sábado, 22 de diciembre de 2007

RECETARIO DE COCINA ROMANA ANTIGUA II


Para recibir las Navidades y comenzar el año con buen pie, no hay nada mejor que continuar con el recopilatorio de recetas de cocina romana antigua II.

Empezamos en año 2007 con el recetario nº 1 y lo acabaremos con la segunda parte.

GUSTATIO

HUEVOS DUROS (Ova elixa)

Hervir unos huevos y rociar con una mezcla de garum, vino, pimienta, aceite y benjuí (en su defecto, vainilla).

SOPA DE CEBOLLAS (Patellam Lucretianam)

Limpiar unas cebollas (1/2 k), quitando la parte verde. En una cazuela poner garum, aceite y agua. Poner a calentar la cazuela y en el momento que esté caliente, añadir las cebollas. A mitad de cocción adjuntar, de manera decorativa sobre las cebollas, un pescado ahumado (por ejemplo, arenques). Antes de terminar su cocción poner una cucharada de miel, un poco de vinagre y mosto cocido. Espolvorear tomillo, hervir un poco y servir tibio.

HABAS A LA MANERA DE VITELO

“Cocer unas habas y aplastarlos. Machacar pimienta, ligústico, jengibre y echar por encima de estas hierbas unas yemas de huevo cocido, 70 gr. de miel, garum, vino y vinagre. Meterlo todo en una cazuela, añadir aceite y poner a hervir. Remover para evitar grumos, echar miel y servir.”

Otra opción:

“Cocer las habas, cuando hayan espumado, echar puerro, coliandro y flores de malva. Durante la cocción, machacar pimienta, ligústico, orégano, hinojo engrano, rociar con garum y vino. Echar en la cazuela y añadir aceite. Cuando hierva, remover. Rociar con aceite verde y servir.”

PLATO DE HABAS

“Cocer unas habas. Machacar pimienta, ligústico, comino, coliandro fresco, rociar con garum, y echarlo en la cazuela con las habas. Añadir aceite. Hervir a fuego lento y servir”.

Otra opción:

"Cuando hayan espumado, machacar miel, garum, careno, comino, ruda, apio en grano, aceite y vino. Picar bien. Servir con pimienta molida y unas morcillas"

LENTEJAS CON CASTAÑAS

“Poner en una cazuela castañas peladas. Cocer con agua y un poco de bicarbonato sódico. Poner en un mortero pimienta, comino, semillas de cilantro, menta, ruda, ajo y poleo; machacar bien y empapar con vinagre, miel y garum. Verter sobre las castañas cocidas. Añadir aceite y poner a hervir. Cuando esté todo bien cocido machacar en el mortero y aderezar con esta salsa las lentejas ya cocidas. Servir y aliñar con aceite verde”.

PLATO DE ROSAS (Patinam de rosis)

“Coger unas rosas y deshojarlas, quitarles la parte blanca, ponerlas en un mortero, rociar con garum y triturar. Después echarles un vaso y medio de garum y colgarlas. Coger 4 sesos, sacarles el nervio. Picar 10 gr de pimienta, cubrir con el preparado anterior, y picarlo junto. Después romper 8 huevos, un vaso y medio de vino de pasas y un poco de aceite. Untar una vasija, ponerla al fuego y echarle el preparado. Cuando haya cocido, espolvorear con pimienta y servir”.

PLATO DE ROSAS SIN ROSAS o MENÚ DE ROSAS (Patinam de rosis sine rosis)

“Echar en una cacerola garum, vino de pasas en cantidad, aceite, caldo, puerro y cilantro picado, salchichas troceadas, paletilla de un cerdo cocida, cortada en cuadrados, y a continuación los hígados y las asaduras. Durante la cocción, picar pimienta, ligústico (o bayas de enebro), orégano, jugo de la propia salsa, vino y vino de pasas en cantidad. Amalgamar cuidadosamente. Dejar hervir. Después de su ebullición, envolver con la pasta, espolvorear pimienta y servir”

PAN

“El pan con aguamiel, tanto crudo como cocido, en cataplasma, alivia toda inflamación… y es refrescante, si se mezcla con algunas hierbas o zumos.” “El pan duro y seco restriñe el flujo del vientre. El reciente, bañado con salmuera y aplicado en cataplasma, cura los empeines antiguos”. (Dioscórides. Plantas y remedios medicinales, II, 85)

RECETA DE LA MOLA SALSA mezcla de harina y sal que elaboraban las Vestales y la utilizaban para salar la harina siguiendo unos rituales sólo conocidos por ellas.

“La muries es según dice Veranio una salmuera hecha con sal no purificada, picada en un mortero y echada luego en una olla de tierra y después cubierta de yeso y cocida al horno. Las vírgenes Vestales la cortaban después con una sierra de hierro y la depositaban en una tinaja saladera que hay en la Aedes Vestae, en la parte exterior del penus (despensa). Ellas echan allí agua viva o cualquier otra agua con tal no venga conducida por tubos, y se sirven de ella para los sacrificios” (Festo, 158 L)

MORETUM

El Moretum era una crema o salsa de queso que se consumía en el ientaculum o desayuno acompañado de pan. Sobre este plato cuyos ingredientes principales son ajos, hierbas aromáticas, queso, sal, aceite y vinagre nos han llegado diferentes recetas de autores como Apicio y Columela, pero la atribuida a Virgilio resulta muy interesante por tratarse de una receta escrita en verso:

Tunc quoque tale aliquid meditans intraverat hortum;
ac primum, leviter digitis tellure refossa,
quattuor educit cum spissis alia fibris,
inde comas apii gracilis rutamque rigentem
vellit et exiguo coriandra trementia filo.
Haec ubi collegit, laetum consedit ad ignem
et clara famulam poscit mortaria voce.
Singula tum capitum nodoso corpore nudat
et summis spoliat coriis contemptaque passim
spargit humi atque abicit. Servatum germine bulbum
tinguit aqua lapidisque cavom demittit in orbem.
His salis inspargit micas, sale durus adeso

caseus adicitur, dictas super ingerit herbas
et laeva vestem saetosa sub inguina fulcit:
dextera pistillo primum flagrantia mollit
alia, tum pariter mixto terit omnia suco.
It manus in gyrum: paulatim singula vires
deperdunt proprias; color est e pluribus unus,
nec totus viridis, quia lactea frusta repugnant,

nec de lacte nitens, quia tot variatur ab herbis.
Saepe viri nares acer iaculatur apertas
spiritus et simo damnat sua prandia voltu,
saepe manu summa lacrimantia lumina terget
immeritoque furens dicit convicia fumo.
Procedebat opus nec iam salebrosus ut ante
sed gravior lentos ibat pistillus in orbis.
Ergo Palladii guttas instillat olivi
exiguique super vires infundit aceti
atque iterum commiscet opus mixtumque retractat.
Tum demum digitis mortaria tota duobus
circuit inque globum distantia contrahit unum,
constet ut effecti species nomenque moreti.
Eruit interea Scybale quoque sedula panem,
quem laetus recipit manibus, pulsoque timore
iam famis inque diem securus Simylus illam
ambit crura ocreis paribus tectusque galero
sub iuga parentis cogit lorata iuvencos
atque agit in segetes et terrae condit aratrum.

“Aquel día, pues, pensando en algo semejante había entrado en el huerto. En primer lugar, escarbaba la tierra ligeramente con los dedos, saca cuatro ajos con sus recias fibras, luego arranca el apio de frágil fronda, la tiesa ruda y el cilantro tembloroso por su fino tallo. Una vez recogió todo esto, se sienta junto al fuego y pide a voces el mortero a la criada. Luego, pela una a una las cabezas de ajos cortándoles los nudos y las membranas superiores y echa los despojos por todos lados quedando esparcidos en tierra. El bulbo conservado con el tallo moja en agua y lo mete en la concavidad de la piedra. Los espolvorea de granos de sal, se añade queso en sal curado, acumula encima las hierbas seleccionadas. Con la izquierda sostiene el recipiente entre las velludas piernas, la derecha con la mano del mortero primeramente maja los olorosos ajos, luego, a su vez, tritura todo, mezclado el jugo. Va la mano girando. Poco a poco cada uno de los ingredientes pierde sus fuerzas, de muchos queda un solo color, ni todo verde, porque resisten las partes lechosas, ni destacando el blanco de leche porque se torna variado de tantas hierbas. A menudo las narices abiertas de nuestro hombre golpea el fuerte olor y con muecas condena su alimento, a veces con la mano limpia sus ojos llorosos y, furioso, lanza improperios contra el inocente tufo.

Avanzaba su obra: y no ya desigual, como antes, sino más pesada marchaba la mano del mortero en lentos giros. Vierte gota a gota el aceite de Palas, un chorro de fuerte vinagre y, de nuevo, mezcla la pasta y remueve lo mezclado y recoge lo esparcido en una bola para que tome la forma y el nombre de un perfecto MORETUM.

Mientras tanto, Escíbale, también activa, saca el pan que alegre recoge con sus manos, y rechazando el temor del hambre y seguro por aquel día, Símulo se ciñe las piernas con polainas iguales y, cubierto de un gorro de cuero, unce al yugo con correas mansos novillos, los conduce al campo y en tierra hunde el arado” MORETUM (85-116)

MORETUM (Según el Apéndice Virgiliano)

"Picar en el mortero dos ajos, añadiéndoles un poco de sal gruesa. A continuación, mezclar hojas verdes de apio, unos granos cilantro y ruda u otra planta aromática como rúcula. Se pueden añadir para aromatizar un poco de tomillo, eneldo, etc. Después añadir el queso de oveja o cabra (seco), moviendo de forma circular, hasta conseguir una pasta gracias al aceite de oliva y a un poco de vinagre".

OTRA RECETA DE “SALSA” DE MORETUM (Según Apicio)

"Triturar hojas de menta, de cilantro, ruda y de hinojo, con pimienta, miel, garum y bayas de eneldo. Si es necesario, añadir vinagre. Queda más sabroso si se deja reposar un día"

OTRA VERSIÓN DEL MORETUM DE APICIO PERO CON AJO

"Triturar hojas de menta, de cilantro, de ruda, de hinojo, dos tallos verdes de apio, con tres o cuatro dientes de ajos, pimienta, miel, garum y bayas de eneldo. Si es necesario, añadir vinagre."

* Esta misma receta puede ser acompañada por un queso curado o semi tipo “Mahón”

OTRA VERSIÓN DEL MORETUM (Según Columela)

"Triturar en un mortero queso, ajedrea, ruda, cilantro, apio, cebollinos, una hoja de lechuga (si se quiere), menta, tomillo, poleo, aceite y vinagre. Se debe conseguir una crema para untar sobre el pan."

* Columela nos ofrece otras versiones a esta receta en su libro De Re rustica, XII, LIX: a la misma receta se le pueden añadir frutos secos, pimienta y orégano.

OTRA VERSIÓN DEL MORETUM

"Trocear queso de oveja y mezclar con apio y cebolla. Aliñar con aceite, vinagre y garum."

PRIMA MENSA

CARNE HERVIDA

Tras hervir la carne, añadir machacados los siguientes ingredientes: pimienta, ligústico, alcaravea, apio en grano, tomillo, cebolleta, dátiles, salmuera pasada por el tamiz, amalgamar con miel y vino. Espolvorear apio fresco machacado y añadir aceite antes de servir.

LECHÓN HERVIDO

Hervir un lechón. Luego acompañar con la siguiente salsa: mezclar en un mortero pimienta, ajo, semillas de cilantro, menta y machacar todo junto. Luego poner añadirle garum con miel hasta formar una salsa ligera.

LECHÓN CON JENGIBRE

Preparar el lechón hervido, que después de asará en el horno condimentado con una mezcla de pimienta, apio picado, alcaravea, comino, mucho jengibre picado fresco. Cuando esté asado, se sirve con una salsa de piñones, dátiles, miel, vinagre y hervida en un buen caldo con mostaza.

FILETE DE AVESTRUZ A LA MOSTAZA

“Preparar una salsa con pimienta negra en grano, bayas de eneldo, tomillo, mostaza en grano, miel, vinagre, garum y aceite. Calentar esta salsa (sin que llegue a hervir) durante unos minutos.

Esta emulsión deberá cubrir los filetes de avestruz, que previamente se habrán asado o podemos utilizar esta salsa para cocer la carne en ella”

SALSA PARA UNA CARNE ESPECIAL

Mezclar pimienta, con apio picado, alcaravea, menta, hojas de laurel, yema de huevo cocido, miel, vino, vinagre, caldo y aceite de oliva. Hervir e introducir cebollino picado. Esta salsa (que debe de tener una consistencia espesa) servirá para acompañar cualquier carne hervida o asada. Esta salsa también se puede presentar con nueces picadas y piñones en remojo.

PESCADO HERVIDO CON SALSA (locusta elixa cum cuminato)

Tras hervir el pescado, machacar en el mortero: pimienta negra, ligústico (o bayas de eneldo), cilantroo, ajedrea, cebolla, una yema de huevo duro, vino de pasas, vinagre, aceite y garum, rociar el pescado.

COCHINILLO ASADO

Asar un cochinillo y condimentar con pimienta, ruda, ajedrea, cebolla, yema de huevos cocidos, garum, vino, aceite y vino aromático.

SALSA PARA EL FLAMENCO

Desplumar un flamenco, lavarlo y prepararlo para echar en la cazuela. Poner agua, sal, eneldo y un poco de vinagre. A media cocción, atar un manojo de puerros y de cilantro, dejar que hierba junto. Antes de llegar al punto de cocción, añadir defritum (mosto hervido hasta reducirlo a la mitad o a un tercio de su volumen) para que coja color. Machacar en un mortero pimienta, comino, cilantro, benjuí (o rama de vainilla, en su defecto), menta, ruda, rociar con vinagre, añadir dátiles y rociar con su propio jugo. Vaciarlo en la cacerola y envolver con almidón (o fécula para espesar la salsa). Derramar la salsa y servir. Lo mismo se hará con el papagayo”

OTRA RECETA

“Asar el ave. Machacar pimienta, ligústico (o bayas de eneldo), apio en grano, aljonjolí frito (o sésamo), perejil, menta, cebolla seca, dátiles, miel, vino, garum, vinagre, aceite y defritum, dejándolo macerar”

SECUNDA MENSA

TOSTAS DE PAN (tipo torrijas)


"Poner en leche pan. Cuando haya absorbido bien, hornear el pan durante un momento para que no se seque su interior. Sacar del horno y untar con miel mientras esté caliente, pinchar para que se empape bien. Espolvorear con pimienta y servir."

PLATO DE PERAS

“Sacar el corazón de unas peras y cocer en agua. Macerarlas con pimienta, comino, miel, garum, vino de pasas y un poco de aceite. Añadir huevos cocidos y prepararlo todo en una bandeja. Espolvorear con pimienta y servir”

FLAN (tyropatinam)

Poner leche en un plato en la cantidad proporcionada para el tamaño de éste. Amalgamar con miel. Echar 5 huevos para ½ l de leche y batirlos con la leche hasta que quede todo bien disuelto. Hornear y cuando haya cuajado, espolvorear pimienta y servir.

*Se puede servir acompañado de frutos secos.


RECETA DE MUSTACEUM, según Catón De Agricultura, CXXI:

"Haz panes de mosto [vino dulce] así. Rocía de vino dulce un modio de harina de trigo candeal: añade anís, comino, dos péndulos de manteca, una libra de queso, y ralla una vara de laurel, y cuando lo hayas amasado, pon debajo hojas de laurel. Entonces se cuece"

BEBIDAS

VINO DE MIRTO

Para acompañar el menú podemos elaborar unos días antes un vino de mirto:

“Poner a macerar los frutos triturados del mirto en vino tinto durante diecinueve días. Pasados estos días colar el vino que se servirá con miel y unas hebras de azafrán”

Diferentes maneras utilizadas por los antiguos romanos para mejorar el vino:

  • Mezclar con miel, tras echarle harina de cebada o de trigo o harina de legumbres. Esta unión proporcionaba sabor y aroma, además de ser considerada un buen reconstituyente y con uso medicinal.
  • Añadir sólo miel (mulsum). O bien miel y flores (por ejemplo, el vino de rosas o de violetas).
  • Añadir hierbas como tomillo, poleo, canela, azafrán, anís, menta,… Se obtenía un vino muy aromático que no embriagaba en exceso.
  • Mezclar con agua dulce para eliminar la aspereza del vino y aumentar su volumen. La proporción de agua sobrepasaba a la de vino (1ó 2 de vino por 5 ,4 ó 3 partes de agua). Se podía refrescar la mezcla con agua de nieve o agua fría, gracias a unos recipientes con doble cámara en los que se colocaba la nieve sin que entrara en contacto con el vino o también se podía añadir el agua directamente al vino por medio de unas cestas de tela para eliminar las posibles impurezas del agua de nieve.

VINO DE ROSAS ( Rosatum sic facies)

“Quitar la parte blanca de la extremidad de los pétalos, enfilad éstos en rosarios y ponedlos a macerar durante siete días en el vino. Pasado este tiempo, sacad las rosas del vino. Preparad de la misma manera otros collares de pétalos frescos, ponedlos a macerar siete días en el vino y luego sacar las rosas como hicisteis con las anteriores.

Haced lo mismo una tercera vez, sacad las rosas y filtrad el vino.

Cuando vayáis a beberlo, añadidle miel, procurad emplear las rosas de la mejor calidad y que no estén humedecidas por el rocío.”

RECETA DE VINO DE ROSAS SIN ROSAS (Rosatum sine rosa sic facies)

“Echar en un barril de mosto sin fermentar hojas verdes de limonero colocadas en un pequeño capazo de palma, y a los 40 días sacarlas. Cuando se necesite, añádase miel, y se puede usar como vino de rosas”.

REMEDIOS ESTOMACALES

ALGUNAS RECETAS PARA EL DOLOR DE ESTÓMAGO:

  • Es muy bueno el cuajo de los ciervos cocido con lentejas y acelgas...” (Plinio. HN. L.XXVIII, 209)
  • Cocer en agua acelgas pequeñas y puerros en conserva; colocarlos en una cazuela. Moler pimienta y comino, rociarlo con garum y vino de pasas para endulzarlo ligeramente. Ponerlo a hervir y servir después de que haya cocido”. (Apicio III.2 y ss)
  • Los membrillos son muy estomacales, asados o en infusión convienen para los dolores de estómago. También son recomendables los cocidos con miel. Los membrillos crudos o sus flores en cataplasma reestructuran el flujo de vientre, el ardor de estómago y el vómito. Las flores bebidas con vino son muy estomacales. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Varrón nos presenta una receta para el vientre: “coger acelgas, pero negras, con sus raíces, las limpias y hervidas en vino melado con un poco de sal y aceite, o bien cocidas sólo con sal y aceite, hacen un caldo que se bebe; es todavía mejor si se cuece en él un pollo”.
  • El zumo del sicomoro o higuera silvestre cura los dolores de estómago.(Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)


PARA PURGAR EL VIENTRE:

  • “Los peces de roca son purgantes si se cuecen con eneldo, apio, puerro, coriandro, sal y aceite, (Plinio. HN. L.XXXII, 94)
  • “El caldo de pollo afloja el vientre, con mayor eficacia si es de un pollo viejo (...) también existen algunas recetas para prepararlos: es muy eficaz cocerlo con col marina, salazón de atún, alcaparras, apio, polipodio o eneldo” (Plinio. HN. L.XXIX, 80)
  • “Los que administran a agua del mar, prefieren comer después rábanos en vinagre melificado, para volver a provocar el vómito (Plinio. HN. L.XXXI,65)
  • “Coge una olla, vierte seis sextarios de agua y tira una uña de jamón. Si no tienes una uña, pon medio péndulo de jamón a trozos sin nada de grasa. Cuando ya comience a ser cocido, añade dos centros de col, dos de acelga con su raíz, un brote de podipodi [tipo de hierba] no mucho de la hierba de Mercurio, dos libras de mejillones, un pez mújol y un escorpión, seis caracoles y un puñado de lentejas. [2] Hierve todo esto hasta que mengue a tres sextarios de caldo; no pongas aceite. Tómate un sextario tibio, añade un vaso de vino de Cos; bebe, descansa; después, repite la operación, de la misma manera; después, tercera vez. Te purificarás bien. Y si quieres, además, beber vino de Cos diluido, te será posible beber. De todas estas cosas, una de las escritas, la que de ellas quieras, podrás vaciar el vientre; pero todas juntas son un buen remedio para vaciar y es agradable.” (Catón. D A. CLVI)
  • Tomillo bebido con sal y vinagre purga el estómago. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Poleo bebido con agua y vinagre calma y purga el vientre (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • El caldo de gallo viejo purga el vientre. Para elaborarlo, se sacan las vísceras y se condimenta con mucha sal. Se cuece durante varias horas. Tras enfriar este caldo, se bebe. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Toma cuatro péndulos de col muy ligera, haz tres manojos iguales y átalos. Después pon al fuego una olla con agua: cuando comience a hervir, pon durante un rato un manojo; cesará de hervir; cuando empiece de nuevo a hervir, déjalo un poco hasta que cuentes hasta cinco y retíralo. [3] Haz eso mismo con el otro manojo y con el tercero. Después sácalos, pícalos, ponlos dentro de un paño y saca el jugo, casi una hemina, dentro de tiestos; añade un grumo de sal como una alubia y comino tostado, tanto que de olor: entonces ponlo a la serena de la noche. El que lo tenga que beber que lo tome bien caliente, que beba agua con miel, sin cenar. [4] Después, por la mañana, beba el jugo y camine cuatro horas; que haga lo que tenga que hacer. Cuando se deba de acostar que vacíe el estómago. Vaciará tanta hiel y mucosidad, que el mismo se admirará de dónde sale tanto. Después, que beba una hemina o un poco más: si aún va, que coja dos porciones de harina fina, que la disuelva en agua y que beba un poco: se le interrumpirá”. (Catón. D A. CLVI)

PARA LOS ARDORES ESTOMACALES:

  • Achicoria de hojas anchas en muy estomacal y refrescante. Si se toman cocidas con vinagre restriñen el vientre y alivian los ardores. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • El zumo de regaliz, reposado bajo la lengua evita el ardor de estómago. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • El caldo de pollo se administra para los ardores de estómago (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)


PARA LAS FLATULENCIAS:

  • Mezclar dos onzas de comino, una onza de jengibre, una onza de ruda, dátiles picados, una onza de pimienta y nueve onzas de miel. Combinar todos los ingredientes con un poco de vinagre y mezclar bien. Tomar media cucharadita después de la cena o cuando haya comido lechuga, entonces estará listo para el banquete de Apicio.”
  • La granada es muy amiga del estómago. La dulce alivia las flatulencias y la agria elimina el ardor de estómago, aunque su sabor es muy desagradable. Si se seca la semilla al sol y se cuece se obtiene un bebedizo muy satisfactorio para el vientre. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Manzanilla bebida alivia las flatulencias. Se pueden ingerir con una mezcla de vino y miel. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • En el libro III.XVIII, Apicio presenta una receta para la digestión, el flato y para que las lechugas no sienten mal: dos onzas de comino, una de jengibre, una de ruda fresca, doce escrúpulos de dátiles grasos, una onza de pimienta, nueve de miel: el comino podrá ser de Etiopía, Siria o Libia. Machacas el comino y lo viertes en el vinagre. Después de haberlo dejado secar, lo mezclas todo con miel. En caso de necesidad mezclas media cucharita de vinagre y un poco de garum o bien tomas media cucharada después de la comida.
  • Apicio en I.XVIII nos muestra dos recetas del oxygarum (garum rebajado con vinagre.) que tendría un uso medicinal para facilitar la digestión. Media onza de pimienta, tres escrúpulos de sésil galo, seis de cardamomo, seis de comino, uno de hoja de nardo y seis de menta seca: moler, tamizar y ligar con miel. Para servir añadirle garum y vinagre.
  • Otra receta: una onza de pimienta, una de perejil, una de alcaravea, una de aligustre; ligar con miel. Para servir, añadir garum y vinagre.


PARA LOS RETORTIJONES DE TRIPA:

  • Se ha de macerar col en agua; cuando esté reblandecida, ponla dentro de agua caliente, cuécela y escurre el agua; entonces añade sal, un poco de comino, ponle flor de harina y adereza todo con aceite. Después cuécelo todo, ponlo dentro de un plato para que se enfríe: el que quiera comer que coma.” (Catón. De agricultura, CLVI)
  • La raíz de la osagra hervida con aguamiel se muy buena para los retortijones de tripa. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Las nueces quemadas con su cáscara se aplican sobre el ombligo para los retortijones (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • El astrágalo de cerdo, quemado hasta cambiar de negro a blanco, majado y bebido elimina los retortijones de tripa. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Los higos secos majados con nitro y con simiente de alazor y bebidos son buenos para ablandar el vientre. Si se les añade ruda se alivian los retortijones de tripa (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Mijo tostado y aplicado en caliente como cataplasma repara los retortijones de vientre. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Pimienta bebida con hojas tiernas de laurel alivia los retortijones de tripa(Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Cebolla triturada con ocho partes de sal tostada en ayunas, una o dos cucharadas ablanda el vientre. Con miel asienta el estómago y evita los retortijones. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • La cabellera y el fruto del eneldo mitigan los retortijones de tripa, calma el dolor de vientre y los vómitos. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Las infusiones de poleo, mejorana, eneldo y perejil alivian los retortijones. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Comino es útil para retortijones o flatulencias. También se puede tomar cocido con aceite y aplicado como cataplasma con harina de cebada. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)


PARA RESTAURAR EL VIENTRE

  • El fruto seco de la rosa de mosqueta hervido en vino, restaura el vientre (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Las cabezas de las rosas bebidas tras ser hervidas, restauran el vientre. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • El zumo de la acacia restaura el vientre (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • El caldo de las almejas es bueno para el vientre. Mejor si se toma con vino. (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales)
  • Las infusiones de hinojo, menta, ruda, y anís restauran el vientre (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Hisopo en infusión con ojimiel (dos partes de miel y una de vinagre, hasta que tengan punto de jarabe) es buena para el estómago. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • La decocción de la palma bebida es conveniente para el flujo del vientre. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • El zumo de mirtos verdes exprimidos es eficaz para el vientre, se puede mezclar con vino viejo o agua de lluvia. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Los melocotones y los nísperos sientan bien al estómago, principalmente cocidos, aunque mejores son los albaricoques cocidos. Las peras hervidas relajan el vientre y estriñen. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Albahaca como condimento es emoliente del vientre, pero cuidado con su abuso pues engendra gusanos. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Jengibre como condimento es calmante del estómago. Tiene los mismos efectos que la pimienta. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • Lenteja con su piel restablece el estómago. Si se cuece con endivias, achicoria, acelga, mirto, cáscara de granada, nísperos, membrillo o peras, es muy buena para el vientre. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)
  • La harina de cebada y de avena elaborada en gachas son muy buenas para el estómago. (Dioscórides. Remedios y plantas medicinales)

HIGOS

  • LAXANTE: “El higo posee unos componentes viscosos, dulces y ligeramente nitrosos, propios de los líquidos, y procura una deposición de un tirón floja, rápida y sin mucho dolor”(Filótimo, Sobre la alimentación, III, 11)
  • EXPECTORANTE Y MUCOLÍTICO: “Los higos secos son nutritivos, caloríficos, provocan sed, son laxantes del vientre, adecuados para la garganta, la tráquea,…para los asmáticos. Son convenientes para la tos antigua y contra las enfermedades crónicas de los pulmones,… maduran las hinchazones de los ganglios” (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales, I, 128,1 y ss)
  • DERMATOLÓGICO: “Sanan las llagas de difícil curación en las piernas,…curan los sabañones,…purifica las excrecencias de la carúncula lagrimal,...es ulcerante de cuerpos,…ablandan los callos,…elimina las verrugas,…curan la caspa, las llagas” (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales, I, 128, 2 y ss)
  • ANTICOAGULANTE: “Se da a beber contra la coagulación de la sangre, contusiones, roturas internas y espasmos” (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales, I, 128,7)
  • OTROS USOS: “Sanan los zumbidos de oídos y cosquilleo,…, relajante de la matriz,…muy útil para las caries,…convenientes para mordeduras,…restablecer los huesos, para los afectados de gangrena, para fístulas cavernosas y grandes” (Dioscórides, Plantas y remedios medicinales, I, 128, 3 y ss)

N.B: Las recetas que se ofrecen se basan en fuentes clásicas, pero es necesario resaltar que algunas de ellas han sido adaptadas para poder elaborarlas en el aula con el alumnado.

DESDE DE RE COQUINARIA DAROS LAS GRACIAS A TOD@S POR ESTAR AHÍ Y POR VUESTRAS MUESTRAS DE AMISTAD Y CARIÑO.

A SU VEZ TRANSMITIROS LOS MAYORES DESEOS DE FELICIDAD EN ESTOS DÍAS Y QUE EL AÑO 2008 VENGA CARGADO DE PAZ, SALUD Y AMOR.

Plurimam Salutem, amici et amicae!!

sábado, 15 de diciembre de 2007

CERVISIA


Cuando pensamos en el mundo clásico raras veces imaginamos a los antiguos griegos o romanos bebiendo cerveza. Es algo comprensible, pues la bebida por excelencia era el vino, pero eso no indica que fuera la única.

La cerveza es una de las bebidas más antiguas de la historia y se puede afirmar que nació conjuntamente con los cereales.

Así pues, cuando el hombre aprendió a trabajar los cereales, sólo tuvo que dejar fermentar la harina con una poca cantidad de agua para conseguir la cerveza.

Era un producto al que podía acceder toda la población y del que se podía sacar mucho partido, pues con una pequeña cantidad se podían beneficiar muchos.

A su vez, al tratarse de una bebida fermentada y con alcohol, el agua utilizada para su fermentación se descontaminaba y quedaba libre de gérmenes.

Resulta curioso saber que en Egipto era la bebida más servida y que debía consumirse con una caña (quizá de ahí venga su otra denominación) para no ingerir los restos de pan que quedaban. Se tomaba mezclada con vino, agua, hidromiel o perfumada con canela, dátiles, etc. Era considerado un alimento sagrado y ofrendado a los dioses.

Ya en Grecia y Roma, su consumo estaba atestiguado entre las clases sociales más bajas.

En el mundo romano el precio era insignificante, por lo que podía ser adquirida por personas con pocos ingresos. Según el Edicto de Diocleciano, gracias al que podemos conocer los precios de diferentes productos romanos, la cervisia, costaba la mitad que el vino; sabemos que medio litro de vino y un pan costaba un as.

La elaboraban con agua y cereales como cebada, trigo, centeno o mijo, por lo que los griegos le dieron diferentes nombres según el cereal que sirviera como materia prima: al vino de cebada pînon” o “zythos" (de origen egipcio); "bryton" si era de centeno; de mijoparabíe”; “rhizôn” si estaba elaborada con raíces de cereales. (Helénico, Fundaciones, FGrH 4, fr 66). Se tomaba siempre caliente.

Tenía un uso medicinal: “La cerveza (sitos) se hace de cebada. Es diurética y ataca a los riñones y a los nervios, y principalmente es dañosa de las meninges, y flatulenta, generadora de cacoquimia y creadora de elefantiasis. El marfil, remojado en ella, se vuelve fácil de tratar” (Dioscórides, II, 87)

Era considerada por los romanos una bebida de incivilizados, pues gracias a los galos que eran grandes consumidores, tuvieron conocimiento de ella.

La etimología de la palabra cerveza en las lenguas europeas resulta muy curiosa:

  • Lexema galo, cervesia, de donde cerveja (portugués), cerveza (español) y cervoise (francés)
  • Lexema anglosajón, ealu, de donde ale (inglés) o öl (sueco)
  • Lexema neerlandés, bier, de donde beer (inglés), bier (alemán), bière (francés) o birra (italiano)

Para finalizar, comentar que existía la creencia, según Aristóteles, Sobre la embriaguez, que caen de espalda quienes beben vino de cebada llamada pînon:

"Parece suceder algo peculiar con las bebidas de cebada, el llamado pînon. En efecto quienes se emborrachan con otras bebidas se caen para todas partes, hacia la izquierda, hacia la derecha, de frente, boca arriba. Los que beben pînon, en cambio, son los únicos que se caen hacia atrás y boca arriba" (Ateneo, X, 453)


Original esta teoría.

Plurimam salutem!

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domingo, 9 de diciembre de 2007

INSTRUMENTA- CAPITULUM OCTAVUM

SYNTHESIS


En los banquetes romanos se acostumbraba a utilizar una prenda especial llamada synthesis. Consistía en una toga pequeña de ligera muselina y de color oscuro, que servía para no ensuciarse la túnica cuando se recostaban en los lechos del triclinium.

Esta prenda tenía muchas utilidades, pues servía para lavarse los dedos, sucios por comer con ellos los alimentos ya cortados, para secarse el sudor cuando la temperatura subía por el consumo de vino y calorías que proporcionaban los platos servidos e incluso para sonarse, si la ocasión lo requería.

Los invitados, al llegar a casa del anfitrión del banquete, se desprendían de su incómoda toga, se descalzaban y recibían un baño de pies. Los esclavos de la casa les entregaban la synthesis que colocaban sobre la túnica y, con una libertad mayor de movimientos, pasaban al triclinium donde tomaban los puestos que se les otorgaban.

Era frecuente que el anfitrión de un banquete regalara la synthesis como recuerdo de esa comida.

Las fuentes clásicas nos indican que era frecuente cambiarla a lo largo del banquete, entre plato y plato.
Marcial, Epigramas, V, 79:

“Once veces te levantas en la misma comida y otras tantas mudas tu ropa de banquete (synthesis); temes que el sudor le impregne los vestidos y que al pegarse a tu cuerpo una leve corriente de aire dañe los abiertos poros de tu piel. ¿Cómo es entonces que, cuando ceno contigo, Zoilo, no sudo?, pues porque sólo tengo una muda y hago por sentir mucho fresco.”

Plurimam salutem!

*Fotografías propias




sábado, 1 de diciembre de 2007

GUSTO Y SABOR


Cuando se trabaja en el aula la unidad de la cocina romana antigua, el alumnado muestra un gran interés por tema, tanto por las explicaciones teóricas, como por la parte práctica, en la que pueden manipular, jugar a hacer cocinitas y recordar tiempos de la infancia.

Cuando ya tienen sus platos elaborados, siempre con gran esmero, sienten cierta reticencia a probarlos y es frecuente escuchar las frases: ¿a qué sabe?, ¿a ti te gusta?, ¿los romanos comían esto y les gustaba? o ¡está bueno!

En ese momento concreto, es difícil comentar estas cuestiones, pero sería interesante buscar un momento para reflexionar al respecto.

Evidentemente, el gusto de una cultura por un tipo de alimentación es una sensación que se adquiere, que evoluciona con el paso del tiempo y que cambia según el pueblo, por lo que resulta casi imposible poder reconstruir el gusto alimentario de civilizaciones ya perdidas en el tiempo.

Pero el gusto, no sólo es esa sensación individual que nos proporciona la lengua y el paladar, por la que podemos afirmar si su sabor nos agrada o no, sino también es la experiencia vinculada al saber, más que al sabor, por el que podemos afirmar si un alimento nos causa satisfacción.

Así pues, mientras que el gusto como sabor depende de la parte física (lengua y paladar), el gusto como saber depende de la parte psíquica (mente-cerebro) que reconoce ese sabor como aprendido y puede realizar una valoración buena o mala.

Este gusto, educado poco a poco y en un contexto cultural e histórico, es producto de la tradición, de la disponibilidad de un alimento u otro, de la economía, etc.

Se comprende fácilmente el gusto de las civilizaciones antiguas por los cereales, legumbres, frutas, verduras, garum, huevos, lácteos, vino, miel, vinagre, especias,…todos estos productos eran de fácil disponibilidad, imprescindibles para la conservación e incluso, la mayoría de las veces, la necesidad era la que determinaba el consumo de un producto u otro.

Tras esta diferenciación entre tipos de gustos, podemos decir que el gusto, además de ser individual, se debe educar y con el aprendizaje, desde pequeños, nuestro cerebro reconoce un sabor aunque esté configurado de otra manera, pero el gusto primigenio y asimilado está ahí.

Así pues, la comida romana antigua presenta sabores reconocibles si nos han enseñado a descubrirlos, quizá su apariencia y combinación es diferente, pero el gusto como saber y conocimiento está patente.

Animaos a experimentar con nuevos sabores, vuestro gusto os lo agradecerá.

Plurimam Salutem!

*Fotografías propias


sábado, 24 de noviembre de 2007

UNA DE ROSAS DECLINADAS









Hace unos días podíamos leer un post muy interesante en el blog La llama de Vesta, en él se nos mostraban diferentes opciones para trabajar el famoso ”rosa, rosae” que ha acabado siendo un símbolo de la lengua latina.

Desde De re coquinaria queremos también honrar al "rosa, rosae", pero desde una perpectiva culinaria.

Así pues, veremos que en el mundo antiguo nuestro ROSA, ROSAE, no sólo se declinaba, sino que también se comía y aportaba grandes beneficios para la salud.

La utilización de las rosas como remedio medicinal era muy variada:

a) Para el dolor de cabeza, oídos, ojos, encías, intestino, matriz y ano se emplea el zumo de rosas secadas a la sombra y removidas continuamente para que no se enrojezcan.

b) Para unciones de ojos se utiliza el zumo de rosas frescas sin la parte blanca.

c) Para los flujos de estómago e inflamaciones se ponían emplastos de hojas maceradas.

d) Como antídoto y para sanar heridas, se aplicaba una cataplasma en la cara interna de los muslos.

e) Para las encías se utiliza el botón de las rosas, seco y en polvo.

f) Para expectoraciones de sangre se toma una infusión de las cabezas de las rosas.

También resulta interesante saber el uso cosmético de las rosas para la creación de esencias (las famosas pastillas de rosas) o para el embellecimiento de los párpados y pestañas gracias al empleo de la ceniza de las rosas.

No obstante, lo que nos interesa son las recetas de cocina romana antigua en las que el ingrediente principal es la rosa.

RECETAS CON ROSAS

VINO DE ROSAS ( Rosatum sic facies)

“Quitar la parte blanca de la extremidad de los pétalos, enfilad éstos en rosarios y ponedlos a macerar durante siete días en el vino. Pasado este tiempo, sacad las rosas del vino. Preparad de la misma manera otros collares de pétalos frescos, ponedlos a macerar siete días en el vino y luego sacar las rosas como hicisteis con las anteriores.

Haced lo mismo una tercera vez, sacad las rosas y filtrad el vino.

Cuando vayáis a beberlo, añadidle miel, procurad emplear las rosas de la mejor calidad y que no estén humedecidas por el rocío.”

PLATO DE ROSAS (Patinam de rosis)

“Coger unas rosas y deshojarlas, quitarles la parte blanca, ponerlas en un mortero, rociar con garum y triturar. Después echarles un vaso y medio de garum y colgarlas. Coger 4 sesos, sacarles el nervio. Picar 10 gr de pimienta, cubrir con el preparado anterior, y picarlo junto. Después romper 8 huevos, un vaso y medio de vino de pasas y un poco de aceite. Untar una vasija, ponerla al fuego y echarle el preparado. Cuando haya cocido, espolvorear con pimienta y servir”.

El aroma de las rosas traspasa límites insospechados, al igual que ha ocurrido con la “primera declinación latina: rosa, rosae”. Así pues, podemos encontrar recetas romanas que en su título contienen el término “rosa”, sin que dicho elemento se encuentre entre los ingredientes:

RECETA DE VINO DE ROSAS SIN ROSAS (Rosatum sine rosa sic facies)

“Echar en un barril de mosto sin fermentar hojas verdes de limonero colocadas en un pequeño capazo de palma, y a los 40 días sacarlas. Cuando se necesite, añádase miel, y se puede usar como vino de rosas”.

PLATO DE ROSAS SIN ROSAS o MENÚ DE ROSAS (Patinam de rosis sine rosis)

“Echar en una cacerola garum, vino de pasas en cantidad, aceite, caldo, puerro y cilantro picado, salchichas troceadas, paletilla de un cerdo cocida, cortada en cuadrados, y a continuación los hígados y las asaduras. Durante la cocción, picar pimienta, ligústico (o bayas de enebro), orégano, jugo de la propia salsa, vino y vino de pasas en cantidad. Amalgamar cuidadosamente. Dejar hervir. Después de su ebullición, envolver con la pasta, espolvorear pimienta y servir”

Para terminar, unos versos atribuidos a U. Eco en los que las rosas son las protagonistas:

“Rosa que al prado, encarnada,

te ostentas presuntuosa

de grana y carmín bañada:

campa lozana y gustosa:

pero no, que siendo hermosa

también serás desdichada”

(Apostillas al Nombre de la rosa)

Plurimam Salutem!

*Fotografías propias


sábado, 17 de noviembre de 2007

MULLI- SALMONETES


“Entre los peces de renombre, el que gozan de mayor favor y el más abundante es el salmonete”. Plinio con esta breve descripción nos ilustra la importancia del salmonete en el mundo clásico.

Su etimología resulta muy curiosa, tanto si acudimos a la nomenclatura que se le da en griego como si nos fijamos en su nombre en latín.

En griego se le llama “tríglê”. Según Aristóteles, Historia de los animales, 543ª e-7, la explicación de este apelativo la encontraríamos en las tres puestas que hace al año. Pero más cautivadora resulta la idea de que se le dio el nombre de “tríglê” por su vinculación con la diosa Hécate, Trivia para los romanos, que también presenta en su nombre el numeral tres, hecho que corrobora las representaciones que nos han llegado de dicha divinidad.

Así, Ateneo afirma:

“El salmonete está consagrado a Hécate, por la similitud de sus nombres. En efecto ésta es de tres caminos y de tres ojos y es en los días treinta del mes cuando se ofrecen banquetes en su honor. A Hécate se le sacrifica un salmonete debido a la afinidad de su nombre, pues la diosa en triforme y una diosa marina.[…] Hegesandro de Delfos cuenta que en las fiestas de Ártemis se lleva en procesión un salmonete, porque se cree que persigue con celo las liebres marinas que son mortíferas y las devora”.

Se sabe que en Atenas existía un monumento dedicado a la diosa llamado Triglantina, sobre el que Cariclides, La cadena, PCG, fr, 1 escribió:

“¡Soberana Hécate de tres caminos,

triforme, de triple rostro,

seducida por los salmonetes!”

También Nausícrates, Los armadores, PCG VII, fr 1 dice:

- “Con ellos honran a la diosa doncella que trae la luz

los marineros, cuando le envían los dones de sus banquetes”

- “Te refieres a los salmonetes”

Si analizamos el nombre que se le da en latín, “mullus”, Plinio comenta que: “Fenestela cree que su nombre en latín, mulli, procede del color de los zapatos de los magistrados”. [Se refiere al calzado de color rojo, mullei, que portaban los magistrados superiores: cónsules, pretores y ediles curules]

Si regresamos a las fuentes clásicas podemos extraer una idea muy gráfica de cómo son los salmonetes:

“Es de tamaño mediano, pues raramente supera las dos libras de peso y no crece en viveros o estanques. Los grandes los produce el océano sólo en la zona septentrional y cercana a occidente. [...] Se alimentan de algas, de ostras, de limo y de la carne de otros peces y se distinguen por la barba doble en el labio inferior. La especie menos preciada es el salmonete de fango. [...] No son apreciados los costeros. Los más alabados saben a marisco.” (Plinio H.N, IX)

"No deshonres tu plato de oro con ese pequeño salmonete; no es digno de él si no pesa al menos dos libras". (Marcial, Epigramas)

“Tiene dientes puntiagudos, gregario, moteado y además carnívoro. La tercera puesta es estéril, pues se desarrollan en su vientre unos gusanos que se comen al alevín que nace”. (Ateneo VII)

Desovan tres veces al año. Los maestros de la gula cuentan que el salmonete, al morir, pasa por diferentes colores y va palideciendo conforme cambia el color de sus escamas rojas, sobre todo si lo vemos encerrado en un recipiente de vidrio”. (Plinio H.N, IX)

Como ya dijimos al principio, fue un pez que, pese a tu tamaño, gozó de gran prestigio entre los comensales, de manera que sabemos que su precio era muy elevado, cómo era preparado y cuáles eran sus beneficios para la salud.

Con respecto al precio sabemos por Plinio H.N, IX que llegó apagarse una cantidad muy elevada por una pieza:

“Durante el principado de Calígula, un ex cónsul, Asino Céler, retó a todos los derrochadores a propósito de este pez comprando un salmonete en Roma por ocho mil sestercios. Esta cifra nos hace pensar en aquellos que, quejándose del lujo excesivo, deploraban que un solo cocinero costase más caro que un caballo. Hoy en día se compran cocineros a un precio tres veces el de un caballo, y peces al precio de los cocineros; ya casi ningún mortal vale más que el esclavo experto en hacer desaparecer la fortuna de su amo".

Licinio Muciano cuenta que "un salmonete de ochenta libras fue pescado en el Mar Rojo. ¿Cuánto hubieses valido ese manjar si hubiese sido encontrado en las costas próximas a Roma?”

Suetonio en la vida de Tiberio 34, corrobora esta información: “Después de haberse quejado enérgicamente del exorbitante precio que habían alcanzado los vasos de Corinto y de que tres salmonetes hubiesen llegado a costar treinta mil sestercios, propuso que se fijara un límite […] regulado cada año por el Senado”

Sobre cómo servirlo a la mesa: “M. Apicio, de ingenio nato para todo tipo de refinamientos, llegó a la conclusión de que lo mejor era ahogar los salmonetes en garo “del consorcio”- pues también esta salsa tiene nombre- y obtener del hígado una salsa”. (Plinio H.N, IX)

Séneca CN 3,18 desaprueba la costumbre entre los refinados de ver morir a un salmonete ante sus ojos en una pecera antes de ser servido a la mesa. También Marcial, Xenia, considera poco apropiada es tradición: El salmón respira en el agua sacada del mar, pero ya sus movimientos se emperezan y al fin se embotan. Vuélvelo vivo al mar”.

Para terminar beneficios y perjuicios de los salmonetes. Terpsicles, Sobre los placeres amorosos, dice: “Si se ahoga un salmonete vivo en vino, y un varón lo bebe no podrá mantener relaciones sexuales, pero si lo bebe una mujer, no se quedará en estado, al igual que la gallina”

Acabar con una cita:

"El mar enseña más que la tierra

y es más diverso"

(W. Fernández, El bosque animado, XVI)

Plurimam salutem!

*Fotografías propias


sábado, 10 de noviembre de 2007

INSTRUMENTA- CAPITULUM SEPTIMUM

MOLDE PARA EL QUESO


El consumo de queso formaba parte de la dieta cotidiana de los antiguos romanos. Se utilizaba principalmente como postre, costumbre tomada por algunas culturas actuales.
Se solía emplear la leche de oveja o cabra para su elaboración. Encontramos citas sobre el consumo de quesos frescos, secos, salados, dulces, etc.
Lo que nos interesa es saber cómo se llevaba a cabo su elaboración. Columela, en De Re Rustica, nos describe cómo producía "la leche de vaca, cabra u oveja recién ordeñada, se coagula en barreños de madera, para ello se añaden ramitas de higuera o "Cynara cardunculus", es decir, cardo silvestre. En unos moldes de queso, se bate, para eliminar el exceso de suero y se deja reposar "
También en los Carmina II, 3 de Tibulo encontramos una mención a la elaboración del queso: "El propio dios se habituó a sacar de sus establos la vacada [...] y enseñó a mezclar con leche fresca el cuajo, y con la mezcla de la leche a ponerlo duro. Entonces se tejió la cesta con la mimbre del fino junco y a través de sus nudos quedó un pequeño resquicio para el suero. "

Esos moldes de queso se parecen mucho a los actuales, aunque ahora suelen ser de otros materiales como por ejemplo, madera o plástico.
De nuevo descubrimos que el legado del mundo clásico sigue estando presente en nuestros días.

Plurimam salutem!

*Fotografías propias

*Amparo, muchas gracias por la cita de Tibulo.