domingo, 21 de noviembre de 2021

EL ALGARROBO Y SU USO

 


Cerotonia siliqua, es el nombre que recibía en la antigüedad y  pese a ser un alimento poco citado en las fuentes clásicas, hay ciertos datos que nos llaman mucho la atención. 

Leemos en Columela y Paladio que se trata de una fruta en lugar de una leguminosa procedente del Mediterráneo, aunque Ateneo, II 55 F lo clasifica como una legumbre amarga: Por su parte, Teofrasto cuenta, en sus Causas de las plantas (IV 2, 2): El altramuz, la algarroba y el garbanzo son las únicas legumbres que no crían cocos, por su acritud y amargor.

 La descripción más completa la leemos en Teofrasto VI, 2, 4: “Semejante a éste es el árbol que los jonios llaman «algarrobo», porque también éste lleva la mayor parte del fruto en el tronco, aunque también lleva un poco en las ramas, como dijimos. El fruto está alojado en una vaina, a la que algunos erróneamente llaman «higo egipcio»; erróneamente, porque este árbol no existe en absoluto en Egipto, sino en Siria, en Jonia y, también, en Cnido y Rodas. Es árbol de hoja persistente, de flor blanquecina. Es algo áspero. No alcanza gran altura y echa chupones laterales por la parte inferior, mientras que por arriba se marchita. El árbol tiene al mismo tiempo el fruto del año anterior y del actual, porque, cuando se recolecta uno después del nacimiento de la constelación del Can, al otro se le ve hincharse inmediatamente, como si se tratara de otro racimo similar. Luego, éste aumenta de tamaño y florece hacia el nacimiento de Arturo y del equinoccio. Y, de aquí en adelante, permanece a lo largo del invierno hasta el nacimiento de la constelación del Can. La semejanza, pues, consiste en que estos árboles llevan el fruto también en el tronco, y las diferencias existentes entre este árbol y el sicómoro son las ya dichas.”

 Teofrasto I, 11, 2 nos describe el algarrobo y su fruto: “En una vaina están no solo las semillas de las plantas anuales, como las leguminosas y una gran cantidad de las silvestres, sino también algunas de árboles, como el algarrobo”

 Teofrasto I, 14, 2 explica de dónde salen los frutos:Otros dicen que también nacen de la misma manera en las ramas de árboles, como el algarrobo; porque este árbol da fruto en las ramas, aunque no mucho. Llaman algarrobo al árbol que produce los llamados higos egipcios. Hay árboles y plantas, en general, que producen fruto en las extremidades, otros en los lados y algunos en ambas partes”

 Sobre su cultivo sabemos por Columela, V, 10, 20 que debe plantarse en otoño: La algarroba, que algunos llaman ceratio, y el durazno, plántalos por el otoño antes del solsticio de invierno”

 Paladio III también nos habla sobre su cultivo y conservación: “El algarrobo se siembra o planta en el mes de febrero y noviembre. Requiere zonas marítimas, calurosas, secas y llanas. Sin embargo, según sé por experiencia, en sitios calurosos produce más si se le ayuda con agua. Puede también plantarse con vástagos. Precisan un hoyo de cierta amplitud. Hay personas que creen que puede injertarse en el mes de febrero con el ciruelo o el almendro. Las algarrobas se conservarán mucho tiempo si se extienden en cañizo”

 USOS CULINARIOS

 Su fruto (la algarroba) es comestible  como bien nos indica Ateneo, II, 54 F y ss, como alimento de gente pobre: Fenias, en Sobre las plantas [DSA IX, fr. 43], dice: Entre los frutos secos para picar se cuentan, en la temporada en que están tiernos, la algarroba, el haba, el garbanzo; pero una vez curados se toman hervidos y tostados casi la mayor parte de las veces. Alexis [PCGII, fr. 167]154:

Esta mi marido, un pobre, y yo, una anciana, y mi hija y mi hijo pequeño, y esta buena mujer, cinco en total.

Si tres de nosotros cenamos, compartimos con ellos dos un pan pequeño, y entonamos un lamento de palabras sin música cuando nada tenemos.

La color, al estar sin comer, se nos pone pálida. Las partes y el conjunto de nuestra subsistencia son: haba, altramuz, verdura, rábano, algarroba, arveja, bellota, nazareno, cigarra, garbanzo, pera silvestre, y el don divino, atención para conmigo de la Diosa Madre, el higo seco, invención de una higuera frigia”

  Apuleyo, El asno de oro VII, 14, 4 nos deja intuir el papel tan bajo que tenía en la alimentación: Uno proponía que se me tuviera encerrado en casa, sin hacer nada, y se me alimentara con cebada selecta, con habas y algarrobas; pero prevaleció otra opinión: la que, velando por mi libertad, proponía que se me dejara más bien correr y disfrutar por los campos de pastizales, entre los rebaños equinos, para dar a mis dueños, como semental de raza, muchas mulas de crías”

 Plinio XIV, 24 nos comenta que se consumía su corteza, aunque no nos indica de qué manera: “No parecerían estar tampoco muy distantes de las nueces las dulcísimas algarrobas, si no fuera porque lo que se come de ellas es la propia corteza. Su longitud total es la de un dedo y, a veces, tienen forma de hoz, con el grosor del dedo pulgar”

 No obstante Plinio XIV, 28 habla también del consumo de sus semillas: “Y por lo que respecta a las algarrobas ¿qué otra cosa se come más que la parte leñosa? No hay que pasar por alto esta propiedad de sus semillas, pues no puede llamarse carne ni hueso ni cartílago, ni se podría hallar ningún otro nombre”

 También aparece citado como producto con el que alimentar al ganado. Columela,VI: “Los bueyes que se dedican al trabajo deben destetarse a los seis u ocho meses, manteniéndolos de día en los prados y dándoles de noche paja, heno, algarroba o alguna otra semilla,  agua con salvado, y abrigándolos de la intemperie en los establos”

 Plinio VII, 62 nos dice algo curioso, que es uno de los alimentos de los caracoles: “También los caracoles tienen dientes. La prueba está en la algarroba roída por los más pequeños de entre ellos”



 Plinio XIV, 19 nos habla del vino de algarrobas: También se hace vino de la algarroba de Siria y de las peras, y de todo tipo de manzanas —pero al de las granadas lo llaman roites—, y además de cerezas silvestres, espino albar, serbas, moras secas y piñones. Estos últimos frutos se prensan empapados en mosto, los anteriores son dulces por sí mismos”

 En Dioscórides, 5, 24 también leemos sobre este vino que se podía beber solo o acompañado de agua, que presentaba grandes beneficios terapéuticos, al ser muy digestivo y tener valor astringente: “El vino de pera se prepara igual que el de membrillo, pero que no estén las peras demasiado maduras. Y el de algarrobas, el de nísperos y el del fruto del cornejo se preparan igualmente. Todos ellos son astringentes, acerbos, estomacales, y retentivos de los flujos internos”

USOS MÉDICOS

 Dioscórides, 1.114 nos comenta su uso como laxante intestinal y contra la diarrea: “Las algarrobas que se cogen verdes van mal al estómago y son laxantes del vientre, mientras que, secas, estriñen el vientre al sentar mejor al estómago; también provocan la orina, sobre todo las aderezadas con orujo de aceituna”

 Para terminar este breve estudio sobre el algarrobo y su fruto acudamos a Virgilio, Geórgicas, I, 215- 230:

 “La primavera para siembra de habas;

a la alfalfa también acoge entonces

el blanco surco; el mijo año tras año

reclama su cultivo por el tiempo

que el Toro blanco de los cuernos de oro

abre el año[...]

pero si es sólo trigo y recia espelta

lo que a tu campo pides, sólo espigas,

da tiempo a que se oculten las Atlántidas

al alba, y se hunda el astro refulgente

de la gnosia Corona. Al surco entonces

confía la semilla, sin que arriesgues

la esperanza del año en prematura

siembra que el mismo suelo aún no admite.

Muchos no aguardan que se ponga Maya,

mas los burla la mies de espigas hueras.

Pero si no desdeñas la algarroba,

el vil guisante o la lenteja egipcia,[...]

y nada impide que prosigas la siembra hasta el invierno”

 Plurimam salutem!! 

2 comentarios:

Isabel Barceló dijo...

Un artículo interesantísimo, Charo.

Charo Marco dijo...

Mi querida Isabel
Muchas gracias por tu comentario
Un beso enorme