sábado, 3 de marzo de 2007

INSTRUMENTA- CAPITULUM PRIMUM



Resulta muy curioso echar la vista atrás y descubrir los utensilios o servicios que utilizaban los antiguos romanos tanto en la cocina como en el banquete, de manera que abriremos un apartado llamado Instrumenta para ir presentando estas piezas.

Hoy nos vamos a centrar en la mappa y en el glirarium.

MAPPA


Consistía en una servilleta, similar a las utilizadas hoy en día. Su forma y dimensiones son difíciles de saber, puesto que no nos han quedado restos arqueológicos, pero gracias a las fuentes clásicas podemos reconstruir su forma.

En el Satiricón de Petronio, 32.2 encontramos la descripción de una mappa: había añadido una servilleta con una amplia franja roja y volantes colgados por todas partes”.

Su empleo en los banquetes era necesario, puesto que con ellas, además de limpiarse y secarse las manos entre un plato y otro, podían envolver los restos de comida sobrante que no iban a consumir y así llevársela a sus hogares. Con ella también podían sonarse, recoger el sudor o los regalos sorteados por medio de una lotería o apophoretas, etc.

En el fragmento.66, 4, Petronio nos comenta qué uso se hizo de la mappa: yo arramblé no obstante con dos [manzanas] y ahí las tengo envueltas en la servilleta, pues si no llevara algún obsequio a mi esclavito mimado, habría trifulca”.

Se sabe que en época imperial existía un grupo de esclavos “a mappis” que servían servilletas limpias durante los banquetes.

GLIRARIUM

El glirarium consistía en un recipiente de barro cocido, en el que se criaban lirones (glires, en latín, de ahí su nombre). Debía tener una tapa, unos agujeros para que los animales respiraran y en su interior un comedero y unos pasillos para que el lirón comiera y se moviera.

Los lirones eran encerrados en su interior en una completa oscuridad, lo que alteraba su reloj biológico hasta hacerles creer que la etapa de hibernación había llegado, de manera que comían día y noche para acumular reservas.

Los lirones eran muy consumidos. Su forma de cocinado era asados a la plancha y servidos con salsa.

Si a alguien se anima a probar un plato de lirones, he aquí una receta de Apicio:

"Rellenad los lirones con un picadillo de cerdo y la carne de sus miembros picada, acompañada de pimienta, piñones y garum. Después de haberlos cocido, y colocados sobre una fuente de barro, se meten en el horno, o bien, una vez rellenos, se cuecen en un clibanus (horno pequeño, en el que se cocían o mantenían calientes los alimentos)"





Plurimam salutem!



1 comentario:

Isabel Barceló Chico dijo...

Creo recordar que algún poeta (¿quizá Marcial?) hablaba de un amigote que robaba servilletas... Besos, cocinera.