domingo, 10 de mayo de 2020

MYSTRON. UNAS SENCILLAS GACHAS



Ateneo, III, 126 b-c nos ha legado una receta muy sencilla de gachas que vamos a adaptar a continuación.

 MYSTRON

 “En cambio, de buena gana me comería unas gachas con abundancia de caparazones de piña o piñones”. Y, una vez que se las trajeron, añadió: “Dame una cuchara; pues yo no emplearía la palabra mystron, que no ha sido utilizada por nadie antes de nuestra época”.  

“Eres olvidadizo, varón singular — dijo Emiliano— pues no eres tú el que siempre has admirado a Nicandro de Colofón, el poeta épico, como a un autor amante de la antigüedad y muy erudito. ¿Y no lo citaste porque menciona la pimienta?

Pues bien el mismo, en el libro primero de sus Geórgicas, al explicar el uso de las gachas, emplea también la palabra mystron, en estos versos [Nicandro, fr. 68 G.-Sch.]:

Pero cuando te prepares un plato de cabrito recién degollado, o también de cordero, o de insigne ave, maja unas espigas tostadas, tras esparcirlas en cóncavos recipientes, e incorpóralo en una mezcla con aceite aromático.

Cuando el caldo este hirviendo, después de verterlo [...] [...] y cuécelo tras cubrirlo con una tapadera. Pues al cocerse se hincha la pesada harina. Sácalo ligeramente tibio con cóncavas cucharas”

 


ADAPTACIÓN DE LA RECETA

 Ingredientes

  2 tazas de cebada en grano o también llamada perlada

1 l. de caldo de pollo

60 ml de aceite de oliva

Sal

 

Elaboración

 Poner en una sartén o en cazuela  la cebada, la sal, el caldo de pollo y el aceite.

 Llevar a ebullición y después cocer a fuego muy lento, durante al menos una hora y removiendo de vez en cuando.

 Estas gachas pueden acompañar a cualquier guiso de carne o a verduras.


Prosit!!!

Plurimam salutem!


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