En el mes griego elafebolion que marcaba el final del invierno, se celebraba la ELAFEBOLIA (Έλαφηβόλια), una fiesta en honor a
Ártemis, la diosa de la caza.
Los habitantes de la Fócida elaboraban unas tortas de miel, sésamo y espelta (ἔλαφος) que presentaban forma de ciervo y que ofrendaban a la divinidad.
Los habitantes de la Fócida elaboraban unas tortas de miel, sésamo y espelta (ἔλαφος) que presentaban forma de ciervo y que ofrendaban a la divinidad.
Esta festividad conmemoraba la
victoria sobre los Tesalios según nos describe Plutarco, Moralia, III, 244 E:
"La hazaña de las
focidias no ha encontrado escritor ilustre, aunque no es inferior a ninguna
otra realizada por mujeres en punto a virtud; está atestiguada en los
importantes ritos que aún ahora los focenses practican en la proximidad de Hiámpolis
y en los antiguos decretos. Una detallada relación de esta hazaña " está escrita en la vida de Daifanto, y lo que atañe a las mujeres es como sigue. Los tesalios estaban
complicados en una guerra sin cuartel contra los de la Fócide; pues éstos
mataron en un solo día a todos los gobernantes y tiranos tesalios de las
ciudades focidias, por lo que los tesalios acabaron con doscientos cincuenta
rehenes de aquéllos ". Los tesalios
penetraron, a continuación, con todo su ejército por la Lócride, y
establecieron por decreto que no dejarían con vida ni a un solo hombre de edad
madura y que esclavizarían a mujeres y niños. Daifanto, el hijo de Batilio, uno
de los tres gobernadores de la Fócide, convenció a los focenses a que salieran
para presentar batalla a los tesalios, reunieran a las mujeres junto con los
niños de toda la Fócide en un mismo lugar, amontonaran a su alrededor una gran
cantidad de madera y establecieran guardias con la orden de que, si se
enteraban de que sus hombres habían sido vencidos, encendieran rápidamente la
madera y quemaran sus personas. La mayoría votó esto, pero uno se levantó y dijo
que era justo que también las mujeres estuvieran conformes con este parecer; y
si no, se debía renunciar y no hacer uso de la violencia. Expuesto este plan a
las mujeres, éstas se reunieron y lo ratificaron con su voto y ensalzaron a
Daifanto por haber decidido lo mejor para la Fócide. Se dice también que los
niños se reunieron y decidieron por votación lo mismo. Realizadas estas cosas,
los focenses trabaron combate cerca de Cleonas de Hiámpolis y vencieron. A la
votación de los focenses, los griegos la llamaron «Demencia». Y la mayor fiesta de todas, la Elafebolia, en honor de Artemis, la celebran hasta ahora en Hiámpolis en
recuerdo de aquella victoria”
La receta de estos ricos pasteles la conocemos
gracias a Ateneo, XV, 646:
“Una
torta plana en forma de un ciervo sirve en el
festival Elaphebolia hecha de
harina de espelta, miel y semillas de sésamo”
ADAPTACIÓN DE LA RECETA
150 gr de harina de espelta
150 gr de semillas de sésamo
150 ml de agua
65 gr de miel
Un poco de aceite de oliva para untar la bandeja del horno
Elaboración
Mezclar bien los ingredientes en
un bol, excepto el aceite, hasta conseguir una masa homogénea.
A continuación, extender bien la masa sobre una superficie enharinada con ayuda de un rodillo.
A continuación, extender bien la masa sobre una superficie enharinada con ayuda de un rodillo.
Si se tiene mucha habilidad se
puede cortar la masa con forma de ciervo, si no, se puede utilizar un molde de
pastelería con esa forma o emplear una plantilla como la que os presentamos.
Hornear unos 40 minutos a 180º.
Se pueden servir acompañados de algún
tipo de mermelada.
Prosit!
Plurimam salutem!
6 comentarios:
¡Qué buena idea y qué oportuna! me ha encantado
Hola Mercedes, me alegra que te sea de utilidad.
Muchas gracias por tu comentario
Un saludo
Habrá que buscar entre los moldes de la plastilina de los niños, a ver si encontramos algún ciervo!!
Yo no tenía pero con una plantilla de cartulina se solucionó el problema. Gracias por el comentario. Un abrazo
Hola Charo, por fin tengo un ratito para venir por uno de mis blogs preferidos.
Qué tremendo relato el de Plutarco verdad?, me ha transportado a ese día, imaginando la excitación, el miedo, la tensión de esas horas previas a la batalla. Las decisiones drásticas y los niños, tan vulnerables en esos tiempos agitados.
Las galletas tienen buena pinta, yo no tengo un molde de ciervo, no creo que sea fácil, pero sí tengo un molde de esos navideños de reno que quizás de el perfil tan parecido que valga, tengo que mirarlo y si no, como bien dices, con una plantilla, listo.
Son bonitas y da gusto hacerlas tal y como eran en estas tradiciones, parece que una también participa de esa carga cultural o acerca a nuestro presente un legado que me parece importante.
Como siempre, gracias por tu trabajo.
Un abrazo
Estimada Viena, me alegro mucho de tenerte por el blog, muchas gracias por tu comentario. Como siempre tan amable.
A mí me parecieron exquisitas, pues me encanta el sésamo. No tenía molde de ciervo pero la plantilla me ayudó ...el reno será perfecto.
Si te animas a hacerlas, ya me cuentas
Un besazo
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