domingo, 29 de enero de 2023

VRTICAE. USOS MÉDICOS


En la entrada anterior hablamos de los tipos de ortigas que conocían los antiguos romanos. En esta ocasión nos centraremos en sus usos médicos.

USO MÉDICO

Se sabe que es rica en hierro, vitaminas y minerales por lo que se ha empleado para múltiples usos médicos e incluso, un uso afrodisíaco. Veamos su utilización en el mundo clásico contra las flatulencias, contra el prolapso de matriz, para las llagas cancerosas y malignas, para las paperas, como expectorante, para la garganta o dolor de anginas, para la gangrena, los ganglios, para el cuidado de las vías urinarias, para la pleuritis, las dislocaciones, las mordeduras de perro, para tratar los abscesos, para provocar la menstruación, para la ortopnea, para frenar hemorragias nasales, favorecer el bazo, como diurético y laxante natural. E incluso para fortalecer el cabello.

Las formas de aplicación que se extraen de la información que nos han transmitido los autores clásicos: aplicado conjuntamente con otros medicamentos, con mosto o ellas solas, en decocción con otras medicinas o con agua, en emplastos con sal o con ceroto, inhalado, para gárgaras, en loción,…

Ovidio, Arte de amar, II, 415 y ss habla sobre los remedios para la reconciliación, lo que sería la dieta afrodisiaca: “Hay mujeres que aconsejan tomar una hierba dañina, la ajedrea, pero a mi parecer eso es un veneno. O mezclan pimienta y amarillo pelitre triturado en vino añejo con simiente de la áspera ortiga”

Apicio III, XVII recomienda su consumo para sanar: “Cuando el Sol entre en Aries, tomar ortiga hembra para combatir las enfermedades”

Hipócrates, Sobre la dieta, 48 afirma que “Los mejillones, las pechinas, y las telinas son más laxantes que los anteriores, y lo son sobre todo las ortigas de mar”

Hipócrates, Sobre la dieta, 54: “Son diuréticos los zumos del hinojo marino, del apio, las infusiones de ajo, de cítiso, de hinojo, de puerro, de culantrillo, de hierba mora. Y son refrescantes éstos: el escolopendrio, la menta, el seseli, la achicoria, la pimpinela, el hipérico, las ortigas […] La ortiga purga”

Hipócrates, Sobre las enfermedades II, 47 b recomienda el uso de las semillas de ortigas para empiema, cuando se tiene fiebre, una tos seca y disnea: “Cuando expectore más limpiamente, inyéctale (en el pulmón) semilla de ortiga, incienso, orégano en vino blanco, en miel y en un poco de aceite. Házselo cada tres días”

Hipócrates, Sobre las enfermedades III, 15 para la respiración es acelerada y no se ha logrado la purificación: “Puedes también actuar de otra manera, si empiezas desde el primer día: dale una quéramis de arum itálico; una de pastinaca y de ortiga, y un pellizco de mostaza y de ruda y como un haba de jugo de silfio. Tras mezclarlo con vinagre dulce y agua y tamizarlo, dáselo templado en ayunas”

A lo largo de la historia se ha empleado en gran medida para enfermedades de la mujer, como por ejemplo, para promover el parto, para aumentar la producción de leche, para purificar, etc. Todo ello está muy bien atestiguado en Hipócrates.

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, I, 31: “Si una mujer embarazada padece hinchazón, administrarle la mayor cantidad posible de simiente de ortiga, miel y vino oloroso rebajado como bebida dos veces al día”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, I, 51: “Bebidas para el mal de matriz: si después del parto se producen dolores, ya se sientan en las posaderas o en otra parte, dar a beber el fruto del enebro, o semilla de lino u ortiga, después de triturarlos”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, I, 63 si la matriz se ha ulcerado, libera sangre y pus, y hay un fuerte olor: “Tras la cura de leche, hacerla engordar lo más posible con alimentos y procurar que quede embarazada, pues se curara. La mayoría de las veces las enfermas escapan a esta enfermedad y quedan estériles, aunque no tanto las de mayor edad. Después de los medicamentos purgantes darle a la enferma a beber semilla de lino tostada, sésamo, simiente de ortiga y raíz negra de peonia mezclados con vino tinto oloroso”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, I, 74 para hacer bajar la regla: “También el grano de ortiga, el agua de malva y la grasa de ganso; mezclarlo todo junto y aplicar en pesario”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 113 para el flujo rojo: “Probar con el tipo de preparado que mejor tolere la paciente a la hora de beberlo: deshacer semilla de apio, tostarla, cribarla y hacer lo mismo con erisimo; o bien semilla de adormidera cribada junto con harina de cebada e igualmente semilla de ortiga”





Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 119 para los otros tipos de flujos: “En los días que transcurren entre irrigación e irrigación que beba grano de cebada dulce, cuajo de liebre, corteza de adormidera, grado de ortiga y peladura de granada dulce, triturando la misma cantidad de cada uno; añadir mezclando, harina de cebada y culantrillo y que lo tome todo en ayunas con vino tinto oloroso”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 117, tratamiento contra la leucorrea: “Que beba esta enferma adormidera blanca, semilla de ortiga y, mejor, raíz y hojas de granado dulce, zumaque y agalla de roble, todo ello en vino astringente”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 175 para la hidropesía en la matriz: “Otro pesario: una queme de comino y uva pasa blanca. Otro: semilla de ortiga y raíz de jaro; aplicar el que se quiera de los dos en cantidad suficiente. Una vez que se haya realizado la purificación, que se quite el pesario, que realice una irrigación en los genitales y se acueste con su marido”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 189 para la caída del cabello: “Y si hay calvicie, aplicar comino o excremento de paloma en emplasto, o bien rábano o cebolla triturados, o acelga, u ortiga”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 190 para eliminar las pecas: “También se puede frotar con sésamo o almendras amargas triturados, con simiente de ortiga, con la cascarilla que se les quita a los ajos o con mastuerzo silvestre”

Hipócrates, Enfermedades de las mujeres, II, 206 para el dolor de matriz: “Para el dolor de matriz, peucédano, aristoloquia y pánace; mezclar todo junto en vino dulce y beber tibio. Tomar un puré de adormidera blanca y simiente de ortiga”

Hipócrates, Sobre la naturaleza de la mujer, 32 cataloga la ortiga como sustancia aromática: “Sustancias aromáticas: ajedrea, tomillo, brezo blanco, corazoncillo, adormidera blanca, raíces y grano de hinojo marino, raíz de malva, simiente y hojas de mercurial, simiente de ortiga, de salvia y de álamo, díctamo, falso díctamo, amomo, cardamomo, eristion, aristoloquia, castóreo, culantrillo, dragontea, peucédano, simiente de ruda, de apio, de hinojo y de hinojo silvestre, simiente y raíz de saponaria, hisopo cilicio, erísimo, peonia y pánace. De todas estas plantas, se puede utilizar la que se quiera, mezcladas o por separado, y cocidas en agua o dadas a beber en vino, del modo en que se desee. Son sustancias buenas y purificadoras además de calmantes de los dolores. También se puede dar a beber en agua raíz de malva”

Hipócrates, Sobre la naturaleza de la mujer, 50: “Si una mujer que sufre de la matriz pierde el apetito y le ataca fiebre con escalofríos, que tome un quinto de medio quenice de adormidera blanca, la misma cantidad de simiente de ortiga y medio quenice de queso de cabra rallado; mezclar todo junto, diluirlo en vino anejo, cocerlo luego y dárselo para que lo tome”

Hipócrates, Sobre la naturaleza de la mujer, 109 remedio si no bien la menstruación: “Otro remedio para purificar: simiente de ortiga y jugo de malva triturados en grasa de ganso y aplicados en pesario”

Contra la gota, Luciano de Samosata, IV, 153 habla de que “otros muelen ortigas”

Dioscórides nos indica muchos usos médicos de la ortiga. Sobre la ortiga blanca, 3, 99 dice lo siguiente: “La silvestre tiene las hojas más anchas que la cultivada y su fruto es más acre y amargo, de peor paladar, sin embargo es más eficaz que la cultivada. Ambas, en emplasto y bebidas con vino, convienen contra animales venenosos, especialmente los marinos”





Sobre la ortiga mayor, 4, 93 podemos leer: “Las hojas de ambas, aplicadas en emplasto mezcladas con sal, curan mordeduras de perro, llagas gangrenosas, malignas, cancerosas y las llagas sucias, dislocaciones, diviesos, paperas, ganglios tumefactos y apostemas. Se aplica, mezclada con cerato, a los que sufren del bazo. Las hojas, majadas con su jugo e introducidas dentro de las narices, son eficaces contra las hemorragias nasales. Si se majan mezcladas con mirra y se aplican directamente, provocan también la menstruación, y las hojas frescas, allegadas a la matriz, restablecen los prolapsos.{2} La semilla, bebida mezclada con mosto, estimula las relaciones sexuales y desopila de la matriz. Mezclada con miel y tomada en electuario, es beneficiosa contra las ortopneas, dolores de costado y pleuritis. Hace también expectorar los humores del pecho. Se mezclan también con medicinas corrosivas. Sus hojas cocidas con caracoles ablandan el vientre, resuelven las flatulencias, provocan la orina. Cocidas con decocción de cebada hacen expectorar los humores del pecho. La decocción de sus hojas bebida, mezclada con un poco de mirra, provoca la menstruación. Su zumo, gargarizado, reprime la inflamación de la campanilla”

Catulo, 44 y 47, 6: “Pues, por querer ser convidado de Sestio, he leído su discurso contra el candidato Ancio, lleno de veneno y de pestes. Por culpa de esto, un escalofriante catarro y una frecuente tos me sacudieron de inmediato, hasta que hui a tu refugio y me curé con descanso y ortigas”

Ateneo, III, 92 A: “En cambio, la ortiga de mar, las huevas de los erizos, y los de ese tipo procuran un alimento líquido y pobre, pero son laxantes y diuréticos”

Ateneo, II, 66 F: “En su obra Sobre la sofocación [fr. 166 W.] escribe: ≪Su recuperación se logra con una infusión de vinagre, y con semilla de pimienta u ortiga≫.

Columela VI, XXXII. Para las rozaduras y para la sarna aconseja lo siguiente: “La rozadura se lava dos veces al día con agua caliente, en seguida se frota con sal molida y hervida con manteca hasta que la sangre corrompida salga en abundancia. La sarna es mortal para este cuadrúpedo si prontamente no se le aplica remedio. La cual, si es ligera, se frotar al sol con resina de cedro o aceite de lentisco, o con semilla de ortigas molida con aceite o con aceite de ballena, o con el licor que suelta en los platos el atún salado”

Petronio, Satiricón, CXXXVIII. “Oenotea saca un falo de cuero y, después de frotarlo con una mezcla de aceite, pimienta molida y semilla de ortigas trituradas, me lo introduce suavemente por el ano. [2] Luego, la despiadada vieja me unta una y otra vez las piernas con la misma sustancia. Mezcla un poco de jugo de mastuerzo con abrótano y, rociándome las partes, coge un puñado de ortigas verdes y se pone a golpearme suavemente todo el cuerpo hasta la altura del ombligo. <…>”

Como podéis comprobar son muchos los usos médicos de las ortigas. 

Plurimam salutem!

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