Hace unas semanas hablamos de la información que los autores clásicos nos han proporcionado sobre la sepia, su forma, su estructura, su reproducción,...En esta ocasión nos centraremos en los sistemas de pesca utilizados para capturarla y en sus usos culinarios, medicinales y cosméticos.
Su modo de pescarla continúa vigente en
la actualidad: atando una sepia hembra a una cuerda, Opiano, De la pesca, IV, 147. Sabemos que
a veces la sepia podía ser sustituida por un maniquí de sepia en el que
incrustaban trozos de espejo, al igual que la pesca actual en Mallorca “pesca de sipias amb mirall”: “Las sepias de funesta pasión corren al
más alto grado de locura. Los pescadores que faenan en el mar no las ponen
mortífera nasa ni redes de cerco, sino que simplemente arrastran entre las olas una hembra atada
a una cuerda. Cuando
las sepias la ven desde lejos, en seguida salen a su encuentro y la retienen
abrazada en sus lazos; así entonces las astutas sepias se enrollan una
alrededor de la otra, y no cesa la tarea de su pasión hasta que los pescadores
las sacan a la barca, pero ellas continúan todavía unidas, y perecen al tiempo
que aman. Los hombres también engañan a
las sepias con nasas en la estación de la primavera. Tras cubrir las nasas con
ramas de tamarisco y verdes hojas de madroño u otro follaje, las colocan en las
arenosas playas, y las sepias en su anhelo de prole y apareamiento se
precipitan en el interior de la nasa, se instalan entre el follaje, y allí
ponen fin a su deseo y a la par cesa su desdichada vida, cuando los astutos
pescadores las sacan a la superficie.”
Ateneo,
VII, 323 c nos cuenta algunas
curiosidades: “Se dice que cuando se
produce una tormenta se mueven cogiendo
con sus tentáculos unas piedras a modo de ancla. También se cuenta que
cuando la hembra es cazada con un tridente, los machos la socorren tirando de
ella en sentido opuesto: en cambio cuando son los machos los capturados, las
hembras huyen. La sepia no vive más de un año, lo mismo que los pulpos. Según
Aristóteles las sepias y los calamares
nadan juntos y entrelazados, encajando sus bocas y brazos entre sí unos
frente a otros. También acoplan tentáculo por tentáculo”
En
el mismo sentido nos habla Aristóteles, P.A, 685 a 14: “Todos tienen ocho patas pero las sepias y
calamares cortas…al tener las patas cortas e inútiles para agarrarse y no ser arrastrados
de las rocas cuando hay oleaje y tempestad, por eso las sepias tienen dos
tentáculos largos, con los que se anclan y permanecen fondeados como un barco
cuando hay tempestad y atrapan presas alejadas y se las acercan”
Su
uso principal es el culinario, por lo que será la protagonista de muchos platos.
Ateneo,
VII, 324 c nos transmite cómo presentar las sepias a la mesa. A la plancha: “Tres
veces tantas sepias por una sola dracma. Tras cortarles las patas y las aletas,
las hago hervir. El resto del cuerpo, una vez picado en muchos dados y adobado
con un poco de sal, mientras están cenando, voy y lo pongo en la silbante sartén”
Otra
curiosa receta: “Hypósphagma consiste en trozos de
carne asada (de sepia) hervidos en sangre batida con miel, queso, sal, comino,
silfio y vinagre”
De Re Coquinaria, II, 1:
“Las albóndigas marinas se preparan con camarones, cangrejos de río, calamares, sepia y
langosta. Se condimentan con pimienta, ligústico, comino y raíz de benjuí”
De Re Coquinaria, V, 3, 3 acompañando a
unos guisantes:
Guisantes indios
“Cocer los guisantes.
Después que hayan espumado, cortar puerro y coliandro; poner a hervir en una cacerola.
Coger unas sepias pequeñas y cocerlas en su propia bolsa de tinta. Echar
aceite, garum y vino, un manojo de puerro y de coliandro. Cuando alcance el
punto de cocción, machacar pimienta, ligústico, orégano, un poco de alcaravea,
rociar con su propio jugo, macerar con vino y vino de pasas. Cortar en trozos
pequeños las sepias, y echarlas con los guisantes. Espolvorear pimienta y
servir”
De Re Coquinaria, IX, 4 y ss nos ha
transmitido diferentes salsas para las sepias:
Salsa para la sepia rellena
"Pimienta, ligústico, apio
en grano, alcaravea, miel, garum, vino y finas hierbas para la cocción"
Cómo rellenar la sepia cocida
"Machacar unos sesos cocidos
sin nervio con pimienta, mezclarle unos huevos crudos en número suficiente,
pimienta en grano y pequeñas salchichas. Coser la sepia y ponerla a cocer en agua
caliente para que el relleno pueda hacerse"
Sepia cocida para después del baño
"Una vez puestas en agua
fría, preparar la salsa siguiente: pimienta, benjuí, garum, piñones y huevos;
triturar, ligar y sazonar a gusto de cada uno"
Otra salsa para sepias
"Pimienta, ligústico,
comino, coliandro fresco, menta fresca, yema de huevo, miel, garum, vino, vinagre
y un poco de aceite. Cuando hierva, añadir almidón"
Además
del uso culinario, conocemos su empleo
en medicina y cosmética acudimos a Dioscórides, II, 21: “Lo negro de la sepia, comido, es difícil de
digerir y molificante del vientre. Su concha, modelada, es útil como
medicamento oftálmico, para friccionar los párpados ásperos. Quemado con la
propia concha hasta que se consuma la costra y majado, limpia por detersión los
albarazos, la caspa, los dientes y las efélides. Se mezcla también, lavado, en
los medicamentos para los ojos. Es eficaz también insuflado dentro de ellos,
contra los leucomas de los ganados. Majado, mezclado con granos de sal y
aplicado a las excrecencias de los lagrimales, las consume”
Un resumen de sus beneficios médicos sería:
EFECTOS TERAPÉUTICOS
EFECTOS TERAPÉUTICOS
Contra las
descamaciones
Contra la
lepra blanca
Laxante
intestinal
Para los
ojos
Para
afecciones de lagrimales
Para
limpiar los dientes
EFECTOS SECUNDARIOS
Mala
digestión
EFECTOS COSMÉTICOS
Contra
la caspa
Contra
las pecas
OTROS USOS
Para
la visión del ganado
FORMAS DE APLICACIÓN
Acompañado de sal
Aplicado directamente tras quemarla o tostarla
Como colirio
Ingerido crudo
Hasta aquí el monográfico sobre la astuta sepia de Opiano.
Plurimam salutem!
*Imágenes propias