aunque lo hubiese alquilado a los abastecedores del mercado”

En los banquetes públicos era frecuente el reparto al pueblo de carne (VISCERATIO):

T. Livio, VIII, 22:

“Vino a continuación un año no señalado por ningún acontecimiento en el exterior ni en el interior […] si exceptuamos el reparto de carne al pueblo efectuado por Marco Flavio en los funerales de su madre

T. Livio, XXXIX, 46:

“A comienzos de este año falleció el Pontífice Máximo P. Licinio Craso […] con motivo del funeral se hizo una distribución de carne, combatieron 120 gladiadores y se celebraron 3 días de juegos funerarios y un banquete a continuación de los juegos. Durante éste, cuando estaban colocados por todo el foro los triclinios, se desencadenó una tempestad con grandes aguaceros que obligó a la mayoría a plantar tiendas en el foro”

En el ámbito privado el pater familias, como sacerdote del hogar y representante de la unidad familiar, debía tener la responsabilidad de llevar a cabo estas fiestas en honor a los dioses Manes de la familia.

Ante el fallecimiento de un familiar, se llevaban a cabo unos banquetes iniciales, el silicernium, que consistía en una comida fúnebre después del entierro en el que tras sacrificar una cerda a Ceres (porca praesentanea) se servían huevos, apio, habas, legumbres, lentejas, sal y aves de corral.
A los nueve días del entierro, los familiares y amigos se reunían en una Cena Novendiales. Tras esta cena, los familiares se incorporaban de nuevo a la vida social.



Petronio, Satiricón, 65 y 66, nos describe la cena fúnebre que celebró Escissa en honor a uno de sus esclavos, al que a título póstumo concedió la libertad:

“Bueno, pero ¿qué es lo que habéis cenado?-pregunta Trimalción: Recuerdo que empezamos por un cerdo coronado con salchichas; a su alrededor había morcillas y además butifarras, y también mollejas muy bien preparadas; todavía había alrededor acelgas y pan casero, de harina integral, que, para mí, es mejor que el blanco. […] el plato siguiente fue una tarta fría cubierta de exquisita miel caliente de España. […] a su alrededor había garbanzos y altramuces, nueces a discreción y una manzana por persona. […] Como plato fuerte tuvimos un trozo de oso. […] si el oso puede comerse a la humana criatura con mayor razón el hombre puede comerse al oso. Por último tuvimos queso tierno, mistela, un caracol por persona y unos trozos de tripa, y unos higadillos al plato, y huevos con caperuza y nabos, y mostaza y un plato de mierda: ¡Basta ya Palamedes! (* frase que se empleaba para finalizar las enumeraciones) También pasaron una bandeja con aceitunas aliñadas. […] En cuanto al jamón se lo perdonamos".

Virgilio, Eneida, V, 77 y ss:

“Luego, nace la aurora en el noveno día, iniciaré los juegos con regatas, […] Al punto se iniciará una inmenso cortejo hacia el sepulcro. La libación de rúbrica derrama sobre el suelo: dos vasos de vino puro, dos de leche fresca, dos de sangre de víctimas y en torno flores rútilas vierte, mientras dice: ¡Padre, yo te saludo![…] Con nuevo ardor renueva el sacro rito dudoso si tal vez sería el genio de aquel paraje o familiar espíritu servidor de su padre”. Sacrifica dos bidentes ovejas, dos lechones y dos toretes de atezados lomos. Luego vertiendo vino, el alma evoca del magnánimo Anquises a que suban de Aqueronte sus sagrados Manes”

Sabemos por las fuentes clásicas que los sacrificios que se practicaban solían ser de ciertos animales en concreto: ovejas negras, terneros negros, toros, cachorros de perros negros, gallos, etc. Lo normal es que tengan un color oscuro que está vinculado a la oscuridad del mundo subterráneo.

Si el sacrificio es a los dioses del mundo subterráneo el animal deberá ser colocado con su cabeza hacia el suelo. A los Manes se les ofrece la sangre de la víctima, pues se creía que los espíritus se alimentaban de esta sangre (algunas veces, salada) y el animal a ofrendar se quemaba.


Además se celebraban fiestas privadas para conmemorar el dies natalis o el dies mortis del difunto, para ello se practicaban banquetes en las tumbas. El realizar estos banquetes en los mismos sepulcros animaba a visitar a los muertos, por lo que se potenciaba el recuerdo y la memoria colectiva.
En muchas tumbas se han encontrado triclinios o biclinios adosados a la pared, en los que se festejaban estos días mencionados. Estos comedores estaban decorados con imágenes de pájaros, flores, retratos, escenas que recordaban la ocupación del fallecido, escenas de banquetes o mitológicas, mosaicos blancos y negros, etc.; imágenes hermosas con las que se recordaba los momentos perfectos pasados con los seres queridos.

Muchos de estos comedores no estaban cerrados al público, sino que rodeado de un hermoso jardín, los caminantes podían observar estas reuniones.

Se han encontrado en algunas tumbas inscripciones invitando a comer y beber, tanto al muerto como a sus familiares y visitantes.


En otras tumbas además de comedor, hay adosados una cocina y un pozo. En aquellos monumentos funerarios sin bancos de obra para comer, había un espacio para llevar muebles portátiles, en los que se contaba con una silla para el fallecido. De esta manera, el difunto también participaba del banquete en su honor, gracias a unos tubos de libación, a través de los cuales se les proporcionaban las ofrendas de flores (principalmente, rosas y violetas) e incienso y libationes.

Petronio, Satiricón, 65 y 66:

“De todos modos pasamos un día muy agradable, aunque se nos obligó a verter sobre los pobres huesos del difunto la mitad de la bebida

Suetonio, Nerón, 57:
“Murió a los 32 años. Hubo quienes adornaron durante largo tiempo su tumba con flores, en primavera y en verano y expusieron en la tribuna de las arengas estatuas que lo representaban vestido con la toga pretexta”

Estos banquetes se llevaban siempre a cabo durante la noche y, los invitados debían ir ataviados con vestidos blancos. Solían acabar con cantos, música y danzas.

Sabemos gracias a Ovidio que los Manes se conformaban con cosas pequeñas:

“También las tumbas tienen su honor. Aplacad las almas de los padres y llevad pequeños regalos a las piras extintas. Los Manes reclaman cosas pequeñas; agradecen el amor de los hijos en lugar de ricos regalos. La profunda Estigio no tiene dioses codiciosos. Basta con una teja adornada con coronas colgantes, unas avenas esparcidas, una pequeña cantidad de sal, y un trigo ablandado convino y violetas sueltas. Pon estas cosas en un tiesto y déjalas en medio del camino. No es que prohíba cosas más importantes, sino que las sombras se dejan aplacar con éstas; añade plegarias y las palabras oportunas en los fuegos que se ponen.” (Ovidio, Fasti, II)

Los alimentos que se les ofrendaban a los muertos eran sencillos: cereales, lentejas, habas, vino puro, miel, leche, sangre, agua, aceite de oliva, queso, sal, huevos, frutas rojas (granada), pasteles de miel, gachas, etc.

Llamar la atención sobre dos hechos importantes:
Son alimentos no perecederos, alimentos primarios que a lo largo de la historia, han proporcionado vida y fertilidad a la Humanidad. Estos alimentos estarían muy relacionados con los ingredientes que constituían el alimento de los dioses inmortales, el néctar y la ambrosía.

Estos alimentos destacan por su color:
Oscuro: cereales, legumbres, flores (violetas)
Rojo: vino, sangre, fruta (granada, fresas, cerezas, moras,…), flores (rosas rojas)
Blanco que alivia la oscuridad: huevos (simbolizan fertilidad), leche, queso, sal y harina.
Transparente: agua.
Dorado: Miel y aceite de oliva (ambos curativos y muy beneficiosos), incienso (mirra) y cereales (trigo,…).

Sabemos, gracias a Catulo, Carmina LIX, de la existencia de unos esclavos que se dedicaban a vigilar las ofrendas de las tumbas, se reconocían por llevar la cabeza rapada:
“Rufa de Bolonia, la mujer de Meninio, tiene aberraciones con el adolescente Rufo; es aquella que habéis visto con harta frecuencia por entre las tumbas en busca de comida que robar de sobre las piras y persiguiendo un pan que ha robado del fuego, era azotada por el vergajo del medio rapado vigilante del crematorio”
Las libaciones se hacían con las manos bien limpias. Se ayudaban de una pátera (o platillo) y de un oinoché (jarra de vino) para llevar a cabo la ofrenda.
Para invocar a los Manes, tras golpear la tierra con el pie, se gritaba, alto y claro, fórmulas rituales del tipo:


Salvete, Di Manes!

¡Oh dioses Manes,

vosotros que os habéis ido antes,

venid a nuestro hogar, dioses ancestrales

guiadnos y cuidadnos cuando nosotros vayamos por los antiguos caminos,

para que seáis engrandecidos con esta ofrenda,

aceptad nuestro sacrificio/ libación u ofrenda!


Plurimam salutem!
N.B: Desde De Re Coquinaria agradecer a nuestros queridos amigos, Salva y Juanvi, a uno, por la información proporcionada y al otro, por sus habilidades con las réplicas.


*Imágenes propias