domingo, 16 de noviembre de 2008

ARTEMISIA, UNA DIVINIDAD CON FORMA DE FLOR



Con el nombre de la diosa cazadora destaca una hermosa flor, valorada y muy recomendada en tratados de botánica. Así en el Herbarium Apuleii Platonici se hace una referencia a su origen mitológico, según el cual “la hierba fue encontrada primero por Diana y dada al centauro Quirón, quien descubrió sus propiedades y se la entregó después al hombre”. Pero su importancia no queda sólo en el pasado, sino también que en la actualidad, los médicos chinos tienen su flor como emblema y en Alemania trenzan sus ramas para crear coronas para el día de San Juan, para después arrojarla a un fuego purificador.

Para conocer su etimología, Plinio afirma que era el nombre de la mujer de Mausolo, rey de Caria. Al morir el rey, se le construyó una tumba considerada una de las siete maravillas del mundo.

En la actualidad se conocen cerca de 180 especies que formarían parte de esta familia, mientras que en la antigüedad, Dioscórides, III, 113 y 114 numera cuatro tipos:

a) Artemisia arborencens que procede de Oriente, que presenta hojas anchas: “Una especie es más viciosa con las hojas y los tallos más anchos”
b) Artemisia campestris que se encuentra en los campos, con hojas sutiles: “Otra es más delicada, de flores pequeñas, sutiles, blancas, de fuerte olor”

c) Artemisia monoklonos, que tiene sólo un “ramo”: “Algunos llaman artemisia a aquella planta pequeña que nace en las regiones mediterráneas, de tallo más fino, de un solo ramo (monóklonos), muy pequeño, lleno de una flor sutil de color semejante a la cera. Es más olorosa que la precedente”

d) Artemisia scoparia y Artemisia polyklonos, que tiene muchos ramos: “Es una matilla de muchos ramos, como de tres palmos de alta, con las hojas junto a la base del tallo, pequeñas como las de la ruda, sus ramillos llenos de semillas menudas semejantes a racimillos, aunque no florecen nunca, de olor vinoso. La raíz es sutil, de dos palmos. Se utiliza para coronas en Capadocia”

También Dioscórides, III, 13, nos informa sobre dónde encontrarla: “Nace, la mayoría de las veces, en lugares marítimos”. Y nos la describe de la siguiente manera: “Planta matosa, parecida al ajenjo, pero con hojas mayores y grasas”

Como ya hemos comentado, se trata de una flor que presenta muchas virtudes medicinales como por ejemplo, las hojas alivian las picaduras. Su aceite baja la fiebre, es antiséptico, antirreumático y astringente: “Tienen virtud calorífica y adelgazante” [Principalmente los tipos a, b y c (Dioscórides, III, 13)]

Su uso más generalizado en la antigüedad era problemas femeninos por ser una hierba protegida por Artemis. [Principalmente los tipos a, b y c (Dioscórides, III, 13)]: “Hervidas son convenientes en baños de asiento para provocar los menstruos y las secundinas y los partos, para la desopilación e inflamación de la matriz, para deshacer los cálculos y contra la retención de orina”

“Como cataplasma, en el bajo vientre, provoca los menstruos” “Su zumo, mezclado con mirra y aplicado, ocasiona en la matriz cuanto se ha dicho antes, si se aplica en baños de asiento” “También se bebe la cabellera, en cantidad de tres dracmas, para provocar el mismo efecto”

El tipo d): “Tiene virtud estíptica y astringente de acumulación de humores, y disipante, si se aplica en cataplasma” (Dioscórides, III, 13)

Su uso no es sólo medicinal, sino que colocado en forma de ramos en los techos de los establos alejaba las moscas, por tratarse de una flor altamente olorosa. Su perfume también se utilizaba para neutralizar los efectos del mal de ojo. Se sabe que con sus ramas se elaboraban figurillas y se colgaban en las puertas de las casas para purificarlas de las presencias negativas. Incluso se hacía unas flechas con sus tallos para espantar a los elementos demoníacos.

Según Plinio, HN, XXV si “el caminante la lleva encima no sentirá la fatiga y no podrá ser dañado por ninguna sustancia ponzoñosa ni por ninguna fiera, ni siquiera por el mismo Sol
En este mismo sentido habla Apuleyo que recomienda llevarla en el zurrón para que no se cansen los pies de los caminantes, a su vez, ahuyenta a los malos espíritus.

Para que sea totalmente eficaz la artemisia es necesario recogerla antes de la salida del sol y pronunciar en voz alta y clara:

“Tollam te, Artemisia, ne lassus sim via”

Seguiremos los sabios consejos de los clásicos

Plurimam Salutem!

* Imágenes propias, salvo el dibujo
de la artemisia campestris
tomada de:
www.zum.de/stueber/lindman/


6 comentarios:

El llano Galvín dijo...

Como siempre qué interesante! Aunque yo te apunto un uso más descubierto por la arqueología, su uso como planta ornamental. En Pompeya se ha descubierto recientemente un jardín decorado con arriates de artemisia. Un saludo!!!

Charo Marco dijo...

Muchas gracias por el apunte, no tenía conocimiento de ello. Es muy interesante, pues su flor es realmente hermosa.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Conocía la planta y había leído algunos de los textos a los que haces referencia, pero la recopilación me ha maravillado.

Un abrazo.

Charo Marco dijo...

M@riel, muchas gracias por tu comentario. Eres muy amable.

Saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Querida charo, te aseguro que yo necesitaría ahora mismo un ramito de artemisia para alejar los malos espíritus y el cansancio. Interesantísima tu entrada, querida amiga. Besos.

Charo Marco dijo...

Querida Isabel, deseo que tu cansancio pase pronto.
Cuídate mucho

Besos