sábado, 8 de marzo de 2008

DIES MULIERIS, LAS MUJERES Y SU RELACIÓN CON EL VINO


Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, vamos a dedicar este artículo a las mujeres y el vino en el mundo antiguo.

Sabemos por las fuentes clásicas que la relación de la mujer con el vino es diferente en el mundo griego y en el romano.

A las mujeres griegas se las tilda de aficionadas al vino:

“Al aúreo Dioniso hizo donación Cleo,

después de habérsela ceñido, de esta túnica azafranada,

porque destacaba en los banquetes. En beber lo mismo

ningún ser humano rivalizó con ella nunca jamás”

(Epigramas, Faleco)

Por el contrario, al sexo femenino en la antigua Roma se les vetó su consumo:

“Entre los romanos, como dice Polibio en el libro sexto, se prohíbe a las mujeres beber vino; ellas beben el llamado “passos”, elaborado con pasas, parecido al vino dulce que se bebe en Egóstones y al vino de Creta; por esto, cuando la sed las abrasa, toman este sucedáneo. Y es imposible que pase desapercibida la mujer que ha tomado vino: en primer lugar, nunca disponen de él, y además, debe besar a sus padres, a sus suegros y aún a sus sobrinos, y esto cada día, en el mismo instante que los ve por primera vez. Asimismo al no saber con quién conversará, con quiénes se encontrará, toma sus precauciones, porque la cosa, sólo con que haya probado un poco de vino, no necesita acusación ante el juez

(Polibio, VI, 11 a y Ateneo X, 56)

En la misma línea habla Plinio, XIV, 89; a las mujeres se le prohíbe el consumo de vino, salvo a las mujeres ancianas. Plinio incluso cita que un ciudadano romano, I. Metenio, mató a bastonazos su esposa por haber tomado vino.

Es muy curioso el control sobre la mujer con el “ius osculi”, la prueba del beso, que nos menciona Polibio para cerciorarse que realmente una mujer no ha tomado vino. Aquella mujer que entra en el mundo del vino, terreno reservado al sexo masculino, deja de ser una mujer decente, una mujer íntegra, que reúne todos las virtudes que caracterizan a una matrona, la sumisión, la castidad y la honradez.

Así pues, a la mujer romana se le prohibía no sólo beberlo, sino también servirlo, guardarlo e incluso, llevar a cabo su administración en la despensa, tarea realizada por el pater familias.

Pero, ¿cuál sería la explicación de este hecho?

Existía una ley que prohibía el consumo de vino por parte de las mujeres, así en Alcito de Sicilia podemos encontrar una explicación, en su libro Italia, de por qué la mujer en Italia no puede beber vino:

“Cierta vez que Heracles se encontraba en la región de Crotona, llegó sediento a una casa que había junto al camino, se acercó y pidió allí de beber. Mas dio la casualidad que la mujer del propietario de la casa había abierto a escondidas una tinaja de vino, así que le dijo a su marido que haría una cosa terrible si la abría por un extranjero, y le instó a darle agua. Heracles, a su vez, que estaba de pie a la puerta y había escuchado la conversación, elogió mucho al marido de aquella, el cual le rogó que pasara y le echase un vistazo a la tinaja. Y cuando entró el hombre, se encontró con que la tinaja se había convertido en piedra. Y este episodio es todavía hoy una señal, entre [laguna en el texto] todas las mujeres de la región, de que supone un deshonor beber vino, por el susodicho motivo”

El origen de esta prohibición tendría varias explicaciones:

  • Los efectos que provoca el consumo de vino: promiscuidad, rebeldía, hablar más de la cuenta, libertinaje, en conclusión, pérdida de control individual y pérdida, a su vez, del control de la esposa por parte del marido.

“El vino hasta a los sensatos los induce a cometer insensateces”

(Esténelo I,32)

Así pues, esa subordinación y sumisión de la mujer al hombre se vería truncada. Al mismo tiempo, la mujer, accediendo al mundo del vino, se encontraría en plano de igualdad con el hombre. Por tanto, suponía un temor masculino:

"Revisad las leyes relativas a las mujeres con las que vuestros antepasados sujetaron las libertades de las mismas y mediante las cuales las sometieron a los maridos. Y aun cuando estando delimitadas por todas estas prohibiciones, apenas las podéis dominar. ¿Qué ocurriría si les permitierais alterar esas leyes una a una, desarticularlas y, en fin, que se igualasen a sus maridos? ¿Creéis que podríais resistirlas? En cuanto comiencen a ser iguales serán superiores".

(T.Livio III)

  • Una de las creencias sobre los efectos que producía el consumo de vino era el aborto, de manera que, si la única misión de la mujer en la vida era la procreación en el marco del matrimonio, ésta peligraba con el consumo del mismo.

“Se hace también un vino abortivo: en las vides cultivadas se planta al lado del eléboro o el cohombrillo amargo o la escamonea, de los que la uva recibe la virtud. Y el vino que se hace de tal uva es abortivo. Se administra en ayunas a las mujeres tras el vómito, la cantidad de un cíato aguado”

(Dioscórides, V, 67)

  • Como ya vimos en el artículo sobre el néctar, ambrosía y amor, el vino era uno de los componentes con los que, supuestamente, se podría elaborar el néctar y la ambrosía que proporcionaba la inmortalidad y la eterna juventud, unos elementos vinculados con las divinidades, así pues, su consumo acercaba al mortal a los inmortales. Esta proximidad sólo era permitida al sexo masculino, pues el pater familias es el único que tenía el derecho, ante el altar del hogar, a hacer las libaciones de vino puro a los dioses.

Terminar diciendo que muchas cosas han cambiado para la mujer, aunque todavía hay mucho que conquistar, esperemos que se cumpla el deseo de estos versos:


“¡Ojalá me sea dado, mientras tú conservas la vida, hija,

morir después de beber el vino de la libertad”

FELIX DIES MULIERIS


Plurimam salutem!

*Fotografías propias
excepto la última imagen que ha sido tomada de:
http://romanpresentations.blogspot.com/


10 comentarios:

Amparo Moreno dijo...

Charo, al leer tu artículo, me ha venido a la mente lo que las mujeres tomaban en las fiestas de la Bona Dea que llamaban "leche" pero ¿en realidad era vino?. Tenemos que estudiar esas fiestas sólo de mujeres...que Isabel nos está narrando en su blog ¿verdad?

Charo Marco dijo...

Ciertamente, Amparo.

Era vino y creo que lo tomaban en unos cuencos que solían utilizarse para consumir leche con miel o miel sola y así "disimular" el consumo de vino.
Aprovechaban el hecho de que a los hombres se les prohibía su asistencia.

Investigaremos más para poder comentar en un artículo las excepciones a la norma y seguiremos también con las narraciones de Isabel que tanto nos deleitan.

Un besito

Unknown dijo...

Interesante artículo, Charo.
Es también muy importante la burla que hacían de la mujer demasiado aficionada al vino, por ejemplo, en las comedias. Aunque en ellas sólo aparecieran como un medio de hacer reír, no es menos cierto que trasmitían un estado de opinión.

Isabel Barceló Chico dijo...

Este post me ha venido como anillo al dedo, charo. No tenía el dato de que bebiesen en cuencos de leche, así que lo incluiré. Creo que la fiesta de la Bona Dea era el único momento de excepción, aunque creo que en la época en la que discurre la historia del sacrilegio, ya las mujeres tomaban a veces vino muy rebajado con agua. Me sumo ardientemente a ese brindis del vino de la libertad. Un abrazo enorme.

Charo Marco dijo...

Isra, tienes muchísima razón con respecto a la imagen en algunas comedias de la mujer que bebía más de la cuenta.

Gracias por tu comentario.

Besos

Charo Marco dijo...

Isabel, me alegra poder proporcionar algún dato de interés para tu relato.

Gracias por tu comentario.

Besos

Martí Duran dijo...

Le comunico que acaba de salir un manual de Latín para la nueva asignatura de 4º de ESO. Puede encontrar más información en:

http://latindecuarto.blogspot.com/

Muchas gracias por su atención.

Charo Marco dijo...

Muchas gracias por su información.

Aprovechar para comentarle que también la editorial Santillana sacará un nuevo método de latín para 4º ESO.

Gracias de nuevo.

sabor a galletas dijo...

Hola Charo, disfuto leyendo todo lo que publicas, en este caso me ha impactado la cita sobre las mujeres: "si son iguales, serán superiores". Qué miedo dan estos pensamientos, han pasado los siglos y es una frase completamente actual... Un besazo. ROSA

Charo Marco dijo...

Hola Rosa, tienes mucha razón, esa frase es muy actual. No están tan alejados de nosotros como nos pensamos

Gracias por tus palabras.

Besos