Con el nombre de Apium Graveolens, se conoce en latín a nuestro apio. Como vemos la palabra apium ha dado en español "apio", pero si nos fijamos en otras lenguas, su origen procede del griego “sélinon” como ocurre en inglés celery, francés celeri e italiano sedano. En latín deriva del término “Apis” abeja, por ser una planta muy melífera. También comenta Isidoro de Sevilla, XVII, 11, 1-2 que:”El apio recibe este nombre porque antaño se coronaba con él el ápex, cabeza, de los triunfadores. El primero que coronó su cabeza con esta planta fue Hércules. Sus raíces son muy eficaces como antídoto contra los venenos. A su especie pertenecen el petroselinon, el hipposelinon y el oleoselinon”.
Muchas veces el apio es confundido con el perejil, ya que los griegos le dieron el mismo nombre. Ambas eran utilizadas en la cultura griega para hacer guirnaldas, pues simbolizaban triunfo y bravura, aunque también se asociaba al mundo funerario. Para los griegos era una planta sagrada, su imagen aparecía en monedas como la de la ciudad de Selinunte e incluso se cree que los difuntos yacían sobre un lecho de apio.
A lo largo de la historia se le han atribuido muchas propiedades, e incluso divinas, como bien se puede leer en la Ilíada cuando Aquiles cura con apio a su caballo (Il. II, 776). Sobre ese uso curativo en los caballos también nos habla Plutarco, 678 A:”A los caballos se les echa, junto con otros piensos, apio, porque los caballos que están inusitadamente ociosos enferman de las patas y para esto, lo mejor es el apio”
También cabe destacar a Aquiles cuando recuerda la corona de apio que se le otorgó cuando ganó una competición deportiva en los juegos Nemeos. También en los juegos Ístmicos eran coronadas las cabezas con apio fresco y perejil, aunque después fue cambiada por el pino. De nuevo Plutarco, Moralia, 675 y ss se centra en la coronación en los juegos Ístmicos con coronas de apio:”el historiador Timeo relata que los corintios, cuando marchaban a combatir con los cartagineses por Sicilia, les salieron al encuentro unos burros cargados de apio. Al considerar que era un mal augurio, pues el apio parece ser fúnebre y decimos que los que están mal “precisan de apio”, Timeleón, al contrario, los animaba recordando el apio que corona a los vencedores del Istmo. A su vez, a la nao capitana de Antígona fue llamada Istmia, porque le brotó espontáneamente apio en la popa”
Del mismo modo Plutarco se plantea si la corona tradicional de los juegos Ístmicos fue siempre el pino y fue sustituida por el apio, siguiendo la costumbre de Nemea:”Los Alecíadas, que celebraban un juego mucho más antiguo que este junto al dios Egeón lo establecerán como un signo de victoria ístmica por imitación de los de Nemea y desdeñaron al pino, como antes coronaba a los competidores en Efira”.
A su vez, Píndaro, O, XIII, 33 habla del uso del apio para como guirnalda en los juegos Ístmicos.
En los banquetes romanos era frecuente su uso en coronas para los comensales, pues pensaban que su aroma alejaba la embriaguez del vino.
Plinio nos cuenta que los griegos no la empleaban en la cocina por considerarla una planta sagrada, frente a los romanos que sí que hacían uso de ella, como se ve en uno de los frescos de la Casa de los Vetti y como se sabe por los textos, ya que era considerada una planta afrodisiaca empleada durante la Bacanal o commissatio si se consumía su raíz fresca.
Veamos cuáles eran los TIPOS de apio referenciados en las fuentes:
Con respecto a su nomenclatura leemos en Dioscórides, Plantas y remedios medicinales, II, 175: “Al apio silvestre algunos lo llaman “ranúnculo”.
La tipología que nos describen los clásicos es la siguiente:Teofrasto, Hª de las plantas, VII, 4, 6:”Las diferencias en el apio estriban en sus hojas y en sus tallos, pues uno es tupido y crespo y tiene la hoja hirsuta, el otro es más abierto y extenso y tiene el tallo más grande. Además, hay especies que tienen tallos blancos, rojos o coloreados. Y en general, todas estas formas se asemejan más al apio silvestre”
Dioscórides, III, 65.” El apio montano es un tallo de un palmo desde su raíz. Nace en pedregales y lugares montañosos. Su fruto y raíz tienen virtudes diuréticas. Provocan menstruos”
Dioscórides, III, 67: “El apio caballar es mayor y más blanco que el apio hortense. Con tallo hueco, alto, tierno, con ciertas rayas, hojas más anchas. Su simiente es negra, alargada, acre, aromática y su raíz es blanca, olorosa, se sabor agradable. Nace en lugares sombríos y pantanosos. Se toma como hortaliza, igual que el apio hortense. Se puede emplear cocida, cruda, sola y con pescados. Crudas se les echa salmuera. Se simiente, con vino y miel, provoca menstruos y aplicada con untura auxilia contra la estranguria”
Teofrasto, VII, 6, 3-4 completa la información sobre este tipo de apio:”El apio caballar, el apio de los pantanos y el apio de montaña difieren entre sí y con la especie cultivada. El apio que crece a orillas de los canales de riego y en los pantanos tiene escasas hojas y no es basto, sino que se asemeja algo al apio cultivado en olor, gusto y aspecto. El apio caballar tiene la hoja parecida a la del apio de los pantanos, pero es basto, de gran tallo y tiene la raíz gruesa como el rábano, y negra; el fruto es también negro, de mayor tamaño que la simiente de la arveja. Dicen que las dos son útiles para la estranguria y para los que sufren del mal de piedra, sirviéndolo en vino blanco y dulce. El apio de montaña posee diferencias aún mayores. Su hoja es como la de la cicuta, la raíz es delicada y tiene el fruto como el del eneldo sólo que más pequeño. Se administra con vino seco para las enfermedades de la mujer”
Teofrasto, IX, 1, 3-4:”El apio caballar tiene un jugo parecido a la mirra, algunos piensan que proviene de la mirra”
También leemos en Plinio, XIX - XX, 116 y ss: “Higinio da el nombre de apiastrum al melissophyllum, pero por lo general la variedad Cerdeña es condenada por ser venenosa. Debo incluir en esta misma clase todas las plantas llamadas de tal manera por los escritores griegos”.
Por lo que respecta al CULTIVO las fuentes clásicas nos informan de lo siguiente:
Plutarco, 700 A:”Se creía que el apio y el comino crecía mejor, si al brotar lo pisoteaban y aplastaban”
Teofrasto, II, 4,3:”Dicen que si se siembra la semilla pisoteada y apisonada, se torna más crespo”
Teofrasto, II, 2,1:”El apio se multiplica mediante simiente o raíz, aunque presenta una peculiaridad, la exudación lagrimosa”
Teofrasto, , VII, 1, 2-3:”Su periodo de siembra es después del solsticio de invierno, en el mes de Gamelión (enero), en el que se siembran también el puerro y la cebolla. Pero el apio es el que con mayor dificultad germina, porque los que hacen un cálculo más modesto dicen que tarda cuarenta días y otros cincuenta y también que se siembra en cualquier época, ya que algunos lo siembran como cosecha subsidiaria en todo tiempo”
Teofrasto, VII, 1, 6-7:”Prospera más rápidamente si procede de semilla vieja, al igual que la acelga, la ajedrea, el mastuerzo, el culantro y la mejorana. Produce fruto no en ese año, sino al año siguiente, pues no es anual”
Teofrasto, VII, 3, 5:”Cuando se trasplanta el apio, aconsejan golpear con un martillo en una estaca del tamaño que se desea que alcance el apio; aconsejan además, envolver la semilla en un trozo de tela y llenar el hueco, después de golpear con un martillo en una estaca y de llenar el hoyo de estiércol y tierra. Soporta muy bien el trasplante”
Paladio, Tratado de agricultura, V, 3:”Es buena época de sembrar el apio en lugares calurosos y en los fríos, en la tierra que quieras con tal de que en ella haya agua abundante, aunque no rechacen nacer incluso en un terreno seco, si fuera menester. Se sembrará prácticamente en todos los meses, desde el comienzo de la primavera hasta finales del otoño. De su misma especie es el apio caballar, un poco más duro y amargo, y el apio palustre, de hoja suave y cogollo tierno, que nace en las charcas. Los apios más altos se lograrán metiendo dentro de un paño finito los granos que puedan cogerse con tres dedos, enterrándolos en un hoyo pequeño. Así la semilla de todos quedará unida a una sola cabeza fuerte. Se consiguen rugosos si se machacan previamente las semillas o si cuando brotan, se hace rodar algún objeto pesado sobre los campos o si se pisan con los pies cuando ya están nacidos. Las semillas de apio más viejas salen antes; las que son tiernas, más tarde”
CARACTERÍSTICAS
Teofrasto, I, 2, 2:”El apio produce fruto bianualmente y su tallo estará en consonancia con la duración de la vida de la planta”
Teofrasto, I, 6,6.”En general, la mayoría de las verduras, como la acelga, la berza, el apio y la romaza, tienen una única raíz, sólo que algunas tienen largas raíces laterales, como el apio y la acelga”
Teofrasto, I, 9,4:”El apio es un subarbusto o planta herbácea, como el rosal, la artemisa, el orégano, la amapola, etc. Algunas de estas plantas, algunas conservan sus hojas, otras las pierden, como le sucede al orégano y al apio”
Teofrasto, I, 10,7:”Al apio, cuando surge el tallo, se le originan hojas, como en la lechuga silvestre, la albahaca y en los cereales”
Teofrasto, I, 12, 2:”El apio presenta un jugo aromático como el eneldo y el hinojo.”
Teofrasto, IV, 8,3:”Se llama herbáceas a plantas como el apio de las marismas y otras por el estilo”
Teofrasto, VII, 2, 2 y ss:”Algunas plantas que no son bulbosas, pero que son de larga vida, echan vástagos o tallos, como el apio; echan también raíces de las que nacen hojas y tallos. […] La mayoría de las verduras tienen una sola raíz gruesa y muy hundida en la tierra, porque, incluso en aquellas que emiten raíces adventicias de igual grosor, el brote lateral procede de la mitad de la raíz y no del punto de donde aquella tiene si comienzo. […] Su raíz es carnosa o leñosa, ni siquiera cuando se las pone a secar, se endurecen”
Plinio, XIX - XX, 112 y ss: “El apio es muy apreciado, tanto es así que en el campo sus tallos se sumergen en la leche y su salsa es muy apreciada como condimento. A su vez aplicada con miel en los ojos, tras una decocción. También es beneficiosa para otro tipo de flujos en los miembros cuando se aplica machacado, él solo o aplicado con pan o cebada. También los peces son revividos con apio fresco, si están enfermos en su estanque. Ninguna otra planta, extraída del suelo ha dado tanto que hablar entre los estudiosos. El apio tiene diferentes sexos. Crisipo afirma que el apio femenino tiene hojas y rizadas, un tallo grueso y un sabor fuerte. Dionisio dice que es más oscuro, tiene una raíz más corta. Ambos coinciden en que no debe ser clasificado entre los alimentos prohibidos porque está dedicado a los banquetes funerarios en honor a los muertos y es bueno para el mal de ojo. Dicen que el tallo del apio femenino cría larvas, por lo que aquellos que lo han comido, hombre o mujer acaban siendo estériles, y los niños que lo succionan si sus nodrizas se lo dan, acaban siendo epilépticos. Sin embargo, el apio masculino es menos perjudicial, porque este no es considerado tabú. La aplicación de las hojas de apio suaviza las durezas de los senos. Hervir el apio en agua dulce la hace todavía más dulce. Su jugo, extraído de la raíz, unido con vino, atenúa el dolor de lumbago y también es bueno para los problemas de audición si se introduce en los oídos. Su semilla es diurética, ayuda a la menstruación y después del parto, también restaura el color natural tras una contusión si se aplica una decocción de sus semillas. Aplicada con la clara de los huevos o hervida en agua y bebido, el apio cura las piedras del riñón y las úlceras de la boca cuando se machaca en agua fría. Las semillas con vino o la raíz con vino viejo, destruye las piedras de la vejiga. Las semillas también tomadas con vino blanco ayudan a los pacientes de ictericia”.
Esta semana nos hemos centrado en sus características y cultivo, en un siguiente artículo hablaremos de las propiedades, uso culinario y medicinal.
Plurimam salutem!
*Imágenes propias