sábado, 15 de diciembre de 2007

CERVISIA


Cuando pensamos en el mundo clásico raras veces imaginamos a los antiguos griegos o romanos bebiendo cerveza. Es algo comprensible, pues la bebida por excelencia era el vino, pero eso no indica que fuera la única.

La cerveza es una de las bebidas más antiguas de la historia y se puede afirmar que nació conjuntamente con los cereales.

Así pues, cuando el hombre aprendió a trabajar los cereales, sólo tuvo que dejar fermentar la harina con una poca cantidad de agua para conseguir la cerveza.

Era un producto al que podía acceder toda la población y del que se podía sacar mucho partido, pues con una pequeña cantidad se podían beneficiar muchos.

A su vez, al tratarse de una bebida fermentada y con alcohol, el agua utilizada para su fermentación se descontaminaba y quedaba libre de gérmenes.

Resulta curioso saber que en Egipto era la bebida más servida y que debía consumirse con una caña (quizá de ahí venga su otra denominación) para no ingerir los restos de pan que quedaban. Se tomaba mezclada con vino, agua, hidromiel o perfumada con canela, dátiles, etc. Era considerado un alimento sagrado y ofrendado a los dioses.

Ya en Grecia y Roma, su consumo estaba atestiguado entre las clases sociales más bajas.

En el mundo romano el precio era insignificante, por lo que podía ser adquirida por personas con pocos ingresos. Según el Edicto de Diocleciano, gracias al que podemos conocer los precios de diferentes productos romanos, la cervisia, costaba la mitad que el vino; sabemos que medio litro de vino y un pan costaba un as.

La elaboraban con agua y cereales como cebada, trigo, centeno o mijo, por lo que los griegos le dieron diferentes nombres según el cereal que sirviera como materia prima: al vino de cebada pînon” o “zythos" (de origen egipcio); "bryton" si era de centeno; de mijoparabíe”; “rhizôn” si estaba elaborada con raíces de cereales. (Helénico, Fundaciones, FGrH 4, fr 66). Se tomaba siempre caliente.

Tenía un uso medicinal: “La cerveza (sitos) se hace de cebada. Es diurética y ataca a los riñones y a los nervios, y principalmente es dañosa de las meninges, y flatulenta, generadora de cacoquimia y creadora de elefantiasis. El marfil, remojado en ella, se vuelve fácil de tratar” (Dioscórides, II, 87)

Era considerada por los romanos una bebida de incivilizados, pues gracias a los galos que eran grandes consumidores, tuvieron conocimiento de ella.

La etimología de la palabra cerveza en las lenguas europeas resulta muy curiosa:

  • Lexema galo, cervesia, de donde cerveja (portugués), cerveza (español) y cervoise (francés)
  • Lexema anglosajón, ealu, de donde ale (inglés) o öl (sueco)
  • Lexema neerlandés, bier, de donde beer (inglés), bier (alemán), bière (francés) o birra (italiano)

Para finalizar, comentar que existía la creencia, según Aristóteles, Sobre la embriaguez, que caen de espalda quienes beben vino de cebada llamada pînon:

"Parece suceder algo peculiar con las bebidas de cebada, el llamado pînon. En efecto quienes se emborrachan con otras bebidas se caen para todas partes, hacia la izquierda, hacia la derecha, de frente, boca arriba. Los que beben pînon, en cambio, son los únicos que se caen hacia atrás y boca arriba" (Ateneo, X, 453)


Original esta teoría.

Plurimam salutem!

*Fotografías propias


13 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acabas de recordar que hace mucho vi un documental en el que hablaban de las drogas en Egipto y elaboraban cerveza según unos documentos y -aunque no lo recuerdo muy bien- algún resto. Consiguieron hacer la cerveza a la antigua pero cuando uno de los arqueólogos la probó le entraron unas arcadas terribles "¡Dios que asco! ¿como les podía gustar esto?" empezó a explicar que los sabores son culturales y que ahora la cerveza se hace de otra manera diferente... o quizás se confundieron con la fórmula.

Charo Marco dijo...

No tuve la suerte de ver ese documental, pero supongo que la cerveza sería horrible, pues fermentaban los panes y estaba llena de migas de pan.

Gracias por tu comentario.

Saludos

Unknown dijo...

Ya lo dice el slogan: donde va, triunfa. ¿Has encontrado en las fuentes algo sobre el prototipo de hombre-barriga-cervecera? Porque como me venga de antiguo...

Charo Marco dijo...

Isra, no he encontrado nada y la teoría de Aristóteles justificaría a la perfeccioón la barriga, si no fuera que afirma que caen boca arriba.

besos

Anónimo dijo...

Creo que se te ha olvidado comentar la etimología, que a mí me parece preciosa. De "cervus" (ciervo) por el color rubio de la bebida, como el pelo de este animal.

Y ya que estamos, ¿para cuándo preparas una receta de las antiguas y me invitas a cenar? ¿Si añado el vocativo "corazón" tengo más posibilidades?

Vale.

Charo Marco dijo...

Querido Pompilo, gracias por tu aportación etimológica, muy curiosa.
Ya pensaremos algo para esa cena antigua.

Felices fiestas.

Vale.

Anónimo dijo...

Gracias por tus publicaciones siempre tan sabrosas.

Felices Fiestas.

Te dejo un link, tal vez de interés.

http://www.melegnano.net/celti/francel01c143.htm

Charo Marco dijo...

Gygès, gracias por tu comentario y por el enlace, lo miraré con calma.

Felices fiestas.

Saludos

Anónimo dijo...

Emilio
En Hispania se conocía una variedad de cerveza, la “caelia”, que se hacía con trigo y cuya fermentación y elaboración daba como resultado un “sabor áspero y calor embriagador”.
No obstante Hispania era un país de vino, por el clima y la época temprana en que se introdujo la vid. En la exposición itinerante “Romanorum Vita” (basada en la reproducción gráfica del británico Peter Connolly), se pueden observar las ánforas de vino encima del fuego de la cocina; los romanos pensaban que de esta manera se aceleraba el proceso de envejecimiento, Columela explicaba que sólo cuando el vino se trató de esconder en los subterráneos para evitar el saqueo de los enemigos bárbaros, los romanos descubrieron que esa era la mejor manera de mejorarlo. A veces incluso se le añadía agua de mar, técnica heredada de los griegos, y por supuesto no era de buena educación tomarlo puro, sino que se mezclaba con agua en la crátera. En otras ocasiones se mezclaba las ideas insólitas o la superstición con la gastronomía o la elaboración del vino, como actualmente en Oriente, donde la aleta de tiburón, el cuerno de rinoceronte y otros productos los consideran auténticamente afrodisíacos, o como sucede con el famoso licor de lagarto, piensan que este reptil como descendiente del mítico (e inexistente) dragón, aporta a quien lo bebe todos los atributos del mitológico animal.
Saludos

Charo Marco dijo...

Hola Emilio, en primer lugar, felices fiestas.
En segundo lugar, muchas gracias por tu interesante comentario.
Me encanta leer las referencias tan interesantes que nos cuentas.
Todo un placer
Gracias de nuevo
Saludos

Anónimo dijo...

Realmente lo que es un placer es leer tu blog, puedo apreciar todo el trabajo y la laboriosidad de reunir todos los textos clásicos que tratan de un tema determinado, y además con el talento para hacerlo completamente interesante. Si no has publicado ya todo esto en un libro, te animaría a que lo hicieses pues estoy seguro de que sería un éxito.
Un cordial saludo

Charo Marco dijo...

Hola Emilio, gracias por tus palabras.

Ciertamente son muchas las horas que paso investigando, pero me lo paso fenomenal, pues las fuentes clásicas son mi debilidad.

De momento, no he publicado nada, quizás más adelante.

Muchas gracias de nuevo por tus ánimos.

Saludos

Charo Marco dijo...

Hola Emilio, efectivamente La casa de Lúculo es un libro muy interesante que aprovecho para recomendar a todos los lectores.

Un cordial saludo