domingo, 15 de noviembre de 2015

ELAFOS, EN HONOR A ÁRTEMIS



 En el mes griego elafebolion que marcaba el final del invierno, se celebraba la ELAFEBOLIA (Έλαφηβόλια), una fiesta en honor a Ártemis, la diosa de la caza.

Los habitantes de la Fócida elaboraban unas tortas de miel, sésamo y espelta (λαφος) que presentaban forma de ciervo y que ofrendaban a la divinidad.


Esta festividad conmemoraba la victoria sobre los Tesalios según nos describe Plutarco, Moralia, III, 244 E: 

"La hazaña de las focidias no ha encontrado escritor ilustre, aunque no es inferior a ninguna otra realizada por mujeres en punto a virtud; está atestiguada en los importantes ritos que aún ahora los focenses practican en la proximidad de Hiámpolis  y en los antiguos decretos. Una detallada relación de esta hazaña " está escrita en la vida de Daifanto, y lo que atañe a las mujeres es como sigue. Los tesalios estaban complicados en una guerra sin cuartel contra los de la Fócide; pues éstos mataron en un solo día a todos los gobernantes y tiranos tesalios de las ciudades focidias, por lo que los tesalios acabaron con doscientos cincuenta rehenes de aquéllos ". Los tesalios penetraron, a continuación, con todo su ejército por la Lócride, y establecieron por decreto que no dejarían con vida ni a un solo hombre de edad madura y que esclavizarían a mujeres y niños. Daifanto, el hijo de Batilio, uno de los tres gobernadores de la Fócide, convenció a los focenses a que salieran para presentar batalla a los tesalios, reunieran a las mujeres junto con los niños de toda la Fócide en un mismo lugar, amontonaran a su alrededor una gran cantidad de madera y establecieran guardias con la orden de que, si se enteraban de que sus hombres habían sido vencidos, encendieran rápidamente la madera y quemaran sus personas. La mayoría votó esto, pero uno se levantó y dijo que era justo que también las mujeres estuvieran conformes con este parecer; y si no, se debía renunciar y no hacer uso de la violencia. Expuesto este plan a las mujeres, éstas se reunieron y lo ratificaron con su voto y ensalzaron a Daifanto por haber decidido lo mejor para la Fócide. Se dice también que los niños se reunieron y decidieron por votación lo mismo. Realizadas estas cosas, los focenses trabaron combate cerca de Cleonas de Hiámpolis y vencieron. A la votación de los focenses, los griegos la llamaron «Demencia».  Y la mayor fiesta de todas, la Elafebolia, en honor de Artemis, la celebran hasta ahora en Hiámpolis en recuerdo de aquella victoria”


La receta de estos ricos pasteles la conocemos gracias a  Ateneo, XV, 646:

 Una torta plana en forma de un ciervo sirve en el festival Elaphebolia hecha de harina de espelta, miel y semillas de sésamo



ADAPTACIÓN DE LA RECETA


Ingredientes



150 gr de harina de espelta

150 gr de semillas de sésamo

150 ml de agua

65 gr de miel

Un poco de aceite de oliva para untar la bandeja del horno


Elaboración


Mezclar bien los ingredientes en un bol, excepto el aceite, hasta conseguir una masa homogénea.


  A continuación, extender bien la masa sobre una superficie enharinada con ayuda de un rodillo. 



Si se tiene mucha habilidad se puede cortar la masa con forma de ciervo, si no, se puede utilizar un molde de pastelería con esa forma o emplear una plantilla como la que os presentamos.




Untar la bandeja de hornear con un poco de aceite y colocar los pasteles en ella. 


Hornear unos 40 minutos a 180º.



Se pueden servir acompañados de algún tipo de mermelada.

Prosit!

Plurimam salutem!

6 comentarios:

mercedes dijo...

¡Qué buena idea y qué oportuna! me ha encantado

Charo Marco dijo...

Hola Mercedes, me alegra que te sea de utilidad.
Muchas gracias por tu comentario
Un saludo

Lvcio ILURTiBaS dijo...

Habrá que buscar entre los moldes de la plastilina de los niños, a ver si encontramos algún ciervo!!

Charo Marco dijo...

Yo no tenía pero con una plantilla de cartulina se solucionó el problema. Gracias por el comentario. Un abrazo

Viena dijo...

Hola Charo, por fin tengo un ratito para venir por uno de mis blogs preferidos.
Qué tremendo relato el de Plutarco verdad?, me ha transportado a ese día, imaginando la excitación, el miedo, la tensión de esas horas previas a la batalla. Las decisiones drásticas y los niños, tan vulnerables en esos tiempos agitados.
Las galletas tienen buena pinta, yo no tengo un molde de ciervo, no creo que sea fácil, pero sí tengo un molde de esos navideños de reno que quizás de el perfil tan parecido que valga, tengo que mirarlo y si no, como bien dices, con una plantilla, listo.
Son bonitas y da gusto hacerlas tal y como eran en estas tradiciones, parece que una también participa de esa carga cultural o acerca a nuestro presente un legado que me parece importante.
Como siempre, gracias por tu trabajo.
Un abrazo

Charo Marco dijo...

Estimada Viena, me alegro mucho de tenerte por el blog, muchas gracias por tu comentario. Como siempre tan amable.
A mí me parecieron exquisitas, pues me encanta el sésamo. No tenía molde de ciervo pero la plantilla me ayudó ...el reno será perfecto.
Si te animas a hacerlas, ya me cuentas
Un besazo