domingo, 28 de marzo de 2021

USO MEDICINAL DE LAS ALCAPARRAS

Tras descubrir las características y el uso culinario de las alcaparras, veamos su uso medicinal.

USO MÉDICO

Para conocer algo más sobre este arbusto podemos acudir a Plinio, XIII, 23(44) que dice lo siguiente: Egipto es también el país donde se cría la alcaparra, arbusto de madera más consistente y con un fruto también popular como alimento, que se coge muchas veces incluso con el tallo. Hay que tener cuidado con sus especies extranjeras, supuesto que la de Arabia es perjudicial, la de África, nociva para las encías, la de Marmaria, para la matriz y para todas las hinchazones, y la de Apulia produce vómitos y suelta el estómago y el vientre. Algunos la llaman cinosbato y otros ofiostafile”

Galeno, VI,  616, la aconseja para curar el tumor escirroso del bazo. También en su libro, Sobre las propiedades de los alimentos, II, 6, 515 opina que la alcaparra es una fruta de un arbusto que aunque el alimento que da es un poco, es muy buena para depurar el bazo y el hígado, por eso Galeno cree que se emplea más como medicamente que como alimento. Se puede consumir en salazón aunque el médico piensa que es poco nutritiva, pero muy laxante para el vientre. Como fármaco también despierta el apetito, limpia y evacúa la pituita (flema) y purga las obstrucciones del bazo e hígado. Se solían tomar encurtidas.

Plinio, 28, 74 para sanar las llagas: “Las llagas carcinomatosas se tratan con cuajo de liebre, rociado sobre ellas con una proporción igual de alcaparras en el vino; gangrenes, con grasa de osos, aplicados con una pluma”

Paladio, XIV, 4, 1 se utilizaba como medicamento para el ganado: “Para que los bueyes mantengan sano el cuerpo y conserven sus fuerzas, adminístrese durante tres días un medicamento que se compone de hojas trituradas de alcaparra, de mirto silvestre y de ciprés a partes iguales dejándolo en agua al sereno durante un día y una noche. Este tratamiento debe hacerse cuatro veces al año en los últimos días de la primavera, del verano, del otoño y del invierno”

Catón, Tratados de agricultura, 122 [CXXXI]. Aderezar vino por si la orina se evacúa con dificultad. Machaca en el mortero alcaparra o enebro, echa una libra en dos congios de vino añejo, ponlo a hervir en un recipiente de cobre o de plomo; cuando se haya enfriado, mételo en una botella. Toma un ciato en ayunas por la mañana: te hará bien”

Dioscórides, II, 173 hace una descripción detallada de su uso medicinal: “Alcaparra. Otros ‘zarza de perro’ (kynósbaton), otros ‘ovario de cerda’ (kapría), otros ‘manzana de cuervo’ (kórakos mêlon), otros ‘ajo de serpiente’ (ophióskordon), otros ‘racimo de hoja’ (phyllostáphyllon), otros ‘rocosa’ (petraía), otros ‘vegetal total’ (holóphyton), otros ‘jonia’ (iōnítēs), otros ‘poco verde’ (oligókhlōros), [otros ‘acónito” (akónitos)], otros ‘enloquece caballos’ (hippomanés), otros ‘culantrillo’ (trikhomanés); [los adivinos ‘una de dos’ (potéra), otros pothēra, otros ‘corazón de lobo’, otros ‘ajo de sal’, otros ‘azucena’, otros ‘bolsa de pastor’; los romanos sinape persicum, otros inturis; los africanos herbiaraouth.]


Es una mata espinosa, que se extiende por el suelo en cículo, con espinas en forma de anzuelo como la zarza, de hojas redondas, parecidas a las del membrillo; su fruto es como el del olivo, una vez que se abre, deja salir una flor blanca que, al caer, descubre una especie de bellota alargada que, al abrirse, tiene unas semillas pequeñas como las de la granada, rojas; sus raíces son leñosas, largas y abundantes. {2} En general, crece en terrenos ásperos, de poca tierra, en islas y solares. El fruto y el tallo se conservan en sal para alimento.
Perjudica el vientre, sienta mal al estómago, provoca sed; si se come cocida, sienta mejor que cruda. Su fruto reduce el bazo, bebido con vino el peso de dos dracmas durante 30 días. Hace expulsar la orina y excrementos sanguinolentos; bebido, beneficia en la ciática, perlesía y actúa contra roturas y espasmos; provoca la menstruación y expulsa la flema; el fruto, cocido con vinagre y en enjuagues, hace cesar el dolor de dientes. {3} La corteza de su raíz seca conviene para lo antedicho y purifica cualquier úlcera antigua, sucia o encallecida. Se administra en cataplasma para los que sufren del bazo con jugo no cocido de harina de cebada; mordida, ayuda cuando duele un diente; es detersiva de la lepra blanca, molida con vinagre. Sus hojas y raíz majadas, eliminan las durezas y las escrófulas; su jugo instilado mata a los gusanos de los oídos. Sin embargo, la alcaparra de Libia, que se produce en lo que se llama Marmárida, produce fuertes flatulencias; la de Apuliaes muy vomitiva, las del Mar Rojo y Arabia, por el contrario, son muy acres, hasta el punto de provocar ampollas en la boca y comerse las encías hasta dejarlas desnudas, por lo que no es apropiada para consumo alimenticio”

Podemos enumerar sus características médicas:

EFECTOS TERAPEUTICOS

Diurético y astringente para la ciática, para expulsar flemas del pecho, para provocar la menstruación, para reducir el bazo, para llagas malignas, para la pleuritis, para la disentería, para soldar huesos,  para los dolores de dientes, para durezas, para favorecer el bazo, contra los gusanos de los oídos, contra los espasmos,  contra la lepra blanca

 EFECTOS SECUNDARIOS

 Flatulencias,  provoca vómitos  y sed, pesadez de vientre, mala digestión 

 MODO DE APLICACIÓN

 Bebido con agua (o solo), en emplasto, cataplasma, como un enjuague, cocido o asado, por instilación o masticado

 Para terminar, una curiosidad que nos cuenta Diógenes Laercio, Vida de los filósofos más ilustres, 24: la costumbre de jurar por las alcaparras: “Demetrio de Magnesia dice en sus Colombroños que siendo Zenón todavía muchacho, Mnaseo, su padre, yendo a menudo a Atenas, como comerciante que era, le traía muchos libros socráticos. Así, ya en su patria estaba con buenas disposiciones y principios, de manera que pasándose a Atenas se unió a Crates, y también añade que parece que fue quien puso fin a los errores acerca de las enunciaciones. Dicen también que solía jurar por vida de las alcaparras, así como Sócrates por el perro

En la siguiente entrada hablaremos del uso culinario de las deliciosas alcaparras.

Plurimam salutem!!

 

domingo, 14 de marzo de 2021

CAPPARIS SPINOSA, L, LA ALCAPARRA

 Capparis spinosa L., es el nombre con el que se conoce a la deliciosa alcaparra.


 Isidoro en su Etimología, XVII, 10,20 nos explica su procedencia: “Parece ser que el nombre de la alcaparra (kapparis) es de origen griego y debido a que posee una cabezuela redonda en que están contenidas las semillas”

 Se trata de una planta procedente del mediterráneo, de la familia de las caparidáceas, cuyos frutos y tallos tiernos son comestibles.

 Son muchas las citas que encontramos entre los autores clásicos sobre esta planta. Veamos qué nos cuentan los autores clásicos.

CARACTERÍSTICAS DE LA ALCAPARRA

Teofrasto, I, 3, 6 nos habla sobre su naturaleza silvestre: “Al mismo tiempo parece que hay alguna diferencia natural, por de pronto, en el caso de plantas silvestres y cultivadas, habida cuenta de que algunas no pueden vivir como las cultivadas ni toleran en absoluto el cultivo, antes al contrario con él sufren quebranto, como el abeto, el pino, el acebo y, en general,  todas aquellas plantas que se encariñan con regiones frías y nevadas, y lo mismo es aplicable a ciertos subarbustos y hierbas como la alcaparra y el altramuz”

Teofrasto, III, 2, 1 vuelve de nuevo a comentar la naturaleza silvestre de la alcaparra: “Porque dicen que las especies silvestres de estos arbustos maduran sus frutos mejor y son más dulces que los cultivados. Y, así, cualquier otra planta que no tolere ser cultivada, ya sea árbol o algunas de las plantas de menor fuste, como silfio, alcaparra y, entre las legumbres, el altramuz; los cuales, puede decirse, son silvestres por naturaleza

Teofrasto, VI, 1, 3 explica que tienen espinas por lo que la clasifica como una planta espinosa: “Si bien muchos árboles y arbustos tienen espinas en los tallos o troncos, como el piruétano, el granado, la zarza, el rosal y la alcaparra. Éstas son las diferencias que podrían establecerse en las plantas espinosas

 Teofrasto, VI 4, 1 vuelve a tratar el tema de las espinas: También la alcaparra tiene la propiedad de poseer espinas, no sólo en los tallos, sino que tiene también hojas espinosas. De las clases que hemos distinguido la más numerosa es la que tiene sus hojas espinosas, mientras que la menos numerosa es la completamente espinosa”

 Teofrasto, VI 5,  2 nos describe sus características: “La alcaparra, como ya se ha dicho, tiene características distintas de estas plantas, ya que, en efecto, tiene las hojas y el tallo espinosos, mientras que la pimpinela espinosa y el titímalo espinoso tienen las hojas carentes de espinas. Tiene una sola raíz, crece a ras del suelo y su tallo es rastrero. Germina y florece en el verano y la hoja se mantiene verde hasta el orto de la Pléyade. Se goza en los lugares algo arenosos y sueltos, y se dice que no gusta de crecer en terreno cultivado y que,  aún así, se cría cerca de las ciudades y en terrenos buenos, y no como el silfio, que lo hace en regiones montañosas. Pero esto no siempre es verdad”

 Columela XI también habla sobre su siembra y de sus características: hacia las calendas de Abril,…también se ha de sembrar en este tiempo el cohombro, la calabaza y la alcaparra, para que nazcan más temprano […] La alcaparra, en la mayor parte de las provincias, nace espontáneamente en los barbechos; pero si se hubiere de sembrar en los países donde no la hay, necesitará un sitio seco, y éste se deberá rodear antes con una zanjilla que se llenará de piedras y cal, o de mezcla a la cartaginesa, para que sirva de parapeto, por decirlo así, impenetrable a los tallos de dicha mata que se extienden por casi todo el terreno, sino se les estorba con algún dique: lo cual, sin embargo, no es tan incómodo (pues se pueden arrancar de cuando en cuando) como perjudicial, pues tienen una ponzoña perniciosa, y con su jugo esterilizan el terreno. Ningún cultivo exige, e se contenta con uno muy ligero, como que se mantiene fuerte aun en los campos desiertos sin trabajo del labrador: se siembra en ambos equinoccios”

Paladio, IV, 9,5 nos habla sobre la siembra en el mes de marzo: “También en este mes (marzo) es buena época de sembrar lechuga, acelga, puerro y alcaparra, amén de ajedrea y mastuerzo”

Paladio, X, 13, 2 explica las características de la alcaparra: “Durante estos días se siembra la alcaparra. Es muy trepadora, con su savia daña las tierras. Así, pues, debe sembrarse, para evitar que se desparrame muy lejos, en suelo magro y seco, cercado por una fosa o por una ceñida tapia de barro; combate por sí sola las hierbas. Florece en verano; hacia el ocaso de las Pléyades, la alcaparra se marchita.”

Paladio, V, 3,5 comenta que se plantaba en abril: “También en el presente mes (abril) …a comienzos, plantaremos la alcaparra, el sérpol y los planteles de colocasia”

Paladio, XI, 11, 4:“…, a primeros, la menta, la zanahoria, el tomillo, el orégano y la alcaparra, así como la acelga en lugares muy secos.

Columela XII dice sobre su recolección y conservación:Preparadas estas cosas convendrá coger para el gasto, hacia el equinoccio de primavera, pella y tallo de col, alcaparra, […] Todas estas yerbas se guardan muy bien con un mismo aliño, esto es, mezclando dos partes de vinagre con una de salmuera fuerte […] Conviene secar en la casería por muchos días, hasta que se marchiten, las pellas y los tronchos de col, las alcaparras, el hinojo marino, el poleo y la yerba puntera, y en seguida encurtirlas del mismo modo que la férula, la ruda, la ajedrea y el orégano”

Teofrasto, VII,   10, 1 sobre su floración dice lo siguiente: “En efecto, algunas plantas, en lo relativo a su brotadura y floración, son plantas de verano, tales como el cardillo bravío, el pepinillo del diablo, como se dijo también de plantas arbustivas, de la olivardilla, de la alcaparra y de las otras, porque ninguna de éstas florece o brota tampoco antes de su estación propia

Teofrasto, VII,  8, 1 habla sobre las diferencias entre las plantas herbáceas: “He aquí una diferencia común a todas las plantas herbáceas: algunas tienen tallos rectos y fibrosos, otras tallos gruesos, como la malva silvestre, el peine de Venus y el pepinillo del diablo. […] entre las plantas espinosas, el abrojo, la alcaparra y otras, porque la susodicha característica es aún más llamativa en éstas. […] Esta característica es común también, no sólo a todas las plantas herbáceas y subarbustos, sino también a los arbustos

En otras entradas hablaremos sobre el uso culinario y medicinal.

Plurimam salutem!!