viernes, 11 de mayo de 2007

VICIA FABA, ¿UN ALIMENTO CONTAMINADO?

Los días 9, 11 y 13 de mayo, los antiguos romanos realizaban una festividad llamada LEMURIA, vinculada a los muertos, pues se honraban a los Lemures, espíritus de los difuntos del ámbito familiar.
Durante estos días se les ofrecían alimentos y libaciones, de entre los que debemos destacar LAS HABAS, lanzadas como ofrenda a las tumbas de los muertos.
Con el nombre científico de VICIA FABA L., nos encontramos ante un producto reconocido actualmente tanto en el mundo medicinal como culinario.
Las propiedades que se le atribuyen son muchas, por ejemplo, ser diuréticas, depurativas, antirreumáticas, ayudar a regular el colesterol, ricas en calcio y proteínas, fáciles de digerir y, además, afrodisíacas.
No obstante, este producto no ha estado tan bien considerado a lo largo de la historia. Así pues, ya del mundo clásico procedía la creencia de que se trataba de un alimento vinculado a los muertos.
Plinio en H.N XVIII 118 afirma que contenía las almas de los familiares desaparecidos, por lo que era un alimento contaminado y restringido a los difuntos, de manera que se utilizaba en las fiestas en honor a los muertos.
Veamos qué fiestas estaban vinculadas a estas leguminosas:

En las Lemurias, el paterfamilias, a media noche, con las manos limpias y, tras haber llamado a los espíritus, lanzaba habas a sus espaldas sin volverse para que las almas las cogieran y se fueran tranquilas, pues se pensaba que una vez al año regresaban a las casas en las que habían habitado.
Ov., Fasti V, 420 y ss:
“A partir de ellas, cuando Véspero haya asomado tres veces su hermosa faz, y las estrellas vencidas cedan tres veces su puesto a Febo, será el ceremonial de un rito antiguo, la Lemuria nocturna, la que traerá las ofrendas para los manes silenciosos[…]Era el mes de mayo, así llamado por el nombre de los antepasados (maiores), que todavía ahora conserva parte de la costumbre antigua. Cuando está mediada la noche y brinda silencio al sueño, y han callado los perros y los diferentes pájaros, el oferente, que se acuerda del viejo rito y es reverencioso con los dioses, se levanta (sus pies no llevan atadura alguna) y hace una señal con el dedo pulgar en medio de los dedos cerrados, para que en su silencio no le salga al encuentro una sombra ligera. Y cuando ha lavado sus manos puras con agua de una fuente, se da la vuelta, y antes coge habas negras, y las arroja de espaldas; pero al arrojarlas dice: «Yo arrojo estas habas, con ellas me salvo yo y los míos». Esto lo dice nueve veces y no vuelve la vista; se estima que la sombra las recoge y está a nuestras espaldas sin que la vean. De nuevo toca el agua y hace sonar bronces temeseos y ruega que salga la sombra de su casa, al haber dicho nueve veces: «Salid, manes de mis padres»; vuelve la vista y entiende que ha realizado el ceremonial con pureza..”

Εn las Feralia (21 de Febrero), festividad de culto a los muertos, se llevaban presentes a las almas de los padres, pues “dicen que nuestros abuelos salieron de sus tumbas, quejándose en el trascurso de la noche silenciosa. Dicen que una masa vacía de almas desfiguradas recorrió aullando las calles de la ciudad y los campos extensos. Después de este suceso, se reanudaron los honores olvidados de las tumbas”(Ov. Fasti II, 550 y ss). Desde este momento, una anciana cumplía el rito de Tácita consistente en “remover en la boca siete habas negras” .

En las fiestas de Carna, llevadas a cabo el 1 de Junio, se ofrecía a la diosa “tocino grasiento y la mezcla de habas con espelta caliente” (Ov. Fasti VI, 169- 171), ya que al ser “una diosa antigua, se alimenta con la comida que acostumbraba antes”. Además la tradición comentaba dos cosas interesantes: popularmente se conocía esta conmemoración como “las calendas de las habas” y “el que come en las calendas del sexto mes estos dos productos al mismo tiempo, dicen que a éste no le pueden doler las tripas” (Ov. Fasti VI, 180 y ss)

En las Parilias, las habas formaban parte de los alimentos empleados “los materiales para ese sahumerio serán la sangre de un caballo y la ceniza de un ternero; el tercer ingrediente, el tallo vacío de un haba dura” (Ov. Fasti IV, 732).

La maldición que envolvía a las habas llegó a tal extremo que se creía que la diosa Deméter entregó a los hombres todas las semillas menos las de las habas: No sé si éste sería el primero que sembró las habas ni si hubo algún héroe que hiciera esto, ya que la invención de las habas no puede atribuirse a Deméter. Quien conoce los misterios de Eleusis o los llamados órficos sabe lo que digo” (Pausanias, I, 37, 4)

También se pensaba que en la flor de esta legumbre podían leerse las letras de la palabra “muerte”.
Quizá la explicación de estas creencias se encuentre en una enfermedad hereditaria llamada “fabismo” o alergia a las habas, que se manifiesta con grandes hemorragias.
Pese a ser un alimento vinculado a ritos funerarios; en Grecia, a las votaciones, vetado por los Pitagóricos e incluso prohibido al Flamen Dialis (pronunciar su nombre o tocarlas), las habas eran consumidas en la cocina romana, crudas o frescas, en el caso de ser muy tiernas, o secas en potajes y en purés.

A su vez, de ellas se obtenía la harina de habas, utilizada para elaborar el pan y los cosméticos (Plinio XVIII,117, Apicio,I, 6).

Sabemos que el haba seca se empleaba como obsequio en el dulce de miel y frutos secos que se consumía en las Saturnalia, aquel que la encontraba era coronado como princeps Saturnalicius y sus órdenes debían de ser cumplidas.
Veamos unas recetas proporcionadas por Apicio cuyo ingrediente principal es el haba.

HABAS A LA MANERA DE VITELO

“Cocer unas habas y aplastarlos. Machacar pimienta, ligústico, jengibre y echar por encima de estas hierbas unas yemas de huevo cocido, 70 gr. de miel, garum, vino y vinagre. Meterlo todo en una cazuela, añadir aceite y poner a hervir. Remover para evitar grumos, echar miel y servir.”

Otra opción:

“Cocer las habas, cuando hayan espumado, echar puerro, coliandro y flores de malva. Durante la cocción, machacar pimienta, ligústico, orégano, hinojo engrano, rociar con garum y vino. Echar en la cazuela y añadir aceite. Cuando hierva, remover. Rociar con aceite verde y servir.”
PLATO DE HABAS

“Cocer unas habas. Machacar pimienta, ligústico, comino, coliandro fresco, rociar con garum, y echarlo en la cazuela con las habas. Añadir aceite. Hervir a fuego lento y servir”.


Otra opción:
"Cuando hayan espumado, machacar miel, garum, careno, comino, ruda, apio en grano, aceite y vino. Picar bien. Servir con pimienta molida y unas morcillas"

N.B: No os perdáis el artículo sobre las LEMURIAS escrito por Amparo Moreno en el blog Hortus Hesperidum.

Desde RE COQUINARIA agradecer a Amparo por la información proporcionada.

* Imagen de la flor de haba tomada de esta página.
Plurimam salutem!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Charo: muy bueno, interesante y completísimo el post. Al ver la referencia a los Pitagóricos,me ha recordado algo que leí en un libro de filosofía,te lo reproduzco literalmente:"Pitágoras decía que las habas contenían mucho aire y que eso demostraba que tenían vida, y, por eso si te comías un puñado, el vientre se llenaba de gases, porque las almas que contenían esas verduras pugnaban por salir al kosmos en forma de ventosidades cantarinas.... decidió declararlas sagradas y prohibió su ingestión...()La realidad es que las prohibió porque dormía con sus discípulos en el mismo cuarto y no quería explicar lo de las pedorretas"
Qué te parece?

Isabel dijo...

Charo: muy bueno, interesante y completísimo el post. Al ver la referencia a los Pitagóricos,me ha recordado algo que leí en un libro de filosofía,te lo reproduzco literalmente:"Pitágoras decía que las habas contenían mucho aire y que eso demostraba que tenían vida, y, por eso si te comías un puñado, el vientre se llenaba de gases, porque las almas que contenían esas verduras pugnaban por salir al kosmos en forma de ventosidades cantarinas.... decidió declararlas sagradas y prohibió su ingestión...()La realidad es que las prohibió porque dormía con sus discípulos en el mismo cuarto y no quería explicar lo de las pedorretas"
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Amparo Moreno dijo...

Estoy encantada de haber colaborado un poquito, haciendo lo que más me gusta: buscar información. Enhorabuena por tu trabajo.
Ahora ya sé porque no me gustan las habas.
Besos

Charo Marco dijo...

Isabel, gracias por tu aportación. Ante esta explicación, es muy comprensible su postura ante las habas.

Besos

Charo Marco dijo...

Amparo, gracias por tu colaboración, no hay información que se te resista.

Es un placer trabajar contigo.

Besos

manuel allue dijo...

Estupenda tu lección sobre las habas, como siempre, tan pulcra y tan exacta. Devoto convicto y desde ahora confeso de las habas, no puedo menos que agradecértelo.

Un saludo muy cordial.

Charo Marco dijo...

Gracias Manuel, lo cierto es que los clásicos nos enseñan lecciones muy interesantes y sorprendentes.

Saludos